EDH-Presagios

Escrito por José María Sifontes.03 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.

Asustar a la gente es un buen negocio. El ser humano, curioso y miedoso por naturaleza --y con un sustrato masoquista-- busca que lo asusten. Y los empresarios de cine, las televisoras y las compañías editoriales saben esto, y simplemente dan lo que les piden. La película "2012" fue un éxito de taquilla, y no pasa una semana sin que la televisión por cable presente un documental de meteoritos impactando la Tierra, con gigantescos tsunamis arrasando Nueva York y sin que falte la clásica escena de la Estatua de La Libertad cayendo en pedazos.

Profetas apocalípticos, clarividentes que anuncian catástrofes y alarmistas de todo tipo esperan turno para atemorizar. Como si no se tuviera ya motivos legítimos de preocupación para que se agreguen cosas que aún no han pasado... y que lo más seguro es que no pasen. Pero mucha gente es sencilla de la cabeza (por decirlo así) y se lo cree todo, asustándose sin necesidad.

Nadie puede saber con certeza lo que va a suceder en el futuro, pues aun las cosas más predecibles están sujetas a cambios inesperados, a fuerzas que no conocemos. Pero ya salieron algunos afirmando que habrá terremotos, que se espera tsunamis por doquier o que un meteoro ya viene en camino. Como nadie puede afirmar tampoco que estos fenómenos no ocurrirán (el planeta es por naturaleza sísmico, tiene playas y los meteoros existen) se aventuran en el mundo de la prestidigitación para ver, como en el cuento de Juan Ramón Jiménez, si por casualidad les suena la flauta. Porque, digámoslo claro, si el presagio y la realidad coinciden, es pura casualidad.

En todas estas cosas hay más que ser un tanto escéptico e investigar un poco. Con respecto a 2012 los mismos descendientes mayas afirman que su calendario no es profético y que si termina en ese año es simplemente por su sistema de cálculo. No habrá alineamiento de planetas ese año, ni ningún otro año. Todos los años ocurren millones de temblores, y uno en promedio con características de terremoto.

Exceptuando las réplicas, un terremoto en un lugar no presagia otro. Las placas terrestres están separadas y eso evita que la energía se difunda. Ya pasaron millones de años desde que un meteoro destruyó la vida en la Tierra, lo que hace evidente que impactarla no les resulta tan fácil. Si no fuera así ni yo estuviera escribiendo este artículo ni usted leyéndolo. Es cierto que la Tierra cambia su polo magnético cada cierto tiempo, pero resulta que el ciclo dura cinco mil años (y ese pequeño detalle no lo dicen los documentales). Ni el más optimista de los lectores creerá que va a vivir esos años por lo que ¿para qué preocuparse?

Hace un par de décadas un líder espiritual coreano predijo que el mundo terminaría el 24 de octubre de 1992. No sólo hizo la predicción sino que hasta puso en venta boletos para escapar de las catástrofes. Lo increíble del caso es que muchos compraron. Pasó la fatídica fecha sin nada anormal, exceptuando que el líder había desaparecido del mapa llevándose el dinero, lo que sí era predecible.

Así que no venda su casa o se endeude --con la secreta intención de no pagar su deuda-- ni asuste a los niños hablándoles del Planeta X. Mejor intente sacar el máximo provecho de su presente, que es lo que tiene a mano, y vea el futuro como algo que se debe planificar pero no temer.

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