Escrito por Harold C. Lantan.15 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.
Actualmente nuestro país se encuentra inmerso en un ambiente de inseguridad y se hace necesario adoptar una serie de medidas que permitan solventar este mal de manera urgente.
Sin entrar en discusión sobre la preeminencia de planes represivos o preventivos de la violencia, el presente artículo trata no sólo de exponer las ventajas de implementar programas de mediación comunitaria, como un mecanismo de solución de conflictos y de prevención de la violencia, sino también como un medio de educación para la paz y el fomento de la cultura del diálogo en el seno de nuestras comunidades.
Estos proyectos no sólo buscan educar y capacitar a los miembros de determinadas comunidades en técnicas de mediación y resolución pacífica y participativa de controversias de índole comunal, sino que de manera coetánea se despierta y fomenta en los ciudadanos uno de los pilares en los que debe descansar una sociedad civilizada y con valores: el servicio comunitario.
En nuestro país además permitiría que diversos actores de la sociedad civil (además de la participación del gobierno central como eventual impulsor de estos programas) como iglesias, organizaciones no gubernamentales y gobiernos municipales, entre otros, puedan coadyuvar en un mismo esfuerzo en la prosecución de los fines más nobles de nuestra sociedad y de la realización personal misma.
Aunado a lo anterior, otra de las ventajas de este tipo de proyectos es que el costo de su implementación es relativamente bajo en relación a las múltiples ventajas y consecuencias benéficas obtenidas, puesto que una de los grandes pilares en los que descansa es precisamente la participación ciudadana.
Actualmente vivimos un momento difícil, pero las dificultades y crisis nos permiten forjar el carácter de nación, y nos brindan la oportunidad histórica para que la presente generación adopte las medidas concretas y necesarias para entregar la estafeta a la siguiente en condiciones más justas y humanas.
Una educadora chilena dijo una vez de manera metafórica que "los niños son los mensajes que enviamos a un mundo que no alcanzaremos a ver"; de nosotros depende que con nuestro esfuerzo de hoy, forjemos mejores personas y enviemos mensajes de paz hacia el futuro.
Si se adoptan esta clase de proyectos junto con los programas de mediación escolar (tan necesarios también en estos momentos), el sueño de una sociedad más pacífica en El Salvador será una realidad el día de mañana.
Después de todo, vale la pena arriesgarse, porque hace unos dos mil años un humilde carpintero judío prometió: "Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios".
elsalvador.com :.: Mediación comunitaria: Prevención de violencia
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