Edgar Alfaro Chaverri.27 de Julio. Tomado de Diario Co Latino.
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Sí mis amigas y amigos, si así de fácil fuera cultivar los frutos de la democracia, la justicia y la paz, bien podríamos sembrar el hermoso marañón hoy en la noche, y ya mañana, a más tardar a las 11 en punto, estaríamos licuando los deliciosos frutos para acompañar el suculento casamiento del almuerzo.
Pero cómo se ve que muchos connotados analistas y analistos no saben ni J de nuestra agriacultura.
Bien dice el dicho que por los frutos los conoceríamos, aunque a veces pienso que aquí hubo un errorazo tipográfico, porque a lo mejor lo que querían decir era que por lo brutos los reconoceríamos.
¿Es que se olvidan que hay una famosísima Ley gringa para la Cuenca del Caribe que se encarga de asegurar y recontra requete asegurar los intereses yankees en toda América Latina?
¿Cómo es posible que le estén pidiendo peras al olmo si el proceso apenas va comenzando? Son 500 años contra uno.
En Cuba por ejemplo, para no ir muy lejos, yo sé que la gente siempre ha tenido un altísimo grado de dignidad y cultura, cosa que acá es lo que más brilla por su ausencia en los hogares, ya no digamos en las calles.
Así de simple, entonces, si no tenemos uranio, plutonio, ni petróleo, y con el agravante que al escarbar un hoyo jamás encontraremos oro, plata, esmeraldas ni rubíes, y si partimos del hecho que acá en nuestro medio, el miedo a decir la verdad y a disentir es enorme, pues al osado veraz siempre se le ha pagado con la muerte ignominiosa, es decir untada con difamación y ultraje (léase Monseñor Romero, Roque Dalton, etc.), en este sentido estamos bien chingados, pues ya ni con la honra de la Juana contamos.
Y en cambio, los verdaderos echadores de leña al fuego, suelen venir del extranjero a dictar conferencias para politiqueros que ya están más para allá que para acá, y reciben diplomas y condecoraciones, e incluso hasta aceptan —poniéndose chapudos por la gran vergüenza y no por los flashes de la prensa y los jaiboles— las llaves de la capital.
No, si para hacer lo que están haciendo y seguirán haciendo Cuba y Venezuela se requieren muchos pero muchos años de dignidad y cultura, y ya ni se diga, muchos pero muchos barriles de petróleo.
Es obvio, y lo aclaro, debemos seguir fortaleciendo la dignidad, el respeto y la cultura, para romper de una vez por todas el velo de la ignorancia; y solo así, tendremos los suficientes huevos para desayunar muy saludablemente y afrontar los desafíos de la vida con la cara en alto.
No… si la cosa no es tan chiche, primero tenés que luchar con el mismísimo poder para que no te corrompa; luego tenés que verte en el espejo sin agüevarte, y luego tenés que sostener la mirada ante la comunidad internacional y los gringos; y allí está el meollo del asunto, ¿como nos plantamos ante ellos si no tenemos ni con qué?
Por eso digo, una ruta es por los bienes y recursos naturales del país (inexistentes) y la otra es por la vía de la dignidad y la cultura (igualmente inexistentes).
Entonces ¿qué hacer?, escudriñemos las escrituras en general, no solo la biblia, porque solo con un alto grado de dignidad, se puede reclamar el merecido respeto como nación.
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