Contra Punto-Detienen a implicados en muertes de ambientalistas en Cabañas

 Las muertes han sido enmarcadas en una espiral de venganza entre grupos defensores y detractores de la minería metálica. Los compañeros de los ambientalistas piden que se investigue a fondo.

Texto y fotografía Fernando de Dios. 02 de Junio. Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR – Los sonados casos de los asesinatos de activistas antiminería, en Cabañas, comienzan a esclarecerse, o al menos eso piensa la Policía.

Nueve personas fueron detenidas en la madrugada de este jueves 1 de julio en relación con los asesinatos ocurridos durante el pasado año en el departamento de Cabañas. Dos de los finados, Ramiro Rivera Gómez y Dora Recinos Sorto, eran ambientalistas contrarios a la explotación minera en la zona.

Las detenciones se produjeron en un operativo de la División Élite contra el Crimen Organizado (DECO) de la Policía Nacional Civil (PNC).

Una de las apresadas, Noemí Menjívar Velasco, está acusada de idear junto a su hermano, Óscar Menjívar Velasco, el asesinato de los dos activistas contrarios a la reapertura de la mina de El Dorado, en el municipio de San Isidro, también en Cabañas

Según aseguró a ContraPunto el miembro de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, Héctor Berríos, la familia Menjívar Velasco era empleada de la empresa canadiense Pacific Rim en la zona del cantón Trinidad.

“(Los Menjívar) eran promotores en la zona. Promovían a la empresa, se dedicaban a buscar espacios donde pudieran hacer estudios para sus pozos, les facilitaban las tierras para los pozos de la empresa”, explicó Berríos.

El caso de los crímenes contra los ambientalistas en Cabañas despertó gran interés nacional e internacional, pues de por medio estaba la empresa canadiense Pacific Rim, acusada por el movimiento social de estar detrás de los crímenes. La compañía, por su parte, siempre se desmarcó de los hechos.

Pacific Rim Mining Corp realizaba actividades de exploración de yacimientos de metales desde 2002. Pero, las autoridades salvadoreñas le negaron en 2008 el permiso de explotación de la mina El Dorado, situada a 65 kilómetros al noreste de la capital.

La transnacional ha demandado a El Salvador por $100 millones, ante un tribunal adscrito al Banco Mundial, en Washington, por negarle ese permiso.

Yo te mato, tú me matas

Ramiro Rivera fue acribillado mientras manejaba su carro el 20 de diciembre de 2009, hecho en el que también resultó muerta Felicita Echeverría Menjívar, que viajaba junto a él, y lesionada una menor. Dora Recinos Sorto murió en similares circunstancias el día 26 de ese mismo mes, cuando estaba embarazada de seis meses, según fuentes de la PNC.

Según la PNC y la Fiscalía General de la República (FGR), el asesinato de Rivera fue consecuencia de que éste había ordenado la muerte de los padres de Noemí y Óscar Menjívar, Horacio Menjívar y Esperanza Velasco, asesinados el 9 de abril y el 8 de octubre de 2009 respectivamente.

Como autores materiales de los cinco asesinatos, fueron detenidas cinco personas, presuntas integrantes de la Mara 18, que operan en Ilobasco. El jefe de este grupo, Alexander Pérez Guerra, alias Strong, habría sido contratado tanto por unos como por otros para cometer los cinco crímenes.

Según las investigaciones de la PNC y la FGR, Strong se acompañó de Perfecto Miranda Alegría y Nicolás Miguel Najarro para los crímenes del matrimonio Menjívar Velasco; y de José Alberto Alfaro Rivas y Julio Ángel López, para los asesinatos de Ramiro Rivera, Felicita Echeverría y Dora Recinos.

Por último, la DECO también apresó a Marvel Bilfredo Escobar como mediador en la contratación de Strong para el asesinato de Ramiro Rivera y a Patricia Flores Ramírez, quien presuntamente movilizó las armas para matar a la madre de Noemí Menjívar.

Círculo de venganzas

Según manifestó el subdirector de Investigaciones de la PNC, Comisionado Howard Cotto, estas muertes son consecuencia de una espiral de venganza y muerte que habría dado comienzo después de que en febrero de 2008 empezara el conflicto minero en el cantón Trinidad, del municipio de San Isidro y el 3 de julio se detuvieran los trabajos de extracción de la empresa minera Pacific Rim.

Para las autoridades de la PNC y Fiscalía, los asesinatos no se tratron de delincuencia común.

