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2010/02/20

Simpatizantes del FMLN-Las conquistas alcanzadas hay que cuidarlas y consolidarlas

20 de Febrero. Tomado de Simpatizantes del FMLN.

Palabras de Salvador Sánchez Cerén, Vicepresidente y Ministro de Educación de la República de El Salvador, en ocasión de la presentación del libro “Con sueños se escribe la Vida”, y en el marco de la 19ª. Feria Internacional del Libro.

Universidad de La Habana, miercoles 17 de febrero de 2010.

Compañeras y compañeros de esta ejemplar Universidad de La Habana, fuente de sabiduría y de formación de magníficos profesionales, hombres y mujeres que, además de acumular conocimientos, tienen una dimensión humanista y solidaria.

Cuba es hoy una potencia mundial en capital humano, proyectando hacia los pueblos la imagen de lo que realmente es: un país que armado de valores morales, a pesar del brutal bloqueo, comparte con las poblaciones más necesitadas sus propios recursos. La Operación Milagro, de la que se benefician centenares de compatriotas salvadoreños, es un buen ejemplo.

Así pues, me encuentro ante ustedes en esta Universidad, agradecido a Cuba que siempre nos ayudó, nos dio buenos consejos, curó a nuestros heridos durante la guerra y rehabilitó para la vida social a centenares de lisiados.

Quiero iniciar la presentación del libro Con sueños se escribe la vida, agradeciendo a la Editorial José Martí por concederme el privilegio de dar a conocer esta autobiografía en Cuba, cuya literatura es una de las más relevantes e influyentes de toda la América Latina. También doy las gracias a la rectoría de esta Universidad que me permite compartir un tiempo con ustedes.

Cuba, la revolución martiana, ha sido siempre para mí un referente moral y político, que ha influido en mi visión del mundo y de América Latina en particular, así como también en mi formación humana y revolucionaria. Desde muy joven, allá por mediados de los años sesenta, cuando andaba de activista en el gremio del magisterio, yo, como muchos otros hombres y mujeres mirábamos a Cuba para armarnos de razones y de principios, de manera que puedo afirmar que el proceso revolucionario cubano influyó positivamente en la lucha de mi país. Si ser revolucionarios, revolucionarias, es ser apasionados, profundamente humanos, mucho de lo que somos se lo debemos al Che.

Con sueños se escribe la vida es un relato de diferentes etapas de mi vida. Pero estoy seguro que, al mismo tiempo, es también una narración de la épica colectiva de esa parte de nuestro pueblo que decidió rebelarse a la dictadura y conquistar la libertad, escribiendo así la historia de esos años difíciles.

En la historia de nuestro país las gestas populares se han sucedido siempre, teniendo como banderas la tierra, la justicia, la democracia. Como bien diría un poeta del pueblo, Roque Dalton, hombres y mujeres medio-muertos, medio-vivos, nunca se resignaron a vivir bajo las botas del poder y por los caminos del sacrificio, jugándose la vida, se aprestaron a tomar el cielo por asalto.

En esta épica histórica mi vida es una más: yo era un joven de pueblo que fue descubriendo lo que sucedía en mi país, gobernado a sangre y fuego, para poco a poco, como maduran ideas y sentimientos en el interior de las personas, ir comprometiéndome con la lucha, es decir con el destino de mi pueblo, de la gente pobre. Yo hice lo que hicieron muchos.

Me han preguntado algunas veces ¿por qué y para qué he escrito mi autobiografía? La respuesta se encuentra en la importancia de recuperar la memoria. Recuperarla, de manera particular, para transmitir a los jóvenes de mi país y de América Latina.

No debemos restar importancia al hecho de que la derecha, usando el poder mediático ha satanizado la guerra revolucionaria en El Salvador, deformando las causas históricas que originaron el conflicto y ha manipulado los hechos históricos con la pretensión de restarle importancia a la noble causa de la lucha revolucionaria, heroica, del pueblo salvadoreño.

Guerra revolucionaria que concluyó con la derrota de la dictadura militar mediante un proceso de solución política negociada que tuvo como soporte principal la lucha armada emprendida por el FMLN, y que dio inicio a un nuevo período histórico para los salvadoreños: LA CONSTRUCCION DEMOCRATICA HACIA EL SOCIALISMO.

