Escrito por Carlos G. Romero.02 de Junio. Tomado de La Prensa Gráfica.
La empresa FOXCONN ubicada en la China continental, maquilera electrónica, cuenta entre sus clientes prestigiosas empresas como Apple, Dell, Hewlett Packard, entre otras. Emplea, según la BBC, aproximadamente 400,000 trabajadores en un solo complejo industrial en el sur industrial de China, primariamente emigrantes del campo que trabajan, viven y comen en las instalaciones de la maquilera.
En esta localidad se han experimentado, el corriente año, diez suicidios, más tres atentados contra la vida propia. Caso emblemático: Yun Li, ingeniero de 27 años, trabajó el turno de noche, durante un mes seguido, trabajando muchas veces hasta 24 horas sin parar, llegó a su casa, y simplemente se suicidó. Ciento cincuenta académicos han demandado el cierre del complejo industrial en cuestión, acusándolo de condiciones de explotación laboral, a las cuales les atribuyen la ola de suicidios.
El salario promedio de los trabajadores es de $132 mensuales. La empresa anunció recientemente, a raíz de los suicidios, dos incrementos salariales en una semana, llevando así el salario promedio a $304 mensuales. Sin embargo, estos aumentos son efectivos hasta el primero de octubre, y solo para aquellos empleados que pasen un test de rendimiento que durará tres meses. La empresa también anunció, según fuentes sindicales, un aumento en la cuota de producción diaria del 7% para el primer turno y del 11% para el segundo turno, efectivo de inmediato; y un incremento en los precios a sus clientes aún sin determinar.
Voceros de la empresa han expresado el posible cierre parcial de las instalaciones; se lamentaba un ejecutivo, a raíz de este problema y las huelgas en las plantas chinas de Honda y Toyota: “La época de oro en la China de mano de obra barata y estabilidad laboral se ha acabado”. El primer ministro chino pidió un mejor trato para los trabajadores industriales provenientes del campo. ¿Pidió? ¿el primer ministro de la gran potencia emergente? ¿pidió? ¿El máximo dirigente de un país totalitario? ¿Por qué no hacer cumplir las leyes existentes? ¿Por qué no mejorar el marco jurídico laboral? Estimado lector: lea lo que hasta aquí he expuesto, reflexione, saque sus conclusiones. ¿Es este el modelo de desarrollo que queremos para nuestro querido El Salvador? Una dirección político económica donde la estadísticas brillan, las condiciones macroeconómicas son excelentes pero... ¿y el ser humano? El ser humano sale de un tipo de pobreza hacia otro tipo de pobreza; de la pobreza rural a la pobreza urbana cuyas características son más devastadoras: violencia, ausencia de comunidad, ecosistemas destrozados, familias desintegradas, entre otros.
A pesar de la evidencia no queremos entender que el concepto de desarrollo económico no significa progreso humano. Este es un vector de tres características principales: espacio (geografía), tiempo (evolución) y dirección. Los tres componentes tienen límites de implementación: los ecosistemas en una localidad aguantan hasta cierto punto, las poblaciones absorben los cambios a tasas relativamente lentas, y la dirección tiene que ser bien definida y razonada, evitando cambios constantes que crean caos y confusión.
La dirección debe de ser proveída por los gobiernos. El común denominador para un exitoso progreso humano es la educación... No hay alternativa y es un proceso que requiere paciencia. Si FOXCONN es un vistazo de la “tierra prometida”, talvez Schafik tenía razón, mejor volvamos al caballo, la carreta, el candil y la chicha, un mundo ideal, aire sin buseros, caminos sin rastras y trabazones, campos sin represas, cada quien hace su chicha... ¡Salud!
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