Desde ese momento, aseguró Cotto, comenzaron a darse amenazas y agresiones entre la familia Menjívar Velasco, partidaria declarada de la actividad minera, y un grupo de activistas contrarios a ella, entre los que estaban Ramiro Rivera y Dora Recinos.

Después de las agresiones vendrían finalmente las muertes. La primera de ellas, la de Horacio Menjívar, se produjo en abril de 2009.

El siguiente hecho que señala la investigación es un intento de matar a Ramiro Rivera por parte de Óscar Menjívar, en respuesta al cual, en octubre, es asesinada la madre de éste, Esperanza Velasco.

Finalmente, como consecuencia de ese hecho, en diciembre se producen los asesinatos de Ramiro Rivera, Felicitas Echeverría y Dora Recinos.

Aunque el proyecto de explotación minera “no es el elemento principal entre estos dos grupos”, afirmó Howard Cotto, “vino a exacerbar y a detonar algunos aspectos que fueron derivando en determinados hechos de violencia, dentro de los que resaltan los homicidios”.

En entrevista concedida a ContraPunto en Bogotá, el geólogo experto en el tema minero, profesor de la Universidad de Manchester, Reino Unido, Anthony Bebbignton, describía el peligro que suponía para las comunidades la división que este asunto es capaz de suscitar en el seno de las mismas.

Y esos conflictos, en la mayoría de los casos, según Bebbington, son atizados por las empresas mineras con el fuelle de los proyectos de regeneración social integral.

“La mayoría de estos hechos de violencia se desarrollan posteriormente al mes de julio de 2008 que es cuando Pacific Rim suspende sus actividades”, añadió el subdirector de Investigaciones de la PNC.

Por tanto, las autoridades enmarcan el caso en la pugna por la actividad minera en el departamento de Cabañas. Pero por otra parte, lo aíslan para convertirlo en una pugna entre familias “correspondientes a un círculo tradicional de venganza”.

“El hecho de que un grupo de personas estuviera a favor y otro en contra de la minería tiene alguna incidencia en esta situación que se ha generado, pero en ningún momento estamos hablando de la participación directa o intelectual de Pacific Rim en los hechos de violencia”, enfatizó Cotto.

La situación, según Berríos, que ya era difícil anteriormente entre ambas familias, se agravó con la aparición de Pacific Rim en la zona de Cabañas. Por ello, señala su sorpresa por el hecho de que en la investigación que llevan a cabo PNC y FGR se quiera aislar como un caso de “violencia delincuencial común”.

Aunque valora que se hayan hecho estas detenciones, Héctor Berríos critica que la resolución del caso se haya basado en la declaración de un testigo criteriado, sin que se haya recuperado las armas homicidas, un fusil de guerra M-16 en el caso de Ramiro Rivera.

Faltan más cabos que atar

En medio de los hechos que involucraron a Ramiro Rivera y la familia Menjívar Velasco, el 18 junio de 2009, se producía el secuestro y asesinato de uno de los líderes más visibles del movimiento contra la minería en el departamento de Cabañas, Gustavo Marcelo Rivera Moreno.

Tras ser torturado y asesinado, el cuerpo de Gustavo Marcelo Rivera fue arrojado a un pozo en un área rural de Ilobasco, donde el 29 de junio fue encontrado por un grupo de 70 vecinos que se habían organizado para su búsqueda.

A los pocos días, la PNC presentó a cinco detenidos por ese crimen. Todos ellos pandilleros, autores materiales del asesinato, según las investigaciones. Un año después, no hay ningún pronunciamiento sobre los autores intelectuales de la muerte de Rivera.

Para Berríos, la investigación de la PNC y la FGR sobre este caso es “muy débil”, y no está teniendo en cuenta ningún indicio que pueda llevar a esclarecer quién quería a Gustavo Marcelo Rivera muerto.

“La comunidad, las víctimas, los familiares, nosotros, presentamos bastantes indicios que pudieron permitirle a la Fiscalía profundizar en las causas del asesinato de Marcelo Rivera, y lo que hicieron fue entorpecer”, afirmó Berríos.

“Si no van al fondo no nos satisface que sólo detengan gente”, dice el integrante de la dirección de Radio Victoria, Óscar Beltrán. Su emisora recibió graves amenazas tras la muerte de Marcelo Rivera, que les decían que ellos serían los siguientes.

El integrante de Radio Victoria pide al gobierno que legisle de una vez por todas la prohibición de la explotación minera en las condiciones que la realizan empresas transnacionales como Pacific Rim.

Detienen a implicados en muertes de ambientalistas en Cabañas