Escrito Norma Guevara de Ramirios. Lunes 21 de Septiembre. Tomado de Diario Co Latino.
Desde 1994, después de las elecciones, quedó absolutamente claro que nuestro país necesita en mucho, reformar su sistema electoral. Ahora después de los dos procesos electorales de enero y marzo de 2009, las misiones de observación, todas, han subrayado la necesidad de hacer reformas. Una de esas reformas pendientes, es la relacionada con la norma para asignar los Concejos Municipales. Ha llegado la hora de que quienes se resisten por aparente conveniencia, reflexionen sobre este particular y faciliten el cambio.
Somos el único país en Latinoamérica, que tiene como regla, el ganar un Consejo Municipal Completo o perderlo por un voto de diferencia respecto a su más cercano contendiente; esto significa que en la mayor parte de municipios, con menos de la mitad de los votos válidos, un partido o coalición, se lleva todo el Concejo. Es preciso subrayar el hecho de que somos el único país que tiene esa regla; en el resto de países, las cosas son diferentes, los gobiernos locales son integrados por dos o más partidos en dependencia del apoyo que la ciudadanía le haya otorgado en las elecciones.
Aunque abundan las leyes que establecen la obligación de los Concejos Municipales de promover la educación cívica y la participación de la ciudadanía, la forma más efectiva de hacer que la ciudadanía se sienta parte del Gobierno local es hacerle sentir que su opinión política cuenta, que las personas o posiciones políticas que respalda hacen sentir su voz en el quehacer político y además que ellos y ellas facilitan la convivencia política entre personas con posturas diferentes.
En Concejos ganados en Coalición, algo de este aprendizaje transcurre; el temor a ejercer gobierno en presencia o contando con otros, se asimila bien; por eso es que se precisa establecer una normativa electoral que extienda esta posibilidad y haga mucho más representativos a los gobiernos locales.
El Artículo 85 de nuestra Constitución, establece que las normas del sistema electoral deben enmarcarse en el principio de la representatividad, y al examinar la forma de declarar un ganador en las elecciones presidenciales encontramos que se exige mayoría absoluta, se debe ganar la mitad más uno de los votos y si esta circunstancia no se diera, se debe ir a una segunda vuelta a resolver entre los dos partidos o coaliciones que hayan obtenido más votos, de ese modo la legitimidad de la presidencia, su representatividad se reafirma.
Si vemos el conjunto de la Asamblea Legislativa, se asigna ganadores, por un sistema que asegura representación de mayorías y minorías mediante el establecimiento de cocientes y residuos mayores; pero en el caso de los Concejos Municipales se asigna la totalidad al partido o coalición que tenga mayoría simple.
Esa mayoría simple en algunos casos es minoría, si se le compara el resultado sumado que obtuvieran el resto de contendientes.
La regla a establecer para cambiar esta situación será la expresión de voluntad política, reflejo de madurez democrática y de capacidad de lograr la combinación de gobernabilidad y pluralismo.
Los alcaldes y las alcaldesas, los síndicos y síndicas, los regidores y regidoras, son generalmente personas que logran aprender a escuchar puntos de vista diferentes, porque aún en circunstancias como la que tenemos ahora, donde un mismo partido tiene todos los espacios no significa que no tengan perspectivas diferentes a la hora de discernir el modo de resolver problemas o de inventar las novedades; ¿porqué entonces detener el paso de establecer concejos pluralistas?
En la Comisión de Reformas Electorales de la Asamblea Legislativa se discute el tema, se constata que el análisis de los efectos de una reforma es ganancioso para todos los partidos y por supuesto para la ciudadanía; es tan mala la regla actual, que al cambiarla por otra, todos ganaríamos.
Ganará la ciudadanía, la calidad de la democracia al enriquecer el fundamento de las políticas locales, los partidos en sus estructuras locales contarían con el incentivo de participar más que lo que se hace ahora.
Se discute una regla que asegure al partido o coalición que gane mayoría simple, contar automáticamente con el Alcalde o Alcaldesa, el Síndico o la Síndica y una cantidad de Regidores Propietarios suficientes para tomar decisiones.
Esto permitiría que en dependencia del respaldo ciudadano ganado así su margen de presencia en el concejo se agrande, pero quien no ganando mayoría simple gana suficientes votos para tener regidores propietarios y suplentes en condición de minoría, también será parte del Concejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.