EDH-Los cuatro cochinitos y los lobos feroces

 Nos estamos endeudando, como se endeudaron portugueses, irlandeses, griegos y españoles, cuando las perspectivas futuras son más sombrías que prometedoras

Editorial. 19 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.

Lo mejor que puede pasarle a Grecia, según muchos economistas, es que truene, que caiga en bancarrota. Un salvataje, que es postergar por un tiempo el crujir de dientes, sólo empeoraría la situación. Y en similares condiciones está España tras los ocho años de desgobierno socialista y cuyo principal síntoma es que los precios han aumentado en ese lapso en un treinta por ciento pero la producción de bienes y servicios en un cero por ciento.

Los "pigs" (en inglés quiere decir cochinitos) es el acrónimo con que se designa a los países que están en ese trance: Portugal, Irlanda, Grecia y España (Spain) se han sobreendeudado, sufren de altos niveles de desempleo, tienen los precios de cabeza y no encuentran salida electoral a sus problemas. El origen de las aflicciones es el mismo para los cuatro: gastaron por encima de sus posibilidades, como el pobre muchacho que hace fiesta con la tarjeta de crédito para descubrir luego que para el resto de sus días va a tener que comer menos para pagar la cuota mínima que no lo lleve al embargo de sus tiliches.

Los países emproblemados, al igual que el Congreso de Estados Unidos y los políticos del mundo, han encontrado a quién echarle las culpas: no a su benefactorismo e irresponsabilidad en el gasto, sino a Wall Street, los especuladores. Y el remedio no es reducir el gasto público, sino regular los mercados, lo que complica la recuperación porque sólo los mercados tienen la capacidad de corregir los excesos burocráticos. Los gobiernos están como el hombre que echa de la casa al médico para seguir fumando y alcoholizándose sin que nadie lo regañe.

Se gasta en fiestas sin prever la enfermedad

Los problemas de Grecia, que es símbolo del resto, se complican por un hecho: el país está al borde de la bancarrota o técnicamente está ya quebrado, pero los sindicatos van a la huelga exigiendo mejoras salariales y prestaciones. ¿De dónde saldrá el dinero para satisfacerles? El gobierno griego no puede, por estar amarrado al euro, ponerse a imprimir billetes, lo que en todo caso es el equivalente de echarle agua a la sopa económica. Se dice que aquí ya amenazaron con volver al colón si no se aprueban los préstamos para los "programas sociales", lo que nos haría caer en el precipicio.

Lo último que hacen los gobiernos, como se ha demostrado una y otra vez, es recortar sus gastos, reducir la burocracia, apretarse el cincho. La gran solución es incrementar los ingresos, para lo cual suben los impuestos, sin ponerse a pensar que eso equivale a meterse un balazo en el pie. Es raro un gobierno que logra entender que mayores impuestos no necesariamente se traducen en alzas de las recaudaciones, sino por lo general las disminuyen, como ya comenzó a verse aquí en El Salvador.

Es raro el gobernante que aprende de lo que las buenas mamás aconsejan a sus hijos: no gastes más de lo que ganas y siempre ahorra para los malos tiempos. Nosotros nos estamos endeudando, como se endeudaron portugueses, irlandeses, griegos y españoles, cuando las perspectivas futuras son más sombrías que prometedoras; se está reduciendo la posibilidad de prestar si se llega a una crisis, como el muchacho (es siempre un buen ejemplo) que topa la tarjeta en fiestas y luego no tiene cómo comprar una medicina cuando la necesita.

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