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2010/04/06

EDH-Haciendo de la salud una "república popular"

 En los diez meses que llevan al frente del Ministerio de Salud, se ha actuado con el hígado y, además, exhibiendo ignorancia y falta de organización.

Editorial.06 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.

in contar con la experiencia práctica y las cualificaciones morales requeridas, las y los encargados del Ministerio de Salud Pública quieren caerle encima a todo lo relacionado con la salud de la gente, para lo cual han presentado un proyecto de ley aberrante e inconstitucional.

El claro objetivo es implantar en nuestro país, hasta ahora libre y democrático, el sistema prevalente en Cuba, sistema desastroso, como desastre es todo en esa enorme cárcel. Lo más probable es que quienes terminarán dirigiendo el programa serán agentes cubanos, como está sucediendo en muchas instituciones.

En los diez meses de este gobierno, el desmantelamiento de entidades, organizaciones de servicio e instituciones, ha avanzado las más de las veces en la sombra; otras, a la luz pública. Lo más repugnante ha sido la destitución sin aviso y sin que cada puesto haya sido evaluado, de personal con experiencia y especialistas, lo que ya tuvo sus graves consecuencias con el torpe manejo de los brotes de dengue, diarreas y H1N1. Médicos con muchos años de ejercicio profesional, en quienes se invirtieron fondos públicos para capacitarlos, fueron trasladados a clínicas de barrio para entregar sus cargos a parcheros graduados en Cuba y a activistas políticos. Un resultado es la falta de medicinas en los hospitales.

Si eso ha venido sucediendo, no cuesta anticipar las cacerías de brujas, arbitrariedades y truculencias que se harían con todo lo relacionado con la salud.

Nunca administraron una tienda de barrio

Lo que se pretende es poner en manos del Ministerio facultades para autorizar el uso de nuevos medicamentos e interferir en todo lo relacionado con el ejercicio de la medicina, incluyendo controlar precios. Lo que ahora corresponde a asociaciones profesionales y en las que tienen representación los fabricantes de fármacos, se entregaría a politicastros, anulando un principio básico de control sobre el quehacer de las burocracias: establecer pesos y contrapesos en las decisiones y procederes de organismos públicos.

Los regímenes autoritarios propician la formación de pacotillas de poder en cada dependencia y entidad estatal, en las que argollas internas, tráfico de influencias, la adulación y la supresión de la crítica toman control en menoscabo del interés público. Cada sector de la administración pública se transforma en el personal feudo de aquellos que gozan del favor de los cabecillas del partido.

Pero a esto, de por sí pernicioso para cualquier país, se suma una realidad adicional: las previas ejecutorias y manifiesta incapacidad administrativa de las personas que están ahora a la cabeza del sistema.

Para que una institución pueda cumplir bien con sus responsabilidades, es fundamental que quienes la dirigen no sólo sean versados en el manejo de entidades de servicio y administración de personal, sino que además tengan la experiencia y la disposición de evaluar con objetividad las disyuntivas y problemas que se van presentando. Pero eso es precisamente lo que no han hecho, pues en los diez meses que llevan al frente del Ministerio de Salud, se ha actuado con el hígado y, además, exhibiendo ignorancia y falta de organización.

El Ministerio ha quedado en manos de personas que nunca han trabajado por cuenta propia, que nunca administraron siquiera una tienda de barrio, que tienen años de no ejercer profesionalmente y que han dejado una estela de barbaridades en sus previas actuaciones, como haber convertido a la capital en un gigantesco basurero.

elsalvador.com :.: Haciendo de la salud una "república popular"

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