EDH-Editorial-Les es igual hablar o no, con el pilar del país

 ANEP no es sólo una junta directiva, o un presidente, o una gremial más, sino la cúpula del sector productivo nacional, una entidad que representa a catorce mil empresas

15 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.

 

"Con ANEP o sin ella se hará la reforma tributaria" dijo el Secretario Técnico de la Presidencia Alexander Segovia, al revelar EL DIARIO DE HOY que el Ejecutivo planifica incrementar la carga fiscal sin discutir el tema internamente aunque lo exponga a entidades del exterior.

Se necesitan dos o más para formular un "pacto fiscal", como llama el gobierno al paquete tributario que prepara a espaldas de los salvadoreños.

En la teoría, cambios a la política económica, sean tributarios o de cualquier naturaleza que alteren el normal o acostumbrado rumbo del país, se deben discutir en el seno del Consejo Económico y Social, para luego ser planteados a la opinión pública y finalmente a los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa.

Una mala ley, una alteración de las "reglas del juego", la imposición de un proteccionismo arancelario o, en este caso, incremento a los impuestos en medio de una crisis, se deben analizar para establecer su conveniencia o inconveniencia y anticipar los efectos que pueda eso acarrear.

El Ejecutivo, al igual que los otros poderes del Estado y las instituciones, están en el deber de oír, analizar, pensar y repensar sus decisiones para que estas no causen más perjuicio que beneficio o les estallen en la cara. Partamos del hecho de que nadie está en posesión de la verdad absoluta.

Sin el sector productivo seríamos una tribu africana

Es desafortunado y además contrario a lo que es la médula de un Estado Democrático, que el Secretario Técnico pretenda que hablar o no con ANEP es irrelevante. En verdad los poderes del Estado no tienen que enfrascarse en interminables discusiones con el primero que lo pretenda, pero el caso de ANEP es radicalmente distinto, esto por las razones siguientes:

ANEP no es sólo una junta directiva, o un presidente, o una gremial más, sino la cúpula del sector productivo nacional, una entidad que representa a catorce mil empresas que en su mayoría son pequeñas y medianas, como en forma indirecta también representa a los más de seiscientos mil empleos generados por esas empresas. A ello se suma el noventa por ciento de los asegurados del sector formal, organizado, en el Seguro Social, que son empleados de las empresas y organizaciones representadas por ANEP.

El conjunto de sectores aglutinados en ANEP pagan la casi totalidad de los ingresos tributarios que sostienen al gobierno y a los poderes del Estado, financiando en esa forma la Salud y la Educación públicas, la infraestructura pública, la seguridad, CAPRES y el Poder Legislativo, jueces y magistrados, representaciones diplomáticas, suntuosos viajes al exterior, publicidad estatal, distribución de uniformes escolares…

Sin la riqueza, el empleo y los bienes y servicios que genera ANEP, El Salvador se convertiría en una tribu africana o una isla caribeña. El Secretario Técnico ha sido contactado por la consultora internacional, Eurasia Group, especializada en investigación política global y la influencia de esta en los mercados, precisamente porque ANEP le da a El Salvador la categoría de país que juega un papel en el mundo financiero, un papel disminuido sí, pero siempre relevante, por su sector productivo.

¿Con ANEP o sin ella? No hablar con ANEP es dar la espalda a la producción nacional, a la principal fuente de ingresos del gobierno, a lo que fundamenta el desarrollo y la aplicación de tecnología, a los que producen alimentos, bienes de uso y generan las exportaciones que a su vez nos permite importar del exterior. El Secretario Segovia debe disculparse por ese injustificado desdén a una gran organización..

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