Douglas Omar García Funes, actual jefe del Centro Antipandillas Transnacional y ex subdirector de áreas especializadas de la PNC, ha ocupado la jefatura de delegaciones y unidades estratégicas.Actualmente es investigado por la Inspectoría General de la PNC; pero dice tener tranquila su conciencia y al ser respetuoso de los procedimientos cree que al final se impondrá la razón.Como uno de los oficiales de más experiencias en la PNC reconoce que por la inexperiencia de la institución se dejó crecer a las pandillas porque nunca se pensó en el grado de organización y nivel delictivo que alcanzarían.Hoy recomienda unirse a todos los sectores para hacer frente a la delincuencia en general.
Escrito por Jaime Ulises Marinero.12 de Febrero. Tomado de La Página.
¿Por qué no baja la delincuencia?
Es un tema muy complejo que tiene muchas respuestas. En realidad sí han bajado los hechos delictivos, pero los salvadoreños siempre los percibimos porque nos afectan directamente a diario. Hay un porcentaje de un 9 por ciento menos de delitos que el año pasado, los homicidios han bajado al igual que las extorsiones, pero se siguen dando y eso la gente lo siente. La sensación es que sigue igual, pero en realidad sí ha disminuido.Las actuales autoridades son realistas y no se han casado con cifras o porcentajes, la meta es disminuir y se está logrando. La delincuencia ha crecido tanto que para bajarla necesitamos del esfuerzo de todos.
¿Pero no baja lo suficiente?
Porque como repito: el problema es complejo, acordémonos que desde que se firmaron los Acuerdos de Paz la posguerra dio paso a nuevas condiciones, una de ellas el surgimiento de la PNC. Una de las nuevas situaciones que fue surgiendo fue el aparecimiento de las pandillas a mediados de los 90 y, haciendo mea culpa, pues podemos decir que en un principio se le dio mal tratamiento, pues nunca se pensó el nivel de organización y operación que iban a llegar a tener los pandilleros. Al principio se pensó que eran grupos de jóvenes peleando por territorios; sin embargo, repentinamente se convirtieron en grupos de delincuentes que matan, extorsionan, violan y cometen todo tipo de delitos. Todo eso, más otras situaciones, nos llevaron a ser un país con una gran cantidad de hechos delictivos y la PNC como institución responsable de brindar seguridad era un cuerpo sin experiencia, la cual se ha ido ganando y ahora corresponde hacerle frente a ese problema para disminuir la delincuencia, lo que poco a poco se está logrando.
¿Una barrera de la PNC no será la falta de confianza de la población hacia la institución?
Por supuesto que eso afecta, porque al no haber suficiente confianza no hay denuncias, pero la PNC es una institución profesional y ganar la confianza es un proceso, recordemos que en años anteriores la PNC siempre aparecía como una de instituciones más confiables de la población y ahora igual, siempre aparece como una de las más confiables, aunque ha bajado un poco.
¿Ahora aparece que la Fuerza Armada es más confiable, respecto a la PNC?
Es que la medida de sacar al ejército a las calles, a los puntos ciegos y a los penales más conflictivos fue una excelente medida del actual gobierno. La gente siente mucha confianza al ver los patrullajes de los efectivos militares y la PNC, eso ha contribuido a lograr la reducción de los hechos delictivos en un 9 por ciento. El ejército con su presencia genera confianza. La presencia de los soldados en la calle permite a la PNC hacer un mejor trabajo coordinado con ellos y la población lo sabe.
¿No hay rivalidades entre la PNC y el ejército?
De ninguna manera. Al contrario, ambas instituciones se complementan, lo que pasa es que siempre hay personas ajenas a ambas instituciones que están buscando la forma de generar que haya rivalidades, pero en realidad no las hay porque cada una tiene sus propias competencias en los planes de seguridad.
Recientemente la PNC presentó ante los medios a un sargento militar acusado de ayudar a los reos de Zacatecoluca, pero no presentó a agentes de la PNC acusados de delitos en Sonsonate, eso fue visto como rivalidad.
Se mandó un mal mensaje, pero en realidad no fue producto de ninguna rivalidad. Por razones de seguridad, en ocasiones se protege la identidad de los policías y quizá en ese momento no se pensó en hacer lo mismo con el ejército.
Volvemos a la pregunta del principio ¿por qué no baja la delincuencia como la población lo espera?
Es que sí ha bajado, pero lógicamente la población que es la que sufre las consecuencias considera que debe bajar mucho más, pero repito, el problema es complejo y creció tanto que se tienen que hacer grandes esfuerzos interinstitucionales para que siga bajando. El gobierno central no se casa con porcentajes, más que con la meta de ir disminuyendo los homicidios, las extorsiones y otros delitos. La delincuencia en general. Casarse con cifras sería irresponsable.
