Teresa Guevara de López.25 de Julio. Tomado de El Diario de Hoy
Cuenta una antigua leyenda que un apuesto y ambicioso joven soñaba con escalar altas posiciones en un lejano reino. Logró el favor de la bella princesa, enamorada perdidamente del galán, que le prometió joyas, trajes, carruajes y caballos. Palacios lujosamente decorados y jardines de ensueño. Realizada la boda, al preguntar la ilusionada novia por las maravillas prometidas, el joven respondió con gran aplomo, que era ella la que las tenía que hacer realidad.
Una de las más atractivas promesas del Presidente Funes, era crear una fábrica de empleos. Algunos la imaginaban como un sitio de Internet, ofreciendo miles de oportunidades, para profesionales, técnicos, artistas y todas las ramas del saber. Otros, visualizaban un inmenso edificio, donde personas currículum en mano, esperaban ilusionadas llenar una solicitud de trabajo.
Meses después, cuando miles se habían quedado sin trabajo y la recuperación económica se veía cada vez más lejana, en una reunión con los principales empresarios del país, el Presidente tuvo a bien advertirles, que ellos eran los que tenían que levantar la fábrica de empleos que él había prometido. Lástima que la antigua leyenda del galán embustero, no nos diga la reacción violenta o llorosa de la pobre princesa engañada.
Pero la realidad salvadoreña tiene un capítulo mucho más cruel. Y es que tras el terremoto de Haití, las maquilas textileras buscan nuevos países para operar y poder cumplir con los pedidos de los clientes de USA. Gran oportunidad para El Salvador, que tendría casi 12,000 nuevos puestos de trabajo, mediante el establecimiento de jornadas laborales de 12 horas, 3 ó 4 días a la semana, dejando los días restantes para disfrutar con la familia y tener otra ocupación.
Pero todo fue ilusión, pues esos 12,000 puestos de trabajo beneficiarán a hondureños y dominicanos, porque aquí, la señora Ministra de Trabajo no permite la jornada de 12 horas. Inútil argumentar que ya en el país existen gremios como los guardas de seguridad, meseros y otros, con jornadas más extensas.
Incluso los ocho sindicatos más importantes de la industria no tienen objeción, ya que sus representantes han estado muchos años en el sector y por conocerlo, no les asusta. Saben que funciona, que a los trabajadores se les pagan horas extras, prestaciones y vacaciones y gastan menos en bus y alimentación. ¿Qué intereses tendrá la Ministra para rechazar la respuesta de la empresa privada a la creación de la prometida fábrica de empleos?
Es preocupante la actitud del Ministerio ante los abusos cometidos por el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz, de tomarse con violencia conocidas empresas, que fueron defendidas heroicamente por sus propios trabajadores. Sin embargo, las resoluciones emitidas por el Ministerio son totalmente arbitrarias e ilegales, contrarias a los intereses de las empresas y de sus trabajadores.
Una de ellas, es la que ordena "una nivelación salarial, tomando como base el salario más alto de un trabajador, ponerlo como parámetro de base y equiparar los demás salarios, sin tomar en cuenta especialización, años de servicio y experiencia en la materia, para evitar discriminación salarial y laboral…"
Resolución típica de los estados totalitarios, donde se rechaza el esfuerzo y el deseo de mejora personal, que permite a las empresas crecer y crear incentivos para premiar a sus trabajadores. ¿Cuál es el mensaje que el gobierno del cambio está dando a la nación? ¿Es ésta la preocupación por lo social y el deseo de acabar con la pobreza? Los que votaron por el FMLN, los muchos desempleados, los injustamente despedidos en el sector público, tienen pleno derecho a exigir una explicación a la Ministra de Trabajo y al Presidente de la República.
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