Los medios de comunicación fueron silenciados tras un decreto ejecutivo de estado de excepción dictado por el gobierno de facto, pero no aprobado por los diputados. Micheletti analiza retirarlo.
Escrito por Mario Paz/Borman Mármol. Martes 29 de Septiembre. Tomado de La Prensa Grafica.
"Ultima hora! Última hora! ¡Última hora!”, se grita constantemente en las marchas de la resistencia. Lo dicen como broma, con sorna, en alusión al canal Cholusat Sur, el 36 en el sistema de cable de Honduras, que pasa continuamente estos segmentos.
“¡Otra última hora!”, repiten al momento. Todos ríen. Las continuas “¡últimas horas!” de Cholusat salieron del aire ayer luego de que a eso de las 6 de la mañana el gobierno cerrara el canal. Además de la estación de televisión también fueron canceladas las señales de las radios Catracha, Globo y 104.5, todas de marcada oposición al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti.
Policías encapuchados llegaron a los medios de comunicación y se llevaron computadoras y aparatos de transmisión, amparados en un estado de excepción que el gobierno de facto decretó el domingo en la noche con una vigencia de 45 días.
El decreto ejecutivo supuestamente se apoya en el artículo 183 de la Carta Magna de Honduras. Entre otras cosas, permite la suspensión de las garantías personales y constitucionales cuando la seguridad del país está amenazada.
Así, quedan prohibidas las reuniones con fines políticos, la marcha conjunta de más de cuatro personas, la toma de edificios públicos y las situaciones o críticas ofensivas a los funcionarios públicos.
Ayer en la tarde, el decreto no había sido aprobado en el Congreso Nacional, el cual le pidió al presidente de facto su revisión para no ser aprobado. De hecho, Micheletti indicó, después de encontrarse con el presidente del legislativo, Alfredo Saavedra, que podía estudiar la derogación del decreto.
No obstante, los cuatro medios de comunicación fueron cancelados y se impidió la movilización de la marcha de la resistencia, aunque pocos acudieron al llamado del depuesto Manuel Zelaya para mover al país completo.
Micheletti manifestó que valoraría la petición de los diputados y discutiría con la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Supremo Electoral la posibilidad de revertir el decreto en el menor tiempo posible.
Las razones brindadas por la Policía hondureña al cerrar los medios de comunicación indican que se debe a que “están incitando a la violencia”.
“No está mal que ellos disientan con el gobierno, pero no pueden hacer un llamado a la violencia”, apuntó Orlin Cerrato, portavoz de la Policía.
“Esta es la muerte de la emisora y un atentado contra la libertad de expresión”, acusó Alejandro Villatoro, dueño de Radio Globo, y que fungió como ministro sin cartera en el gobierno de Zelaya, en declaraciones a un grupo de periodistas.
Andrés Pavón, presidente de la Comisión Hondureña de Derechos Humanos, aseguró que el cierre era ilegal, pues el artículo 73 de la Constitución asegura que los medios no pueden ser cerrados bajo ninguna circunstancia.
Las protestas
La situación se perfila insostenible, sobre todo para la resistencia, que aseguró ayer que el único objetivo del decreto es impedir la movilización de las organizaciones sociales, que piden la restitución de Zelaya y la inclusión del cambio de la Carta Magna, a través de una cuarta urna instalada en las elecciones de noviembre próximo.
“Es una autoridad que no existe; con solo estar presentes aquí estamos rompiendo este decreto”, apuntó Israel Medina, miembro de la resistencia
Los zelayistas trataron ayer de negociar con la Policía el desplazamiento de la marcha hacia la Embajada de Brasil y hacia los medios de comunicación cerrados. Para poder movilizarse, las organizaciones sociales debían enviar una carta a las autoridades, explicando que se comprometían a hacer el recorrido de manera pacífica.
“No podemos pedir permiso, eso sería darle derecho a un gobierno que es ilegal”, dijo Medina. La marcha quedó sitiada por la Policía frente a la Universidad Pedagógica, en Tegucigalpa.
Es normal que la derecha se quede calladita, calladita ante estos bochornosos actos. Somo nosotros los que tenemos que denunciar a todo pulmon y dejar establecido una vez mas, el caracter antidemocratico de nuestras derechas. Quizas... hay que esperar que algun dia maduren lo suficiente como para entender que este tipo de medidas son antidemocraticas y la unica manera de lograrlo es denunciandolo. Asi que el silencio derechista es logico en el atrazo en el que viven. Lo que no es logico es que los medios de comunicacion e instituciones progresistas se queden calladas.
ResponderEliminar