EDH-Dios proteja e ilumine a los emprendedores

Es muy triste que en dos hechos de tanto significado faltaran los más altos funcionarios del gobierno. Ninguno del equipo económico, nadie de la Presidencia, nadie del partido oficial

Editorial.29 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.

En menos de dos semanas se han celebrado dos importantes acontecimientos en la vida productiva del país: la entrega del Premio ASI a laboratorios López, y de la Palma de Oro a Ricardo Sagrera, de Hilasal. Ambas empresas iniciaron pequeñas, casi artesanalmente, hasta llegar a lo que son hoy en día: fuentes de trabajo para centenares y miles de personas, que fabrican medicamentos e hilados y tejidos que se consumen en el país y en el mundo.

Toda empresa inicia pequeña, con cinco, diez o quince empleados, préstamos, un local alquilado y grandes ilusiones. De cada diez, nueve cierran antes de un año; las que sobreviven lo logran por el personal sacrificio de sus fundadores, como lo relató con tanta gracia y emoción Thelma Davidson de López y narraba, respecto a EL DIARIO DE HOY, Mercedes de Altamirano.

Los laboratorios López que fundaron el recordado Gustavo López y Thelma Davidson en su casa de la colonia El Bosque, llegaron a ser lo que ahora son gracias a la inteligencia, el infatigable trabajo, la intuición y una dosis de buena suerte de todos los que contribuyeron a hacer realidad lo que fue casi una quimera. Otras empresas iniciaron con mayores recursos para terminar desapareciendo; Dios ayude a los que ya están para seguir sirviendo tan bien a su país.

Es muy triste, en este contexto, que en dos hechos de tanto significado, premiar la visión y el éxito, faltaran los más altos funcionarios del gobierno. Ninguno del equipo económico, nadie de la Presidencia, nadie del partido en el gobierno.

Hace pocos años un sujeto que fungía de alcalde de Mejicanos se lamentaba de que a poca distancia de los nuevos centros comerciales al poniente de la capital hubiera tugurios. En su cerebro, para hacer lo uno fue menester quitar a lo otro. O en la jerga marxista, para que alguien gane, otro tiene que perder. Bajo semejante perspectiva, desde los negocios más pequeños hasta las grandes fábricas son la acumulación de bienes y riqueza que se quita a "los pobres".

En términos técnicos, es esa la concepción de la economía cero: el mundo, piensan, está estancado, y sólo se dan transferencias de riqueza de unos sectores a otros; si Pedro tiene un mayor ingreso que otros es porque arrebató parte de lo que correspondía a Juan y a Tomás.

Esta clase de elucubraciones choca con la vocación "social" de la izquierda, pues si resienten u oponen que haya fábricas, grandes centros de producción, nuevas industrias, ¿de dónde es que van a salir el empleo y los bienes de consumo para la masa? Schafik tenía una respuesta: había que volver a las carretas, mulas y caites. Y como la solución es el caite, ningún funcionario debe celebrar éxitos y progreso de los emprendedores.

Como productores parece que fallan…

A los actuales funcionarios se les olvida el estrepitoso fracaso que la izquierda tuvo al finalizar su agresión contra el país, cuando gracias a millonarios donativos del exterior montaron en la ciudadela Segundo Montes un conjunto de fábricas, todas imbuidas de un encendido fervor revolucionario. Como hay una cierta obsesión de la izquierda con los zapatos (o los caites), una de las nuevas fábricas fue precisamente para elaborarlos. Roberto Palomo, de ADOC, ofreció asesoría pero no la aceptaron.

Vayan, estimados lectores, a contemplar el desastre de la Segundo Montes.

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