Las llamadas “Facultades Multidisciplinarias” deberían transformarse en universidades y competir con la de San Salvador. Allí están los recursos y tendríamos cuatro universidades nacionales. ¿Quién se atreverá a tomar decisiones?
Escrito por Sandra de Barraza. 26 de Marzo. Tomado de La Prensa Grafica.
No hay desarrollo sin educación científica y tecnológica de calidad. No hay desarrollo sin investigación e innovación. No hay desarrollo sin transferencia y desarrollo tecnológico. No hay desarrollo sin información. No hay desarrollo sin conocimiento. No hay desarrollo sin exigencia por la calidad y la excelencia de los servicios de educación superior. No hay buenos salarios ni suficientes ingresos, sin educación de calidad. Los países desarrollados, todos aquellos que en los últimos cuarenta años han dado un salto, lo demuestran. Han priorizado la educación, pero la educación de calidad. Y la calidad demanda elevadas exigencias.. adecuados controles y sobre todo... institucionalidad comprometida con el tema.
La educación no es simplemente cuestión de recursos. Se aspira a más recursos financieros para educación, pero si se gastan como en la UES ¿para qué más recursos? Si las autoridades dejan que las instituciones de Educación Superior y los maestros de todos los niveles (muchos se gradúan en la UES) hagan lo que quieran o puedan, ¿para qué más recursos si el producto de la formación, los jóvenes y profesionales, tienen poca perspectiva y oportunidades de desarrollo? Es en el mercado laboral en donde la educación se pone a prueba. No hay que engañarse. Se tiene el conocimiento y se puede aplicar o no. Y son muchas las quejas sobre el “producto” de la educación”: ¡no saben leer, no saben seguir instrucciones... no saben...!
Las oportunidades laborales, las buenas y bien pagadas, están vinculadas con la formación, con la capacidad y con el desempeño. Y la ampliación de las oportunidades laborales tiene que ver con la inversión privada, nacional y extranjera. Nuestra realidad es que la inversión nacional y extranjera se va a Costa Rica y a otros países. Nuestra realidad es que en Estados Unidos la gente, aunque nos mantiene y es EL motor para dinamizar el consumo, tiene ocupaciones que demandan muy bajas destrezas y conocimiento y por tanto, tienen baja remuneración. A nuestra educación le falta ¡muuucho!
Qué bueno que el MINED se ocupe en la alfabetización. Pero... la alfabetización de este siglo tiene que ver con el dominio completo de la lectura y la escritura en nuestro idioma, con el dominio del cálculo elemental y la matemática, con el dominio del inglés como segundo idioma y con el acceso y el dominio de tecnologías de información y comunicación. El alfabetismo de ahora no es firmar y contar. Es mucho, mucho más de lo que se aspiró en la década de los setenta. La alfabetización hay que repensarla y reinventarla en todos los niveles educativos.
Hay reconocimiento sobre la importancia de la Educación Superior. En la Ley de Educación Superior se establece que el MINED debe comprobar la calidad académica de las instituciones de Educación Superior con adecuados procesos de evaluación por lo menos cada tres años (artículo 45). ¿Cuándo se ha evaluado a la UES? Esta institución está encerrada en el clóset. Se deja al abandono escudándose en la autonomía universitaria que hasta el mismo rector criticó porque en la ley orgánica de la UES en su artículo n.º 4 se establece que está facultada para (a) estructurar sus unidades académicas, determinar la forma de cumplir sus funciones de docencia, investigación y proyección social y formular y aprobar sus planes de estudio, (c) disponer y administrar libremente los elementos de su patrimonio de conformidad con la Constitución de la República, (d) darse sus propios reglamentos e instrumentos legales y (b) nombrar, remover y sancionar a los funcionarios y personal. A esto se refiere la autonomía.
Necesitamos Educación Superior universitaria de calidad. Tenemos recursos para contar con cuatro universidades estatales. Para esto debe reformarse la ley orgánica de la UES. Las llamadas “Facultades Multidisciplinarias” ubicadas en Santa Ana, en San Miguel y en San Vicente deberían transformarse en universidades y competir con la de San Salvador. Allí están los recursos y tendríamos cuatro universidades nacionales. ¿Quién se atreverá a tomar decisiones?
En Educación Media se necesitan urgentemente cambios organizativos, disciplinarios y académicos. Si los jóvenes tan solo tuviesen comprensión de lectura y capacidad de comunicación en español y en inglés; si los jóvenes tan solo manejaran la matemática, el cálculo y la trigonometría; si los jóvenes ejercitaran la disciplina de estudio y su capacidad de relacionarse y tomar decisiones; si los jóvenes tuvieran ocupado el 60% del día en actividades escolares y extraescolares; si los jóvenes tuvieran la prioridad en las decisiones de las autoridades locales y centrales, de los padres y de los maestros... indiscutiblemente estaríamos invirtiendo para el futuro. Vaya pues, ¿quién tomará la rienda?
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