¿Hay alguien, sector o institución, que aporta menos de lo que le corresponde?
Cada quien hace lo suyo, quizá lo que falta es unificar todo eso en las labores de prevención. A veces como que los esfuerzos interinstitucionales son aislados. Pero hacia eso vamos, hacia unificar criterios y que se sienta que todos empujamos hacia un mismo lado en contra de la delincuencia.
¿Bajar la delincuencia no pasa por desarmar a la población. En las ciudades donde hay veda de arma bajan los delitos?
Esa es una medida que debe de analizarse seriamente. Nuestro director general de la PNC, Carlos Ascencio, ha sostenido en varias ocasiones que es una posibilidad que vale la pena analizarse; otros sectores como la iglesia, la empresa privada y otros sostienen los mismo. En realidad es de sentarse y evaluar, porque andar armado puede ser una percepción de seguridad errada. Lo ideal es que solo las personas idóneas porten armas.
¿La PNC no resiente la poca colaboración ciudadana. La gente no denuncia por miedo a represalias, por desconfianza hacia la PNC o simplemente porque no quiere meterse en problemas?
La ciudadanía puede jugar un papel de controlador comunitario, En sus comunidades pueden organizarse y ayudar entre vecinos, en el sentido de estar pendiente de lo que le ocurre a la comunidad, pero ese es un problema sociológico, pues muchos viven en especies de islas y ni siquiera conocen al vecino. Se necesita denunciar, tener confianza en la PNC y por supuesto que la PNC genere esa confianza con la ciudadanía. Es un proceso que debemos asumir.
¿A la población nadie le asegura que no sera objeto de represalias, como ocurre con los testigos?
Es un problema complejo en el que la PNC, la Fiscalía, los jueces y otras instituciones tienen que trabajar. Hay que garantizar que los testigos protegidos y criteriados, por ejemplo, cuenten con la suficiente confianza de que serán verdaderamente protegidos. Yo creo que es posible avanzar en ese camino y creo que la PNC está dando muestras de profesionalismo, lo que hace falta quizá es publicidad de las buenas acciones, de los esfuerzos institucionales.
¿Y que le hace falta mejorar a la PNC para el combate de la delincuencia?
Equipo, estímulos y mejorar la parte operativa e investigativa. No quiero decir que no se tenga, pero creo que a todas las policías del mundo, hasta a las mejores, les hace falta. Actualmente la PNC está siendo mejor equipada con armas, vehículos, tecnología y otros recursos, en cuanto a la parte operativa se requiere más personas y en cuanto a la investigación, pues ya lo dijo el director general, se requiere de al menos mil investigadores más que tengan los recursos y el equipo adecuado, a veces no se cuenta con equipo para cotejar huellas, por ejemplo.
Y en cuanto a los estímulos...
Pues a los policías hay varias formas de estimularlos, por ejemplo con mejores salarios y con reconocimiento a su papel. Para algunos puede ser frustrante que exponen sus vida en operativos para capturar a peligrosos delincuentes, que luego recuperan su libertad. Pero yo pienso que la PNC como institución policial ha logrado superar, en parte, esos niveles de frustración y que los jueces liberen a delincuentes que ha costado capturar no implica que se va a bajar la guardia.
¿No se teme que la población, al no sentirse satisfecha y al ver atrocidades un día decida tomarse justicia por sus manos, como ocurre en Guatemala?
La idiosincracia de Guatemala es diferente. Ya antes se ha hecho en el país con el aparecimiento de grupos de exterminio, pero esa no es la mejor ni es una forma legal de hacerlo. Lo mejor es la organización con fines de protección comunitaria y trabajar de cerca con la PNC en el sentido de denunciar.
Pero es que denunciar, incluso, puede ser peligroso. Los delincuentes se enteran y generalmente porque tiene infiltrados en la PNC.
Todo eso se tiene que ir superando. La PNC mantiene un constante proceso de depuración y además tiene canales a través de los cuales se pueden hacer las denuncias anónimas. La gente debe de confiar, eso contribuiría mucho.
La mayor parte de los delitos que se cometen, especialmente los homicidios y extorsiones, son atribuidas a pandillas.
Sí, las pandillas tienen un accionar fuerte delincuencial. Matan por rivalidades, por sicariato y por otras razones. La mayoría de extorsiones se le atribuyen. Pero, ojo, no hay que atribuirles todo a ello, aquí hay violencia social, gente que mata por la discusión de un parqueo, porque alguien le hizo una mala cara, etc. Por eso hay que trabajar en todo sentido, pensar que todos los delitos ocurren por el accionar de las pandillas puede ser un error y lo dijo yo, que estoy en Centro Antipandillas Internacional (CAT). Es un problema complejo que amerita soluciones complejas.
