“Nació la iniciativa para insertar a Centroamérica a la industria espacial, a partir de un proyecto en marcha, el desarrollo de un motor espacial poderoso a plasma, que desarrolla el científico y astronauta tico Franklin Chang.”
Escrito por Rafael Castellanos.27 de Julio. Tomado de La Prensa Gráfica.
El sábado pasado se lanzó en Liberia del Guanacaste tico una iniciativa excelente para dejar de ver a corto plazo, abandonar nuestras visiones enanas, nos propone convertirnos en una región que ingrese a la industria aeroespacial, a partir de algo que ya está en marcha.
¿De qué locura habla este? se preguntarán algunos. Ninguna locura, esta iniciativa que puede cambiarle la cara al desarrollo de la región nace montada en un proyecto aeroespacial en marcha, que se inició como un sueño hace años, el desarrollo y construcción de un motor a plasma, de gran potencia, para ser usado en el espacio exterior.
La historia nació cuando el astronauta y científico tico Franklin Chang, el que más viajes al espacio tiene, decidió perseguir su sueño desarrollándolo simultáneamente en Houston y Liberia. Aprovechó que los estatutos de la NASA dan pie para involucrar a privados en sus operaciones, para bajar sus costos.
La ventaja de la patente del Dr. Chang-Díaz es que el plasma pesa muy poco comparado con los combustibles convencionales, que son complicados de subir al espacio. Este se producirá en el motor ya en el espacio, por impulsos de radiofrecuencia que desencadenan temperaturas de un millón de grados, impulsando el motor con gran potencia.
Esos motores servirían a adaptados a naves para mover carga espacial y llevar tripulaciones a Marte y el espacio profundo. Moverían carga desde reposicionar miles de satélites útiles en órbita, que la van perdiendo por la gravedad, ahorros de millones, a empujar al espacio profundo los inservibles, chatarra que al caer haría daño en la Tierra.
En base lunar o espaciales, los astronautas necesitan agua que pesa y es difícil llevar de la Tierra, nave con este motor empujaría asteroides, que están llenos de agua, para cortarles un trozo y proveerla a los astronautas.
El sueño ha ido tomando forma, su lanzamiento está cada vez más cerca, probablemente antes de 2014.
La visión de Chang de llevar parte del proyecto a Costa Rica y no hacerlo solo en Houston trajo la oportunidad primero a Costa Rica y ahora, gracias a la iniciativa de la SICA y el canciller de Costa Rica, a la región. La empresa desarrolladora se ha financiado con capital de riesgo principalmente de centroamericanos que han creído en el sueño.
La iniciativa puede ser acompañada de actividades e industrias que sirven a la principal. En el caso del motor a plasma, involucraron empresas medianas de la rama metal mecánica para darles servicio, produciendo algo en la línea en que trabajan, para que funcione en el espacio.
Simultáneamente pueden desarrollarse empresas que produzcan software, reembobinen motores, fabriquen herramientas, desarrollen leyes e internacionales sobre los derechos en el espacio exterior, convertirnos en centros de monitoreo de satélites y cuerpos lanzados por el hombre e la estratósfera y más allá, etc.
La excelente iniciativa del SICA de Juan Daniel Alemán y los cancilleres centroamericanos bajo el liderazgo del de Costa Rica, profesor de INCAE y gran integracionista Javier Castro, propone unir la trilogía necesaria para el desarrollo, estado, academia y sector privado.
La trascendencia de la iniciativa es que trata de concretar una oportunidad convertida en una visión ambiciosa, existe el apoyo de la NASA y de países como India y China, que para poner fondos aquí buscan escala, Costa Rica ya se adelantó y forma parte de las naciones que trabajan la industria aeroespacial, ahora se trata de diseminarla en el istmo, buscar sinergias, economías de escala y cooperación entre países o empresas de países evitando duplicación de esfuerzos y reduciendo costos, buscando llegar a formar un cluster centroamericano de esa industria.
En el laboratorio espacial Ad Astra en Liberia, se desarrolla en parte el motor, ellos deben resolver el complejo problema de que la altísima temperatura (un millón de grados) que producirá el plasma en su reacción propulsora, en el interior del motor, llamado VASMIR, sin tocar el exterior, elementos magnéticos que accionan la radiofrecuencia que activa el plasma a partir de gas argón, abundante en el espacio y funcionan a temperaturas de muchos grados bajo cero y van adelantados.
La iniciativa SICA-cancilleres-Astra busca que al insertarse Centroamérica en la industria aeroespacial ocasionaría en la calidad de los empleos incremente notablemente, el alto valor agregado de lo que se hace, permite que los que trabajen en ella ganen 5-10 veces más que en las labores tradicionales en que se emplean ahora.
Trascendamos del debate primitivo. El futuro llegó, hay que subirse en él y mejorar nuestra región con un salto de calidad.
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