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2010/07/29

Co Latino-Cien años de ansiedad en El Salvador: 1910-2010 | 29 de Julio de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Víctor Manuel Valle.30 de Julio. Tomado de Diario Co Latino.

El Salvador actual es, políticamente, la consecuencia de las acciones y omisiones de los salvadoreños, principalmente de los que han conducido los asuntos públicos.
En los últimos cien años, cada 20 años, han sucedido hechos que, históricamente, están relacionados. Veinte años atrás es un tiempo relativamente reciente y, por tanto, es un momento cercano El Salvador dentro de 20 años.
En 1910 fue la campaña para elegir presidente a Manuel Enrique Araujo, asesinado en 1913. Su muerte es aún objeto de especulaciones. Araujo es muy apreciado por los militares. La Escuela de Comando y Estado Mayor lleva su nombre. Un aporte importante de este médico y terrateniente fue la fundación de la Guardia Nacional, de tan ingratos recuerdos y que fue suprimida con base en los Acuerdos de Paz de 1992. La muerte de Manuel Enrique Araujo trajo agitaciones y ansiedades y abrió paso a una serie de gobiernos oligárquico-civiles, principalmente a lo que se conoce como la dinastía Meléndez-Quiñonez.
En 1930, El Salvador pasaba penurias y ansiedades por la crisis económica mundial. Otro Araujo –el Ingeniero Arturo Araujo- fundó el Partido Laborista, se hizo acompañar del Maestro Alberto Masferrer y dirigió una campaña electoral que lo llevó al triunfo el año siguiente, con un gran apoyo popular y simpatías de miembros del recién fundado Partido Comunista.
La campaña y el triunfo fueron un impulso para construir la democracia e iniciar caminos de equidad en el país. Arturo Araujo sembró esperanzas; pero el terreno tenía malezas y raíces de explotación y represión contra los sectores populares. El derrocamiento del  breve gobierno de Araujo, en 1931,  abrió paso a la dictadura militar que se inauguró con la masacre de 1932.
En 1950 y en los albores de la guerra fría, un gobierno de facto, que tuvo la osadía de llamarse el gobierno de la revolución del 48, promulgó la Constitución Política de 1950 la que, según muchos entendidos, modernizaba al Estado salvadoreño. Famoso es su artículo que reconoce la propiedad privada en función social.
A la postre se vio que, como dice el pueblo, el papel aguanta de todo y la modernidad y el progreso esperados no llegaron o no lograron cambios profundos. Ojalá la tal función social se hubiera concretado en abrir empleos decentes, pagar salarios dignos y pagar impuestos justos. Con eso bastaba.
En 1970,  El Salvador aún se conmovía por la absurdidad de la guerra con Honduras. Ese año, la Asamblea Legislativa convocó al Primer Congreso sobre Reforma Agraria. Se abrió el debate sobre un problema medular en las injusticias del país. Fue la ocasión de airear, desde un espacio oficial, discusiones sobre los grandes problemas de El Salvador. Hubo atisbos de visiones esperanzadoras que, al final, no se concretaron.
En abril de 1970, Salvador Cayetano Carpio, líder obrero de gran presencia en las luchas populares, fundó las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí”, con innegables efectos en la historia reciente y la situación actual de El Salvador. Meses antes, Cayetano Carpio renunció de su cargo de Secretario General del Partido Comunista, por discrepancias con otros dirigentes en cuanto a la posición del Partido en relación a la guerra con Honduras y al tipo de lucha para alcanzar el poder político.
En 1990, veinte años y 100.000 muertos después, cuando la guerra fría se había evaporado y la ofensiva del FMLN de noviembre de 1989 había puesto en evidencia un empate militar, el Secretario General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, por mandato del Consejo de Seguridad, facilitaba la reunión de abril de 1990, en Ginebra, para que el FMLN y el Gobierno iniciaran una negociación que dio curso a los Acuerdos de Paz en El Salvador.
Ese mismo año, la negociación dio su primer fruto histórico: el Acuerdo sobre Derechos Humanos, suscrito en Costa Rica. Fue un año de ansiedades y esperanzas. Es bueno recordar que la mitad de la población actual de El Salvador ha nacido después de 1990.
Veinte años después, en el actual 2010, nos encontramos con un gobierno de izquierda que brega por hacer bien las cosas, en medio del acoso de los sectores conservadores y de  ansiedades de algunos compatriotas que votaron esperanzados.
La situación es crítica. Se viven muchas ansiedades. El miedo que prevalece tiene bases muy concretas. La gente está insegura. Al decir de Belisario Betancur en el informe de la Comisión de la Verdad, con los Acuerdos de Paz, pasamos de la locura a la esperanza. Ahora se siente que, otra vez, hemos pasado de la esperanza a la locura. El bus quemado y sus pasajeros calcinados  en Mejicanos, en junio recién pasado, es un símbolo de esta  demencia cruel.
En El Salvador, esta matriz socio-cultural de atrocidades contra la vida humana es, tristemente, antigua y producto de un largo proceso de aprendizaje. Los achicharrados y los descuartizados no los inventaron los mareros-pandilleros, ellos perfeccionaron la barbarie. Ver el cortísimo film “Masacre La Joya, 1982”, sobre un hecho cruel en el Cantón La Joya, del Departamento de la Paz, con testimonios de sobrevivientes sobre quemados y descuartizados.
Ojalá los planteamientos de Alberto Masferrer y Arturo Araujo en 1930, los postulados de la Constitución de 1950, las  propuestas de cambios sociales en el Congreso de Reforma Agraria de 1970 o los principios orientadores de las negociaciones de paz en 1990 se hubieran llevado hasta las últimas consecuencias. Otros gallos estarían cantando en nuestros amaneceres.
¿Cómo será El Salvador en el 2030? Pensemos y actuemos. El Salvador, aunque haya vivido la condena de cien años de ansiedad, ha tenido más de una segunda oportunidad sobre la tierra. No sigamos echando las oportunidades por los albañales de la historia.

Cien años de ansiedad en El Salvador: 1910-2010 | 29 de Julio de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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