EDH-Editorial-Nadie quiere volver a los apagones de antes

Quiera Dios que se nombre en la CEL al personaje idóneo no por trayectoria política, menos por compadrazgo, no por devolver favores, no para "darle algo", sino por sus ejecutorias, inteligencia y capacidad

21 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.

 

Los que tienen memoria recuerdan los años de los apagones, cuando dinamitaban los postes de transmisión, el voltaje fluctuaba arruinando enseres y máquinas, empresas y particulares estaban forzados a comprar sus propias plantas generadoras…

En Venezuela y pese a estar encima de enormes yacimientos de petróleo, en Nicaragua y en muchos países la deficiencia del suministro eléctrico ha sido la permanente pesadilla de la población, al punto que se han dado casos en que por cuatro, seis y diez horas no hay energía, lo que obliga a paralizar labores o a recurrir, como mencionamos, a las propias plantas generadoras.

Aunque hoy no nos desvela la idea de quedarnos sin corriente, debemos encarar un hecho: la creciente demanda de petróleo en el mundo, causada principalmente por el incremento del consumo de China y los países emergentes, va a encarecer la electricidad. Lo que ahora cuesta diez valdrá quince dentro de un tiempo y veinte más tarde, obligándonos a ahorrar energía, instalar paneles solares y molinos de viento, convertir la basura en electricidad, utilizar motores de menor consumo. La energía, nos guste o no nos guste, será costosa. La buena noticia es que en nuestro clima no necesitamos calefacción.

La otra buena noticia es que por estar sobre una cadena volcánica hay muy buenas fuentes termales, capaces de generar toda la energía que requiera el país. Como Islandia, que no es un enorme témpano de hielo gracias precisamente a sus fumarolas e infiernillos, nosotros podremos, en el futuro, derivar gran parte de la energía que utilizamos de fuentes geotérmicas.

A esto se agrega la realidad y el potencial hidroeléctrico, en buena parte gracias a la geografía montañosa del país. Un estudio japonés recomendó construir pequeñas represas donde fuera posible, pues no sólo podía generarse electricidad, sino que los embalses contribuían a defender los suelos, a cultivar peces y a refrescar el ambiente.

Las condiciones naturales están, el mercado crece y puede exportarse la energía que sobra, con la ventaja de que un eficiente uso de las fuentes irá reduciendo la dependencia del país del búnker importado, que con el tiempo será más y más costoso.

Lo que hace falta es cuidar la eficiencia, conocer la industria, planificar el crecimiento, cuidar el ingreso y el gasto, administrar profesionalmente el conjunto tan grande de factores y hechos que intervienen en generar energía.

Búsquese al más capaz, al más experimentado

Lo que toca al Ejecutivo, al menos por hoy, es buscar a un hombre con cabeza, sensatez, capacidad de trabajo -trabajo las veinticuatro horas del día- honestidad y sentido común, experiencia y buen sentido para hacer de un grupo humano un equipo profesional de primer nivel, para colocar en sus manos una misión de gran importancia: ordenar la CEL y conseguir que no sólo se satisfagan las necesidades del país, sino que se logre a buen costo y utilizando fuentes renovables en la medida que sea posible.

Quiera Dios que se nombre al personaje idóneo no por trayectoria política, menos por compadrazgo, no por devolver favores, no para "darle algo", sino por sus ejecutorias, inteligencia y capacidad. El país no saldrá adelante entregando entidades, ministerios, programas y misiones a gente que nunca antes se desempeñó en similares responsabilidades, no ha demostrado ni sabiduría ni probidad y llega a dar bandazos.

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