01 de Febrero. Tomado de Diario Co Latino.
En algunos países del mundo, la presidencia del Parlamento es ocupada por un representante del partido que obtuvo la mayoría de votos en los procesos electorales legislativos.
En nuestro país, antes de que la izquierda participara en los comicios, o cuando esta fue minoritaria en el congreso, así fue. Sin embargo, cuando el partido de izquierda se convirtió en fuerza política mayoritaria, la derecha recurrió, a los ya tradicionales reglamentos internos, que establece la elección de la presidencia a través de negociaciones. Negociaciones que han impedido a la izquierda estar a la cabeza de dicha entidad.
Este primero de febrero, por primera vez, pese a merecerlos en legislaturas anteriores, El Salvador con el partido FMLN se unirá a ese grupo de países donde prevalece la democracia y la justicia, cuando asuma la presidencia del Congreso, como primera fuerza política que es.
El FMLN, partido que ha sido mayoría en la Asamblea Legislativa durante los dos últimos períodos, nunca había tenido la oportunidad de subir a presidir el Primer Órgano del Estado. Y es que la derecha parlamentaria siempre se mantuvo unida para evitarlo.
Con el deterioro y los problemas internos del principal partido de derecha, luego del triunfo de la izquierda en las elecciones presidenciales, el panorama cambió.
Posteriormente, el 31 de octubre de 2009, una negociación en la que no participó el partido ARENA concluyó en una serie de reformas al protocolo de entendimiento. El principal acuerdo: que Sigfrido Reyes, diputado efemelenista, presidiría la Asamblea los últimos 15 meses del período.
Con la llega del FMLN a la cabeza del Primer Órgano del Estado, se abre un nuevo panorama histórico en el Órgano Legislativo. Una historia que el FMLN debe desarrollar de la mejor manera, y no lo dudamos. Así, pues, nacen expectativas sobre el rumbo que tomará la mecánica de trabajo.
Ya en diversas ocasiones se ha señalado a la Asamblea como la institución menos creíble para la ciudadanía. Y es que, incluso, los mismos diputados coinciden en que algunas maniobras políticas, los madrugones, el abuso de las dispensas de trámite para aprobar leyes sin mayor discusión, entre otras cosas, han dejado una mala imagen ante la población.
De ahí que el FMLN tiene no sólo la oportunidad sino la obligación histórica de darle un nuevo rumbo al parlamento, y no dudamos que la actual fracción legislativa, y el diputado Sigfrido Reyes, lo harán, no solo porque la realidad política así lo exige, sino, por la tradición de cambios que tienen los partidos de izquierda, y en esto, el FMLN se ha destacado.
Esos cambios del ejercicio del poder y la política lo estamos percibiendo en el ejecutivo, al frente del Presidente Mauricio Funes, quien llega al ejecutivo bajo la bandera del FMLN.
Esta vez, el partido con mayoría electa recibirá lo que se merece. Porque el mismo pueblo así lo quiso, al darles la mayor cantidad de curules en la Asamblea. Y desde este espacio le auguramos éxitos no solo al diputado Reyes, sino al partido FMLN.
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