LPG-Subsidio del gas, sin rumbo claro (II)

 La decisión presidencial de prorrogar por dos meses más el subsidio al gas es acertada y aplaudida porque le da un respiro a la economía de las familias de escasos recursos del país. Es de entender que esta decisión responde a la deteriorada relación entre el FMLN y el presidente que puede desembocar en una tragedia política para las elecciones de 2012. Por tal razón el presidente una vez más se anticipa a los hechos y comienza dar pasos de corrección con esta focalización que carece de una estructura clara de devolución y sin un plan basado en prueba y error, y que solo ha generado más dudas que beneficios palpables.

Escrito por Jaime Ramírez Ortega.05 de Febrero.Tomado de La Prensa Gráfica. 

No obstante no se puede descartar la medida de focalización por completo solo por el hecho que no se tenga una visión definida de cómo trasladar el beneficio de forma directa a los subsidiados. Creo que la idea es buena, pero tenemos que ser realistas y poner los pies sobre al tierra. Aquí no estamos en Europa donde parte del agro está subsidiado o en Estados Unidos donde los subsidios llegan directamente a los consumidores, sin que los productores se queden con el subsidio.

Por lo tanto el gobierno antes de anunciar la implementación de esta medida, tenía que haber hecho un plan de trabajo que incluyera la contratación de una firma consultora que realizara un estudio de carácter científico, de cómo debía de ser la mejor forma de trasladar el subsidio sin que el beneficiario tenga que gastar o moverse para que le devuelvan lo desembolsado de manera anticipada.

Ciertamente la abrogación de dos meses más de la focalización viene a comprobar que el plan fue basado en la improvisación y que no se tiene claro el rumbo del subsidio, puesto que esta decisión respondía a un capricho de los asesores y del Ministerio de Economía, avalado por el Ejecutivo, y que no se hizo pensando en las familias más pobres, sino creyendo que se tendría un ahorro sustancial de unos $60 millones, y que posteriormente crecería esta cifra.

Sin embargo en la práctica los resultados han sido catastróficos. Ya se gastaron $7 millones en la implementación de la medida y se tiene planeado gastar otros $40 millones, que se espera se desembolsará estos días para continuar con la focalización.

Esto significa que al final de la implementación de esta medida el gobierno habrá gastado poco más de $50 millones, que se traducirá en un ahorro pírrico de $10 millones, o sea que vamos a sacrificar a las familias más necesitadas a que desembolsen su dinero y que hagan colas interminables por una cantidad ahorrada que se pudiera buscar en otras áreas del gobierno, que sí son excesivas y ostentosas.

De manera que si el gobierno tuviera verdaderamente la voluntad de ayudar a los más necesitados entonces recortaría o eliminaría la partida secreta que está a discreción del Ejecutivo; dejaría de gastar en camionetas ostentosas que gastan gasolina como si fuera agua; o por ejemplo que no se gaste más en anuncios o esquelas cuando muere algún pariente de un funcionario, porque esto sale de los impuestos de todos los salvadoreños, y si quieren darles el pésame que se lo den, pero que paguen las esquelas de sus propios bolsillos, y no saludar con sombrero ajeno. Si se hiciera esto podríamos ahorrar más y se distribuiría de manera más justa y equitativa la riqueza del país.

Subsidio del gas, sin rumbo claro (II)