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2010/04/22

EDH-El Día de la Tierra y las ladrilleras artesanales

 Cuidar la tierra y proteger las áreas arborizadas es sólo posible cuando los dueños de los terrenos están protegidos en la inversión que se requiere para ello

Editorial. 22 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.

 

La tierra tiene su vida propia, la que se puede alterar por las depredaciones o las bondades de los hombres. Malas prácticas agrícolas, leyes o regulaciones torpes y la poca visión de los pobladores pueden convertir en desiertos o zonas muy pobres, lo que en previos tiempos fueron fértiles campos y frondosos bosques. Contaba Viera Altamirano que la construcción de los ferrocarriles a finales del Siglo XIX e inicios del XX, fue una de las causas principales de la deforestación del Oriente de la República: decenas de miles de árboles fueron cortados para hacer los durmientes sobre los cuales se colocaban los rieles del sistema. Lo grave es que en ningún momento, como se hace en naciones previsoras, los arboricidas fueron obligados a replantar con creces lo que destruían.

Replantar bosques es la manera de aprovechar su fruto, la madera, e inclusive incrementar las áreas forestales. Gracias a esas políticas Canadá tiene en la actualidad más bosques que hace cien años. La madera sigue siendo imprescindible para la construcción, para dar albergue a la mayoría de hombres.

El ferrocarril murió después de que un gobierno decidió no renovar la concesión de la compañía inglesa que los operaba, la Salvador Railways. Lo decidió pese a los muchos argumentos en contra de la medida; como ahora con el Puerto de La Unión, politicastros decidieron que "los salvadoreños" tenían toda la capacidad para hacer, aún mejor, lo que hacían los ingleses. El puerto no se concesiona porque ni el gobierno anterior ni la actual legislatura han entendido cómo operan los puertos regionales.

Los bosques, al igual que la eficiente agricultura, son el factor primordial para defender los balances ecológicos. Sin esos milagros de la naturaleza habrá cada vez menos agua para abastecer los mantos freáticos, menos agua para mantener el caudal de los ríos, menos agua para preservar la vida.

No hay conservación sin seguridad jurídica

Hace cien años, los ferrocarriles dieron lugar al descuaje y destrucción de los bosques. Hoy en día son las ladrilleras artesanales, las que queman troncos y árboles enteros para cocer ladrillos, las principales depredadoras de las áreas arborizadas. Mientras no se prohíba el uso de leña en esas ladrilleras, leña que en una sustancial parte proviene de árboles cortados por ladrones, continuará el despojo de la naturaleza que está convirtiendo en desiertos grandes áreas del país.

Basta ver en todo el territorio el actual estado de muchos cauces secos, que antes eran ríos tanto en invierno como en verano. Eso ha conducido a que más y más comunidades se queden sin fuentes seguras de agua, que deben traerla desde distancias cada vez mayores. El remedio es impedir que el hombre destruya la generación de arbolitos que hace la naturaleza cada año a la llegada de la estación lluviosa, así como promover la formación de reservorios poniendo tapadas en los cauces de los ríos, con lo que se logra que una parte del agua se filtre al subsuelo.

Cuidar la tierra y proteger las áreas arborizadas es sólo posible cuando los dueños de los terrenos están protegidos en la inversión que se requiere para ello. La seguridad jurídica en el campo, como en todo el quehacer humano, es la mejor amiga de la naturaleza; cuando no hay seguridad jurídica, el descuaje continúa implacable.

elsalvador.com :.: El Día de la Tierra y las ladrilleras artesanales

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