Comentarios mas recientes

2010/04/24

LPG-Zaqueo, ejemplo de servidor público

La política salvadoreña parece ser un misterio: poco sale a la luz pública, y lo que sale es difícil de descifrar. Pero, cuando las cortinas no logran cubrir lo que está tras ellas, se ve una realidad distinta a la que está a los ojos del público, adonde se profesa honestidad, respeto y buenas intenciones. Se ven sombras de corrupción, mentira, codicia, ambiciones, egoísmo y mucho más.

Escrito por Samuel William Ortiz Dauber. 24 de Abril. Tomado de La Prensa Gráfica.

Esto no es nuevo para nadie y en el caso de la corrupción es indudable que no excluye a ninguna bandera política. Es común escuchar frases como “todos los políticos en este país son corruptos...”. Y es así como la palabra “corrupto” es un adjetivo que suele colocarse a la par de nombres de muchos servidores públicos de todo nivel y rango en este país. La corrupción tiene mil disfraces, y nos busca engañar sigilosamente a creer que inteligente es el que logra salirse con la suya sin ser atrapado. Me pregunto ¿dónde esta el temor de Dios en estos hombres y mujeres que deciden arrodillarse ante el dinero, el dios que, según ellos, los protegerá y les dará la felicidad y el poder?

Si el árbol se conoce por sus frutos, ¿qué tipo de árbol será el árbol de la política salvadoreña? Ojalá fuera un sicomoro. ¿Por qué? Pues en este árbol se subió una vez Zaqueo, funcionario público de la época de Jesús, cuya historia nos enseña que Dios es el único que puede inspirar el verdadero cambio en los servidores públicos y en la sociedad.

Zaqueo era un cobrador de impuestos que se robaba el dinero que recolectaba y se había hecho muy rico. Un día Zaqueo supo que Jesús iba a pasar por su pueblo y mientras pasaba se subió a un sicomoro para verlo. Jesús se fijó en él y esto inició el cambio en su vida que lo llevó a decirle a Jesús algo impresionante: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más”. Qué digno ejemplo, el corrupto al estar verdaderamente ante Dios, conmovido, reconoce sus ofensas a Él, decide actuar y compensar el daño causado. Sorprende también cómo Jesús sabiendo cómo era Zaqueo, no lo CONDENA, sino que le AYUDA.

¿Qué podemos hacer ante un problema tan palpable como la corrupción? El cambio verdadero que anhelamos en la sociedad será producto del cambio en cada persona que la conforma. Zaqueo nos lo demuestra, su apertura a Dios lo transformó para su bien y el de la sociedad. Por ello, le apuesto a las palabras que Jesús le dijo: “Baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa”. Estas palabras tienen fuerza al día de hoy, son una invitación a los servidores públicos salvadoreños a que le abran la puerta a Dios, LES CONVIENE. Pudieran hacer tanto más bien si se dejaran inspirar por Dios. Seguramente los inspiraría a actuar éticamente, a estar satisfechos con su salario, a no hacerse el del ojo pacho, a no tolerar cuando sus propios correligionarios quieren hacer negocios sucios, a pensar primero en el bien común antes del bien de su propio partido o el suyo personal... tantas cosas, nobles y buenas. Mi esperanza es que los servidores públicos salvadoreños se “suban a un sicomoro” y vean a Jesús, que es el único que puede ayudarlos a ser éticos en un mundo corrompido. Para que así como dijo Juan Pablo II “salgan de su egoísmo” y “dejen de vivir para sí mismos, y se orienten hacia los demás...”.

Zaqueo, ejemplo de servidor público

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.