Escrito por Ricardo Esmahan. 06 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.
Recientemente se hizo público que CEPA invertirá este año 7.5 millones de dólares en equipo e infraestructura para iniciar la operación de recepción de contenedores en el Puerto de Cutuco. Inversión que no se espera le permita al puerto trabajar a su capacidad. Para este año se estima que sólo se podrán recibir barcos pequeños de 2,500 teus, con un flujo limitado de 50,000 contenedores el primer año. Estiman que la operación 2010 podría dejar pérdidas de 2 millones de dólares. Y lo más preocupante es que el puerto aún no tiene asegurados los clientes.
Todo apuntaba a que fuera una apuesta clara: "la modernización de nuestros sistemas portuarios como la oportunidad que tenemos para convertirnos en un "Hub" marítimo regional del Pacífico". Pero para hacer realidad esta apuesta no sólo necesitamos las inversiones "ad–hoc", sino contar con una administración de primera, un conocimiento profundo del negocio marítimo, la capacidad de generar negocios a través de redes y tener poder de negociación frente a las navieras. Se ha señalado por conocedores que CEPA no posee estas capacidades, de ahí que la propuesta de concesionar con un enfoque de empresa mixta resulte ser opción conveniente y estratégica.
El debate de los últimos años ha puesto énfasis en cuánta plata puede o no aportar el Estado a este tipo de inversiones, pero no se ha dicho mucho de la transferencia tecnológica y del "know how", de los conocimientos sobre operación portuaria que como país adquiriremos al contar con un socio estratégico con experiencia probada.
No se trata de que al tener una infraestructura portuaria moderna, instantáneamente se genere la demanda necesaria para el punto de equilibrio. Además, se requiere hacer una constante labor de negociación con diferentes clientes potenciales que operan a nivel global e internacional, para que sea atractivo el proyecto para que las empresas navieras extranjeras vengan a operar al país, algo que solamente un socio estratégico con experiencia y contactos puede lograr.
Desde 1961, CEPA ha invertido cerca de $31 millones en equipo, por ello, al concesionar se le exigiría al socio estratégico que invierta una cantidad importante y en un período corto de tiempo. Esta inversión significaría un monto mucho más alto de lo que ha invertido CEPA en los últimos 50 años. Me imagino que renunciar a la posibilidad de que un socio privado participe, sería condenar el proyecto portuario a su fracaso, pues el país no cuenta ni con los recursos ni con la experticia institucional suficiente para impulsar el desarrollo de nuestro sistema portuario.
Es de resaltar el pragmatismo del presidente de CEPA, que a sabiendas que estamos verdes para convertirnos en un "Hub" marítimo regional, proyecte arrancar las operaciones lo más pronto posible con recursos propios o por medio de préstamos. Impulsar este proyecto, el que promete convertirse en un importante polo de desarrollo regional, es simplemente impostergable.
Este tema que es de país no se puede politizar, menos hoy en el contexto económico actual nada favorable. Continuar retrasando la puesta en marcha de este proyecto le costará caro al país, pues la competencia está intensa y otros países de la región como México, Colombia y Perú están avanzando en el desarrollo de sus sistemas portuarios y posicionándose como centros de desarrollo logístico.
En el índice de la UNCTAD de conectividad de líneas navieras, El Salvador se ubicó recientemente en la posición 91 de 162 países, por debajo de Guatemala, Costa Rica y Honduras. La concesión y el desarrollo de nuestro sistema portuario cambiarían a favor esta situación. Es mi sincero deseo que al echar andar esta iniciativa, CEPA encamine de forma exitosa un tema tan importante para nuestro desarrollo.
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