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2010/04/02

Simpatizantes del FMLN-Precios bajos y mayor productividad

 Publicado por pocote.02 de Abril. Tomado de Simpatizantes del FMLN.

Cuando constatamos los precios de los productos básicos en el mercado, ya no digamos en los súper mercados, algo que siempre criticamos a los regímenes neoliberales de Arena, el Centro para la Defensa del Consumidor, no tiene que hacer ningún retorcimiento dialéctico para urgir al gobierno a que tome el control de la economía.
Lo mismo pasa con el anunciado aumento a la tarifa eléctrica con todo y el precio subsidiado a las familias de menor consumo, al menos es la lucha que mantienen en la Asamblea Legislativa los diputados del FMLN.

Estas voces, a las que podríamos añadir otras, no están, absurdamente, “contra” el gobierno, sino cumpliendo su función política de asumir la realidad, tal como ella es y por lo mismo colaborar con el régimen, en una especie de recordatorio sobre la urgencia de asistir a mayorías para las que un aumento en los precios de los artículos, alimentos de sus hijos, les repercute dolorosamente. Las señoras del mercado, con gesto displicente, aseguran que los costos han aumentado “por el período de Semana Santa”. Lo mismo ocurre en agosto o en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

No se trata de discrepancias con la política de “control” supuestamente anunciadas por el Ministerio de Economía. Lo que falta, nos parece, es que las discrepancias razonadas y razonables se traduzcan en actos de justicia social, para esas mayorías que cada vez tragan con menos resignación las “pastillitas de esperanza” que con tanta frecuencia les receta, sin decir dónde queda la farmacia, la iniciativa privada y tantas veces la retórica oficial. Iremos bastante mal si a la postre resulta que las discrepancias razonadas y razonables, sólo sirven para que los corazones cándidos se feliciten por nuestra “libertad oratoria”. Iremos adentrándonos más en ese insultante surrealismo que por un lado grazna sobre las irrestrictas libertades políticas de los salvadoreños y por el otro se encuentra con las protestas de la empresa privada por el intento del gobierno de regular el precio de los medicamentos.

Tal surrealismo nos tiene infestados hasta los tuétanos y los resultados que produce los tenemos todos a la vista: confusión, dispersión, desánimo, incredulidad. El país, la sociedad, puede marchar con esperanza y paso seguro, si las medidas tomadas desde el gobierno apuntan a satisfacer necesidades permanentes de las familias más vulnerables, para ello es imperativo tomar medidas drásticas, enérgicas contra los acaparadores, los comerciantes sin escrúpulos, no temerle a las amenazas constantes de los monopolios, de las cúpulas empresariales, que lejos de alentar el progreso de la nación, de favorecer a los sectores más necesitados, siempre velan por sus propios intereses, por ese afán de lucro, de ambición desmedida.

En este país también hemos contemplado a lo largo de los años que mientras más tiempo pasa, los ricos son más ricos y los pobres se acercan más a la total miseria. Los “grandes” empresarios entienden muy bien el “arte” de hacer negocios, de llevar más dinero a sus bolsillos. Entre ellos se reparten las ganancias, todos los beneficios, también las felicitaciones y los oportunos halagos por las inversiones y la creación de “muchas fuentes de trabajo”. Cuando en este país fallece unos de “esos pioneros” el primero en rendir su tributo es el troglodita director de el diario de hoy: murió uno de los grandes benefactores de la patria, escribe. Lejos está en su misión de investigar y ser imparcial en sus opiniones, nos referimos a que tantas veces estos “próceres” de la iniciativa privada han evadido impuestos y han escamoteado prestaciones sociales a sus empleados y trabajadores. Lo están viendo actualmente con premios al “mérito” empresarial entregado a Industrias Hilasal y Laboratorios López. Ambas fábricas contaminan gravemente el medio ambiente.

Desde luego, esto ha venido funcionando desde hace años en nuestra sociedad, es una práctica aberrante y una de nuestras más graves y peligrosas realidades, por lo tanto, parece urgente, imperativo, el abandono de esa fórmula de conciliación que las voces más advertidas, dentro y fuera del sistema, vienen contrastando con la realidad y demostrando por un lado “su buena voluntad” y por el otro su radical ineficacia. Cabe repetir que, hasta ahora, el gobierno ha demostrado su capacidad para adaptarse a requerimientos no previstos. Cabe esperar, entonces, los urgentes cambios a profundidad.

Los acercamientos y conversaciones con “altos” empresarios, deben ser para llevar óptimos resultados a las grandes mayorías, nunca para pactar acuerdos de beneficios particulares, de multiplicar ganancias para unos pocos en menoscabo de la población. La Ley de Medicamentos, por ejemplo, debe convertirse en un mecanismo útil para proteger al pueblo, para garantizar medicinas baratas y de calidad, nunca para someterse a los requerimientos de los laboratorios, de los grandes importadores de medicamentos éticos. No se trata de eliminarles sus ganancias; pero sí de establecer los márgenes correctos, justos.

Lo mismo para los importadores de insumos agrícolas. El gobierno puede convertirse no en intermediario, sino en un facilitador de estos productos para los pequeños y medianos productores. No puede todo el tiempo estar regalando paquetes agrícolas, pues a la larga los fondos faltarán; pero sí enseñarles a pescar, como dice el proverbio japonés. Aquí por largos años el ex presidente Alfredo Cristiani y su grupo de amigos, controlaron la importación y venta de semillas mejoradas, el mercado de los fertilizantes y todo lo relacionado con la agricultura. Eso era parte del modelo neoliberal. Esto entendemos que ha terminado con el nuevo gobierno y por lo tanto las cooperativas y los agricultores independientes deberían sentirse seguros que todo transcurrirá por cauces normales y con normas de total transparencia y honestidad.

 

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