Hablando del Centro Antipandillas Transnacional, ¿han podido detectar que “Los Zetas” estén reclutando a pandilleros salvadoreños?
Las pandillas de El Salvador son una especie de caldo de cultivo, pero hasta ahora no tenemos casos tangibles que nos comprueben esa hipótesis. Aunque El Salvador por su ubicación geográfica, por ser un país de paso y origen de migrantes y otras condiciones podrían ser objetivo de esa organización o de otros cárteles de las drogas, pero hasta ahora no la tenemos. Se dice que en Guatemala hasta hubo secuestro de pandilleros, pero puntualmente en El Salvador no tenemos casos, hasta ahora.
¿El presidente Funes advirtió sobre la posible infiltración de Los Zetas?
Es cierto, pero también lo manejó como posibilidad a partir de sus informes de inteligencia. Nosotros estamos alertas por si eso llega a ocurrir.
¿Entonces podemos concluir que Los Zetas no han entrado a hacer "alianzas" en El Salvador?
Casos concretos de Los Zetas en El Salvador no tenemos, pero estamos alerta ante cualquier posibilidad.
El CAT tiene control de los pandilleros que vienen deportados y de las relaciones entre pandilleros residiendo en El Salvador y en Estados Unidos.
Sí, pero no lo suficiente, por eso estamos a punto de firmar un convenio para que desde Estados Unidos nos proporcionen más información. Por ejemplo, vienen 100 deportados y nos dicen que 20 vienen por estar relacionados con actividades delictivas, pero no hay más información que nos permita un mejor control. Con el convenio esperamos tener datos más amplios para generar un mejor trabajo.
Respecto a la PNC, muchos dicen que hay divisiones, que la actual administración ha puesto en cargos de mando a oficiales que proceden del FMLN y ha aislado a los que provienen del ejército ¿Es cierto eso?
Pues división no hay, y respecto a lo otro no lo creo. Yo soy del criterio que al director hay que dejarlo dirigir y que él sabrá qué oficiales son de su confianza. En la PNC lo que hay es unidad y seguimiento a los programas como “Batalla por la Paz”. Independientemente de las personas que estén al frente de las delegaciones y unidades, el trabajo de la PNC es institucional y por ende profesional. En mi caso soy muy respetuoso de las jerarquías y de las leyes. No, no hay división.
Hemos conocido casos de investigaciones contra oficiales, casi todos procedentes del ejército. Incluso, la Asamblea nombró una comisión especial para investigar el rol de la Inspectoría General y ya la Corte Suprema de Justicia admitió un recurso de inconstitucionalidad contra esa comisión.
Hay muchos que están siendo investigados, no solo oficiales, sino agentes y suboficiales. Yo mismo estoy siendo investigado, pero tengo mi conciencia tranquila y estoy dejando que avance el proceso y al final la razón y la legalidad se impondrán. Yo no creo que me han abierto expedientes por proceder del ejército, al menos esperaría que eso no fuera así.
A eso iba. Usted tiene varios expedientes abiertos en la Inspectoría, pero tiene un cargo de mucha responsabilidad.
En broma mis amigos me dicen que a mí me investigan por todo, pero yo sigo en la institución con el mismo ímpetu de siempre. Tengo mi conciencia tranquila, las auditorías están hechas, todo está en orden, pero como fiel respetuoso de los procedimientos y de las leyes, estoy seguro que poco a poco se irán esclareciendo todos los señalamientos.
Eso me genera malestar porque afecta a mi familia y a mi propia imagen, pero no me genera resentimiento ni nada por el estilo, al contrario, me obliga a seguir haciendo las cosas bien como hasta ahora.
Para terminar ¿Por que no baja la delincuencia... qué hay que hacer?
Insisto, sí ha bajado, no en los porcentajes que la población quisiera, es más hasta el señor Presidente ha dicho que no está conforme con lo que ha bajado. Pero en todo caso, no baja lo que la población quisiera porque es un problema muy complejo en el que todos debemos involucrarnos, cada quien haciendo lo suyo. Nosotros como PNC hacemos nuestro mejor esfuerzo, pero se requiere de todos en las labores de prevención. Lo que hay que hacer es concienciarnos del problema y buscarle solución. En el caso de la PNC sabemos qué debemos hacer y hacia eso vamos, potenciar los recursos, el equipamiento, el área de investigaciones y estimular a nuestros miembros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.