Hugo Fajardo Cuellar.04 de Febrero. Tomado de Diario Co Latino.
Hace diecinueve años, en El Salvador se llevó a cabo un acontecimiento que marcó un
momento trascendental para comprender el pasado, el presente y el futuro posible en el devenir histórico de nuestro país; se trata concretamente de la firma de los Acuerdos de Paz entre El Gobierno de El Salvador (GOES) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), firmados el 16 de enero de 1992, en el castillo de Chapultepec, México.
En ese contexto considero justo y necesario plantear algunas reflexiones sobre: Qué son los Acuerdos de Paz, Que significado tienen para el país, en el momento en que se firmaron y Cuales son las principales implicaciones que estos tienen para el momento político, social y económico por el que atraviesa actualmente El Salvador, bajo la conducción del gobierno del FMLN y de Mauricio Funes.
En primer lugar es importante destacar que Los Acuerdos de Paz, son un conjunto de entendimientos a los que llegaron el GOES y el FMLN, como resultado de un largo proceso de Diálogo-Negociación, que comenzó con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 15 de septiembre de 1989 y culminó con la firma definitiva de los mismos el 16 de enero de 1992. Dichos Acuerdos tenían como objetivo fundamental poner fin al Conflicto Armado que enfrentó al gobierno y sus fuerzas armadas con el FMLN durante los años ochenta ,conflicto que dejó un saldo de aproximadamente 70,000 muertos y alrededor de 80,000 desaparecidos.
En ese contexto los Acuerdos marcan el inicio de una nueva etapa en la historia de El Salvador, ya que constituyen la plataforma para la construcción de una nueva sociedad, teniendo como objetivos esenciales: El fin del conflicto armado, La democratización del país, el irrestricto respeto a los derechos humanos y por ende la reunificación de la sociedad salvadoreña.
Estos objetivos se alcanzarían en la medida que se cumplieran el pliego de acuerdos firmados, los cuales son básicamente: La reducción y depuración de la Fuerza Armada, La creación de la Policía Nacional Civil (PNC), las reformas al Sistema Judicial y Derechos Humanos, al Sistema Electoral y la creación del Foro de Concertación Económico Social.
No obstante esos objetivos, hay que decir que Los Acuerdos de Paz le ponen fin a la guerra, pero no a las causas que la generaron, entre ellas, La Pobreza ,La Represión y la Exclusión social que obligaron a la mayoría de la gente no solo a la lucha social sino también a tomar las armas y luchar clandestinamente en la entonces guerrilla del FMLN .Es decir, con los Acuerdos la guerra terminó, pero la paz social no llegó, ya que muchas de las causas que la provocaron siguen presentes hoy en día y constituyen el combustible del actual conflicto social de nuestra sociedad.
A diecinueve años de la firma de los Acuerdos hay que reconocer que con estos se finalizó la guerra y se venció el Militarismo (Dominio de los militares sobre la población civil) y el FMLN se transformó de movimiento guerrillero en partido político (Hoy partido de gobierno); pero lamentablemente no todos los acuerdos se han cumplido y es por eso que no se ha logrado el objetivo esencial de los mismos:
La Democratización y Reunificación de la sociedad salvadoreña a partir del respeto a los derechos humanos y la construcción de la justicia social y económica para las grandes mayorías .Este es el sueño que después de veinte años de gobiernos de ARENA, aun sigue latente en los Salvadoreñ@s y que ahora lo han depositado en la esperanza que con el nuevo gobierno se convierta en una realidad o por lo menos en el inicio de esa nueva realidad. Esto solo es posible si el actual gobierno retoma el tema de los Acuerdos de paz, para exigir a las partes que se cumplan aquellos que aun no se han cumplido, y sin los cuales el verdadero cambio no podría llegar.
Es necesario por ejemplo que se cumpla con las recomendaciones del “Informe de la Comisión de la Verdad”, para que se juzgue y castigue a los violadores de los Derechos Humanos durante la guerra tanto de una como de la otra parte, esto con el fin de establecer un perdón con justicia para con los familiares de las víctimas y dar claras señales del cese de la impunidad en nuestro país.
Así como también debe cumplirse con la creación del Foro de Concertación Económico Social, integrado según el espíritu y letra de los acuerdos por representantes del gobierno, de la empresa privada y de la clase trabajadora, esto con la finalidad de concertar el diseño y aplicación de una política económica justa y equitativa para todos.
Además de recuperar el cumplimiento de estos y otros acuerdos habría que revisar el estado actual de aquellos que sí se han cumplido pero tal vez no de manera completa, como decir el funcionamiento de la PNC para depurar a sus malos elementos y hacerla más eficiente en el combate al crimen común y organizado, profundizar las reformas al Sistema Judicial y al sistema Electoral, más apoyo al trabajo de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) entre otros. Solo así estaríamos avanzando en la construcción de una sociedad salvadoreña realmente Justa, Segura, democrática y con más y mejores oportunidades para todos.
* Sociólogo, Master en Derechos Humanos y Educación para la paz.
Docente Universidad de El Salvador.
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