José J Morales Chávez.23 de Julio. Tomado de Co Latino.
Hasta aquí en el exterior nos hemos dado cuenta de la gritería de angelito pícaro del señor Calderón Sol a raíz del supuesto allanamiento por la PNC a su humilde y santo Hogar en la colonia Las Mercedes de San Salvador. Ya se ha aclarado por las autoridades de nuestro país que no fue un allanamiento a la vivienda sino un simple acto de patrullaje de rutina de los agentes de la PNC. En efecto tenemos que congratular a la PNC por la efectividad de sus patrullajes como muestra el realizado en las aceras de la casa del señor Calderón Sol.
La policía por su mandato constitucional está obligada a actuar en defensa de la sociedad ante cualquier acto que sea potencialmente atentatorio a la seguridad y tranquilidad del país así como cumplir su misión principal de combate del crimen en el país.
Los señores agentes actuaron con mucha certeza y reales expertos como policías cuando creyeron que una persona vestida de civil con un arma de alto calibre era una real amenaza a la seguridad de los ciudadanos. Ellos están obligados a hacer su trabajo y los ciudadanos tenemos la obligación de facilitar el trabajo de la policía. Este es un principio elemental en todos los países civilizados del mundo. Aquí en Canadá la policía montada es respetada y todos los ciudadanos estamos en la obligación legal y moral de contribuir con el trabajo de ellos. En Canadá nadie está sobre la ley. Lo mismo tiene que ser en El Salvador nadie tiene que estar sobre la ley. Nadie tiene que ser intocable de la justicia. En los Estados Unidos el FBI nunca hubiera desmarañado el escándalo de Watergate que obligó a la renuncia del Presidente Nixon si él hubiera estado sobre la ley.
El señor Calderón no es intocable y no está sobre la ley. El señor Calderón Sol y los gritones de muñecos inocentes de ARENA tienen la obligación de respetar y facilitar el trabajo de la policía. Las calles de San Salvador y las calles y aceras en cualquier parte del país son lugares donde la policía debe vigilar y actuar profesionalmente ante algo sospechoso. Las calles de San Salvador no son las veredas de las haciendas donde los patroncitos y los hijos de los patronos cometen todo tipo irrespetos contra los colonos y trabajadores y familias de trabajadores.
En los únicos países donde aún existen intocables son aquellos en los que prevalece la anarquía y el terror. Sudan es el país que mantiene intocables y personas sobre la ley. El presidente de Sudan ha sido condenado por la Corte Internacional de Justicia por crímenes de lesa humanidad, El continúa paseándose en las calles de Sudan con impunidad como lo hacían los dirigentes de Arena cuando sembraban el terror en nuestro país con los escuadrones de la muerte.
Todos soñamos que ese tiempo ya pasó. Los gritos de calderón sol y los personeros oscuros de Arena pretenden insinuar que esos tiempos no han pasado. El irrespeto que ellos tienen por la PNC y posiblemente otras instituciones de nuestro país son ejemplos de los sueños por el pasado que ya quedó atrás para muchos de nosotros. Solo los personeros de Arena continúan en su antigua quimera del irrespeto a la ley. Recuérdese que ellos se han paseado en las calles de San Salvador homenajeando al señor Micheletti a pesar de que él representa avenidas oscuras en la historia de Honduras y América Latina.
Señor Calderón Sol y señores de ARENA nosotros los que vivimos fuera del país y que salimos huyendo de la represión que ustedes impusieron por largos años en el país hemos aprendido a respetar las instituciones en los países donde habitamos. Esperamos que ustedes también aprendan a respetar a las instituciones de El Salvador la tierra donde nacimos. Si Uds. pretenden regresar al pasado cruel del abuso, la represión, la manipulación y uso de las instituciones para sus beneficios personales y de grupos de poder estaremos aquí para recordarles que eso ya no cabe en el siglo XXI. La hora de las cavernas ha quedado para los museos de la historia. Construyamos un país que nos aleje de esas cavernas.
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