Escrito por Alex Guevara.19 de Marzo. Tomado de Diario Co Latino.
Esa es la frase que se lee en un rótulo que sostiene un estudiante que protesta por la regulación que —según dicen— realiza el Gobierno venezolano en ese país.
Y yo pregunto, ¿qué pasa cuando estos que dicen que pueden destapar la verdad se encargan de tapar la verdad? Así como ha sucedido frecuentemente en nuestro país y en el mundo.
Noam Chomsky, en su libro, Piratas y emperadores, nos regala una muestra de lo que es capaz la prensa al nombrar acciones de legítima defensa o ataques preventivos a las más crueles aberraciones que sufren la mayoría de ciudadanos del oriente medio, acciones realizadas mayormente por estadounidenses e israelitas. Cubiertas por la prensa “internacional”
En nuestro país tampoco escapamos de tan cruel y sucio trabajo realizado para favorecer a unos y engañar de forma vil a nuestra conciencia. Un par de ejemplos: en Estados Unidos hace poco aprobaron una ley de regulación de tarjetas de crédito.
En nuestro país la prensa le llamaría intervención del Estado sin garantía para los inversionistas.
Hace poco vi en un noticiero internacional algo similar a lo que pasó en Honduras, un soldado israelita arrebató la cámara a un periodista y brutalmente lo apartó de un lugar “donde no debía estar” y no he escuchado pronunciamiento alguno de parte de los defensores de la libertad de prensa.
Pero si un periodista en nuestro país no se le deja entrar a una zona para que no contamine la escena… eso es abuso de autoridad, y saldrían los roba imagen opinando, el Quijano, el Merino, Parker, el Valiente, Zepeda, etc.etc.
El periodismo bien aplicado no debe estar preocupado porque penalicen el irrespeto, la difamación, o la descalificación de los demás, al fin y al cabo si su labor es bien realizada. ¿Cuál sería su falta? Díganme, ¿cuál es la Ley que pueda encarcelar a los buenos principios y las convicciones humanas de gran valor? Ninguna. Se los aseguro…
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