María A. de López Andreu.19 de Febrero.Tomado de El Diario de Hoy.
Robert Dahl, en su libro "¿Es democrática la Constitución de los Estados Unidos?", expresa: "Un Estado, para ser plenamente democrático, debe ofrecer derechos, libertades y oportunidades. Los derechos, ligados a los deberes; las oportunidades, ligadas a los recursos".
Recordé esta frase porque a diario, oímos hablar de que "estamos construyendo nuestra democracia". Pero, ¿lo estamos haciendo de la manera descrita en el párrafo anterior?
La responsabilidad de consolidar nuestra democracia nos corresponde a todos, pero con mayor peso le corresponde a los políticos y, principalmente, a nuestros gobernantes. Y me parece que el gobierno, desafortunadamente, ha confundido la permisividad con la democracia. ¡Nada qué ver!
Porque se está cometiendo un grave pecado que hemos señalado ya en muchas ocasiones: por puro populismo, se regalan "derechos" injustamente, sin ligarlos en absoluto a los deberes. Se está fomentando, cada vez más, la costumbre de sólo estirar la mano y exigir aún aquello que se sabe es imposible de cumplir. Y esto, tiene al menos dos consecuencias fatales.
Una de ellas es que el Estado se vuelve rehén de aquellos que viven a costillas suyas. Una vez que se les ha beneficiado de gratis, se crea una obligación permanente que, como un cáncer, va comiéndose los recursos del Estado, y esa autoimpuesta obligación no decrece, sino se acrecienta cada vez más, no solamente porque hay más personas a quienes "beneficiar", sino, también, porque esas personas cada vez exigen más y más.
La otra, que explica nuestra falta de competitividad, es que destruye la capacidad emprendedora de aquellos que se acostumbraron a recibir sin trabajar, sin aportar, sin superarse. Saco esta conclusión del resultado que arrojó el reciente estudio del PNUD, que demuestra que los salvadoreños que están en la mayor pobreza, son quienes más satisfechos de su situación se encuentran.
Es decir, se conforman, se sienten bien recibiendo la ayuda gubernamental y, simplemente, no aspiran a más: se les han cortado las alas, el espíritu de superación, la satisfacción de la propia dignidad.
El Estado debe hacernos comprender, a todos los ciudadanos, que no puede comprometerse más allá de lo que sus recursos le permiten. Porque pareciera que, vía préstamos y aumento de impuestos, el gobierno produce lo que necesita para que el Estado funcione y, además, darse el lujo de regalar a diestro y siniestro.
El Estado no produce, el Estado gasta. Gasta lo que la empresa privada produce. Y en la medida que el gobierno ahogue al empresario con mayores cargas tributarias, la productividad será menor y la competitividad --la poca que nos queda-- desaparecerá completamente.
Si el gobierno, en lugar de justificar su ineptitud para crear las condiciones para el crecimiento económico, hubiese escuchado al sector privado y no hubiese impuesto la reforma fiscal que entró en vigencia en 2010, muy posiblemente se estarían viendo señales alentadoras en la situación económica, lo que se reflejaría positivamente en la seguridad y el bienestar de la población.
El Estado, al ofrecer derechos, libertades y oportunidades al empresariado, se beneficiaría muchísimo; porque ellos sí reclaman sus derechos, después de cumplir con la infinidad de deberes que se le exigen; pero, además, el gobierno debe administrar sus oportunidades, ligadas a los recursos. De ninguna manera debe exprimir a quienes siempre pagan, para continuar regalando lo que no se tiene.
Así no se hace democracia.
Un tanto pesimista el citado sr pero igual muy reconocido en los estudios formales sobre el tema. De cualquier manera no se detiene la sra a explicar por que es una regla democratica la del sr Dahl.Pero bien, partamos de que es asi. Yo puedo hacer un paralelo del postulado de Dahl con la realidad nuestra que tira al trasto el corto analisis de la sra. La elite economica y el empresariado son los que mas se han recetado derechos( de libertinaje mercantil !!! juegan en el mercado sin reglas ni normas, pueden cobrar millones de dolares al año por plazas fantasmas, tirar millones de dolares en medicinas donadas para vender las suyas etc etc y sin ningun riesgo de repercusion legal!) y sin ningun deber a cumplir ni por chiripa. Aun contando con los beneficios ”haraganes” que toda la corrupcion( que describe la manera descarada y mediocre por la cual parasitan del estado) les deja, no crean suficientes plazas de trabajo; la mafia gringa es mas eficiente para eso; pero no dejan de acumular ganancias, que no son ganancias en si, sino mas bien un desfalco a la nacion pues sus ”ganancias” son dineros que en realidad debiesen invertirse en planes de desarrollo social, son impuestos que se les condonan a cambio de generar empleo!!!No son ganancias producto de generar cosas con valor, que la gente quiera comprar. En otras palabras si alguien se ha dado derechos totalmente desligados de los deberes, esa es la elite empresarial, economica y la politica. En cuanto a los politicos podriamos mencionar los ultimos escandalos por las plazas en la asamblea en demasia y pues todo por ahora esta callado, como si no se hubiese cometido ningun error.Solo derechos no deber!!!!
ResponderEliminarEn cuanto a que se puede acostumbrar a la gente a vivir de ayudas es simplemente vulgar de parte de la sra hablar en esos terminos negativos sobre la necesidad de inversion social en el pais. Este pais es de los menos solidarios en el mundo con sus menos favorecidos. Esa queja es lo ultimo que la derecha puede sacar a la mesa de discusion pues aqui no se invierte casi nada en lo social, de alli nuestra situacion actual de violencia que es de tal magnitud y profundidad que tiene el caracter de unica( la situacion de violencia) en el mundo. Nuestra gente mas necesitada no estan sentados esperando a que les de en la boca, se matan entre ellos mismos!!!!,es tanta la desesperanza a la que el sistema que la sra defiende (y pretende deshumanizar aun mas) les somete que prefieren vivir bajo codigos totalmente ajenos a la vida en sociedad, pero es la unica salida que ellos le encuentran a la exclusion a la que se les somete. La sra da prueba del tipico desprecio derechista y de una enfermiza falta de humanismo que bien le da cara(ella ,su cara) al fracaso social nacional.Gracias.