Comentarios mas recientes

2010/04/07

EDH-La Iglesia no ha fallado

Escrito por Luis Mario Rodríguez R.07 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.

Ahora es el momento en el que los creyentes debemos reconocer con firme convicción nuestra identidad con la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica. Ahora es el tiempo de la fidelidad y de afianzar la roca en la que está fundada nuestra fe: el amor a Dios. Así lo dijo en su testimonio un miembro de los Legionarios de Cristo a quien los visitadores de la Santa Sede consultaron "si había perdido el piso" cuando sus superiores le informaron sobre los comportamientos inmorales en la vida de su fundador: "Yo no estaba fundado en la persona de nuestro fundador. Se me desmoronaron las agarraderas humanas y eso es duro, pero la roca sobre la que estoy fundado está firme. Es la roca del amor de Dios. Estoy fundado sobre la certeza de que esta obra es de Dios y es a Dios a quien me he consagrado. Tengo el ancla echada para arriba. Y allá arriba hay roca firme. No perdí el norte. Mi modelo es uno: Jesucristo. Amo a Cristo más que nunca".

Los que han fallado por tanto, como bien lo dijo el Padre Rafael, párroco del Santuario de la Inmaculada Concepción en Ataco, son algunos sacerdotes que apartándose de su vocación, han preferido dar rienda suelta a las tentaciones evitando alejarse de las ocasiones de pecado. La Iglesia sigue estando ahí, siempre pura, siempre santa, para que todos continuemos pidiendo la gracia necesaria que nos permita orientar a nuestros hijos, cónyuges y amigos, en el camino de la santidad para que la vida ordinaria sea el ambiente en el que vivamos la fe, la esperanza y la caridad.

Los sacerdotes son los más expuestos a las tentaciones del mundo. "Las personas esperan de ti que seas como Cristo. Y tú sabes bien que eso te desborda, te excede. Las personas vienen a ti para conocer la voz de Dios, para recibir el perdón de Jesús. No puedes defraudarlos. Tienes que aprender a convivir con esta paradoja en tu interior y en tu conciencia. Caminar sobre las aguas sin hundirte…" (P. Evaristo Sada, L.C.). Por esta razón, los católicos debemos encomendar su misión diariamente, rogando que en su vida esté presente constantemente la gracia para que eviten el pecado, principalmente cuando sus acciones, como ha ocurrido, puedan rayar con el delito afectando la vida de seres inocentes.

"Sigo siendo católica por amor a la Eucaristía, al Espíritu Santo y a la Virgen María". Esta fue la respuesta categórica que me dio una persona muy querida, víctima de abusos por parte de un sacerdote, tras consultarle por qué seguía profesando la fe católica y educando a sus hijos en nuestra religión. "¿Por qué seguir en la religión católica? Entendí y aprendí, me dijo ella, de la forma más fea el amor de Dios y la fuerza de la Eucaristía. ¿Te podes imaginar recibir la Eucaristía de manos tan sucias? No podía hacer más que cerrar los ojos y sentir y vivir que era el mismito Dios en mi boca sin importar las manos de quien venía; si abría los ojos vería únicamente al hombre que me quitaba la inocencia. La comunión para mí fue la salvación. Así, desde chiquita, pude y sigo palpando la mano de Dios en mi vida a través de la vida cristiana: la Oración, el Padre Nuestro, la Virgencita, San Judas Tadeo, los Ángeles, el Santísimo Rosario, la Misa, etc. Pero nuevamente tuve a unos padres que sin duda fueron iluminados por Dios para guiarme con dulzura, fuerza y principalmente con ejemplos palpables. No tienes idea de cómo me duele ver a mis hermanos flaquear en la Fe por los eventos que me pasaron a mí... Con esto te quiero decir que el reparo moral, espiritual y civil no es solamente a las víctimas sino a sus familiares... Padres para guiar y hermanos para sobrevivir en la Fe. En lo personal el ejemplo que trato de dar no es sólo para mis hijos sino para mis hermanos..."

Este testimonio, que se explica por sí solo, nos puede ayudar a todos a comprender el amor tan grande de Dios para sus hijos. Una niña abusada, ahora una madre fiel y devota a la fe que sus padres le inculcaron. Una mujer que lleva en su corazón ese dolor, pero que ha sabido transformarlo en gracias y bendiciones para sus hijos, practicando el perdón, la caridad y principalmente, promoviendo la esperanza de mantenernos firmes, pues los hombres han fallado, no la Iglesia ni mucho menos nuestro Señor.

Crecí arropado por la religión católica; mis padres son fieles devotos de la Iglesia y practicantes asiduos de los sacramentos. Su ejemplo, rico en acciones, creó en mí una fiel devoción a Dios y a nuestra buena Madre María, que ahora intentamos trasladar con mi esposa a nuestros amados hijos. En el mundo de hoy, donde las relaciones sociales, el consumismo y el éxito constituyen los principios orientadores que los padres inculcan a su descendencia, hacen falta hombres y mujeres con sólidas bases religiosas, que reflejen valentía y que defiendan su fe, la transmitan sin ninguna vergüenza e impidan que la decadencia de los valores fundamentales de la familia continúe ganando terreno en un mundo donde el divorcio, las relaciones extramaritales, la droga, el hedonismo y la falta de amor al prójimo, parecen estar sustituyendo las virtudes del amor, la solidaridad y la fidelidad.

Hoy más que nunca debemos lanzar el ancla para arriba, rezar porque las víctimas encuentren sosiego en su alma y en el corazón, y pedir a Dios que siga dándonos vocaciones santas que continúen evangelizando y pescando hombres de buena voluntad.

elsalvador.com :.: La Iglesia no ha fallado

2 comentarios:

  1. Como va a ser esta dramatica anecdota un vehiculo para mas facil comprender el amor tan grande de Dios para sus hijos!!!. No entiendo esto. Denuncien al pedofilio, quien sabe cuantas cipotitas mas ha violado. El deber de todo ciudadano es hace el maximo por levar a la justicia a los violadores. Ningun violador puede ser o haber sido un mensajero de Dios. Esas son boberias.

    ResponderEliminar
  2. Con todo respeto por el sufrimiento de las victimas de los curas pedofilios pero la correcto es denunciarlo no por venganza si no para salvar al resto de la comunidad de tal bestia y quizas hasta salvarle a el de el mismo.
    Aqui quizas valga la pena aclarar que el abuso sexual es el detestable, el delito y el cura lo comete por la posicion de confianza y de digamos autoridad que el ejerce sobre sus feligreses. Igual de condenables son los abusos de cualquier tipo que religiosos de cualquier variante cometan asi como los delitos de los empresarios, de los patronos con las sirvientas, de los jefes con los subalternos.. etc.. no podemos dejarnos engañar y pensar que el delito de un cura es mas delito que el de cualquier otro. Todo abuso sexual es condenable y hay que denunciarlo.

    ResponderEliminar

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.