La nota del día: Llegó la garduña de plazas al Seguro Social

Esto tendrá consecuencias terribles en la salud y la vida de un enorme número de pacientes. No van a tratarlos los que más saben, sino los que intrigaron y a pura presión llegaron donde están

Editorial. Jueves 17 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.

En este último par de semanas le tocó al Seguro Social pasar por la garduña de empleos. Con cada cambio de gobierno hubo reestructuraciones, traslados, nuevos nombramientos, despidos y evaluación de personal. Eso era antes. Ahora no se reestructura ni menos se analiza; sacan gente a como dé lugar para colocar partidarios pese a ser incapaces.
En el Seguro han trasladado a profesionales de larga experiencia y muy responsables a puestos inferiores para poner en su lugar a sindicalistas. En prácticamente todas las jefaturas hay nuevos jefes cuya única cualificación es haber participado en huelgas, bloqueos, boicots, marchas y desórdenes.

Lo que no entienden ni aceptan los que ahora dirigen el ISSS es que pese al desorden de la institución, las jefaturas estaban en manos de personas que llegaron a sus puestos a puro esfuerzo y conocimiento. La mayoría de ellos se graduó en cursos especializados, fue entrenada en otros países, tuvo éxito en los concursos para optar a plazas y se destacó por su abnegación en el trabajo.

Pero casi de entrada los sindicalistas los acusaron de corruptos sin presentar prueba alguna, de estar ligados al anterior partido en el gobierno y de irrespetar la libertad sindical. Su principal falla, sin embargo, fue no haber tomado parte en las agresiones de los sindicalistas contra los pobres asegurados.

Es debido a ello que cirujanos cardiovasculares, oncólogos, expertos en enfermedades renales y así en adelante, están dando consulta de nivel primario en unidades de salud.

Esto que sucede es muy grave por dos razones, a saber:

La primera, que el capital invertido en capacitar especialistas se pierde, sin que haya manera de reponerlo. Se pierden los cursos impartidos, se pierden los viajes de estudio y las becas en el exterior, se pierde el esfuerzo personal de los médicos para aprender nuevos métodos y profundizar en una especialidad, se pierden los sacrificios personales de las familias de esos especialistas que usan parte de sus ingresos y tiempo para que prosigan estudios. Esos son haberes muy importantes de los salvadoreños que de un plumazo se destruyen.

Cada ignorante es un cuello de botella

Pero hay otro aspecto todavía más aflictivo: que en vez de quedar las jefaturas en manos de profesionales que saben y que han adquirido "ojo clínico" (madurez) a base de esfuerzos e inteligencia, ahora se ocupan por individuos sin mayor preparación profesional.

Esto tendrá consecuencias terribles en la salud y la vida de un enorme número de pacientes. No van a tratarlos los que más saben, sino los que intrigaron y a pura presión llegaron donde están. La mala praxis, las muertes y las lesiones causadas por malos diagnósticos, los diagnósticos de ignorantes, se van a multiplicar.

Se juega con la vida de la gente, de la gente que paga sus cuotas y de los empleados de empresas que invierten mucho dinero en ellos.

En todo el sector público, en ministerios, dependencias, direcciones generales, autónomas, etcétera, o llegó la plaga de la garduña por los empleos, o está a punto de caerles encima. Lo terrible es que esos improvisados no saben cómo resolver la mayoría de casos que les llegan, formándose cuellos de botella que entorpecen la labor del conjunto. Pero además perjudican al público al entregar el desempeño de funciones vitales a ignorantes, sólo por el color de sus camisas.