Los jóvenes prestaban voluntariado en programas del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), reveló la institución, y sus decesos ocurrieron aproximadamente en los últimos seis meses.
Escrito por Suchit Chávez.15 de Febrero. Tomado de La Prensa Gráfica.
La entidad gubernamental dedicada a la prevención de la violencia en el país, el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), ha tenido que lamentar los homicidios de 14 jóvenes voluntarios de sus diversos programas de prevención.
Así lo reveló ayer la titular de la institución, Aída Santos de Escobar, quien agregó que los hechos de violencia han ocurrido en distintos municipios de San Salvador y su periferia.
Aunque no se confirmaron las identidades de los voluntarios, ni si estos eran menores de edad, el CNSP sí detalló que los asesinatos han ocurrido en los últimos seis meses.
De Escobar hizo tales revelaciones mientras explicaba el trabajo que se realiza con las demás instituciones en zonas de riesgo, para el caso, la PNC y el Ejército. Según la funcionaria, en comunidades como Distrito Italia, en Tonacatepeque (ver nota aparte), necesitan la intervención conjunta para llevar los programas de prevención; es decir, sin dejar de lado la parte represiva o de combate directo del delito.
“Si nosotros vamos a llevar un programa de prevención, contactamos con ellos (PNC y Ejército), porque ellos tienen que entrar y hacer un trabajo de combate para que nosotros podamos llegar. Ya me mataron a 14 jóvenes que estaban trabajando en el voluntariado, en varios lugares, no solamente en Tonacatepeque”, dijo.
Fuentes del CNSP detallaron que los homicidios de los 14 jóvenes han ocurrido en tres municipios: Nejapa, Mejicanos, y Tonacatepeque, los cuales están contemplados dentro del programa denominado Pro Jóvenes II.
El proyecto es una continuación de Pro Jóvenes I, iniciado en 2003 y finalizado en 2009, el cual cuenta con fondos de la cooperación internacional. La segunda fase se lleva a cabo en 14 municipios del departamento de San Salvador. Según De Escobar, el CNSP tiene presencia, además, en otros municipios periféricos –38 en total–, con programas de prevención para jóvenes, que incluyen talleres de capacitación en oficios, deportes, arte, entre otros.
“Nosotros trabajamos a través del voluntariado y la organización. (Los fallecidos eran) jóvenes que uno los conciencia, se integran en los programas de prevención... Hemos tenido que lamentar la muerte ya de 14 jóvenes”, reiteró la presidenta del CNSP.
Los homicidios ocurrieron en municipios que desde hace años sobresalen por la cantidad de asesinatos perpetrados, de acuerdo a registros conjuntos del Instituto de Medicina Legal (IML), Fiscalía General (FGR) y PNC.
De hecho, fue en Mejicanos donde se perpetró una de las masacres más cruentas de los últimos años: el múltiple asesinato de 17 personas que viajaban en un microbús del transporte público de la ruta 47, las cuales fueron tiroteadas con armas de fuego y luego incendiadas con gasolina.
Por otra parte, el mismo informe tripartito ha reconocido durante años que las personas más vulnerables a ser asesinadas a escala nacional son los hombres jóvenes, entre los 15 y 29 años, generalmente residentes en zonas populosas, como Soyapango, Mejicanos, Apopa, Quezaltepeque, entre otros.
Según los datos de su página de internet, Pro Jóvenes II es un proyecto que se pretende ejecutar con un monto de más de $14 millones de euros en un determinado rango de tiempo, y que amplió los rangos de edad para las personas que quiere involucrar.
Acoso
Los 14 jóvenes voluntarios asesinados son otros casos de un acoso que ya había sido vislumbrado en otras situaciones; por ejemplo, el homicidio de Jorge Antonio Iraheta Peña, ejecutado el 3 de marzo de 2009 en el municipio de Colón (La Libertad).
La víctima era empleado del departamento de verificación y observación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) de San Salvador, fue asesinado con arma blanca, presuntamente un corvo. En su momento, el titular de la PDDH, Óscar Luna, condenó enfáticamente el homicidio.
Su familia reveló a este rotativo que el motivo del homicidio fue tratar de implementar acciones preventivas. Ellos fueron desplazados del lugar por la violencia.
Otro caso fue el de la joven “Francisca”, menor de edad residente en Puerto El Triunfo (Usulután), quien a mediados de 2007 participaba en el comité juvenil de prevención de su comunidad, pero se quejaba del acoso de las pandillas: había pasado por un tiroteo y el asesinato de un primo.
En marzo del año pasado, el subdirector general de la PNC, comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, admitió que “al interior de muchos centros escolares e institutos nacionales hay una situación de violencia, hay acoso, persecución”. Hasta octubre del año pasado, el IML reportó 3,384 homicidios. En 1,790 casos se trató de víctimas entre los 15 y 29 años.
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