El libro, desde su inicio, presenta el perfil humanista de las y los revolucionarios salvadoreños, da a conocer las causas que originaron el conflicto, el papel de la oligarquía salvadoreña y su aparato represivo, la dictadura militar y la forma de dominación autoritaria, genocida y terrorista, que instauraron para perpetuar su poder en todos los ámbitos de la economía, de la cultura, de la sociedad y de la política y para evitar la organización y lucha del pueblo. Con sueños se escribe la vida es, por consiguiente, una obra que pretende reconstruir lo vivido en nuestro país en unos años difíciles, desde el testimonio de quienes fuimos los sujetos activos, los protagonistas.

Amigas, amigos, hacer memoria no es un ejercicio estéril, no es un acto de recreo, algo banal que habla de risas o lágrimas. Hacer memoria es recuperar el pasado para hacer una reflexión de sus luces y sombras, para aprender de los errores y de los aciertos, para fortalecer nuestra identidad personal y colectiva y saber mejor quiénes somos. La memoria sirve para unir los fragmentos dispersos del pasado y armar el rompecabezas del ayer, donde en este caso, los gobiernos, los partidos, movimientos sociales, la guerrilla, las iglesias, las universidades y otros muchos actores ocupan su lugar, para que nadie olvide lo que pasó y qué papel jugó.

En estos tiempos en los que el pensamiento único al servicio del mercado trata de invisibilizar toda experiencia libertaria de lucha, para demostrar que fuera del modelo actual de sociedad no existe alternativa, es importante recordar y al hacerlo reconstruir la historia desde los de abajo. Antonio Gramsci, intelectual revolucionario italiano, apuntaba que existen tres frentes de lucha, inseparables: el económico, el político y el ideológico-cultural. Para él, la batalla por la hegemonía cultural y moral era y es decisiva para el devenir de los pueblos. Esto lo saben bien quienes tratan de transformar sus agresiones históricas en efemérides sin contenido y no descansan en presentar las gestas de los pueblos y de sus organizaciones como intentos fracasados.

Mi relato, para que sea leído de una manera contextualizada, incorpora los acontecimientos de la lucha revolucionaria del pueblo salvadoreño, desde la década de 1930, señalando los hechos más importantes. A partir de los años setenta, momento en el cual me incorporé a la Asociación Nacional de Maestros, ANDES 21 de Junio, a las organizaciones populares y finalmente a la guerrilla, profundizó más en un contexto sociopolítico que viví como protagonista.

Me doy cuenta que estoy respondiendo a la pregunta de por qué escribí mi autobiografía. Ahora quiero responder más directamente al para qué.

Lo he hecho para que no se pierda el conocimiento de lo que pasó en nuestra historia reciente, para explicar quiénes somos, cuál es nuestra identidad. A la generación de los años setents a la cual pertenezco, nos correspondió ser los hombres y mujeres revolucionarias que tomamos la decisión de ponernos al frente del pueblo para conducir junto a él la guerra revolucionaria contra la dictadura militar en El Salvador y abrir una nueva época que debe culminar la Revolución Democrática con rumbo socialista.

Pues bien, mi mayor deseo es que la juventud acceda a este conocimiento de nuestra historia, pero no en términos de una historiografía fría llena de fechas y hechos, sino que muy especialmente para que pueda hacer su propia reflexión sobre los valores que empujaron a toda una generación a jugarse la vida.

Creo, sinceramente, que esto es importante. Sin memoria no se puede construir una moral cívica sólida. La derecha pretende que la sociedad pierda el sustento de la memoria, de la memoria cívica. Y esto es muy dañino. La lucha por la memoria es muy importante, frente a esa red de intereses a la que le interesa el olvido. Y lo es también como fuente de recuperación de valores que hoy día están siendo violentamente atacados por el neoliberalismo. En toda la América Latina, y desde luego en mi propio país, la propaganda neoliberal en sus expresiones culturales e ideológicas, impulsa el individualismo como forma de ser y comportarse en el mundo. El neoliberalismo pretende construir hombres y mujeres obsesionados por el poder material, por la competencia entre sí, por el éxito lucrativo; hombres y mujeres sin historia, con pérdida de sentido de lo colectivo, arrojados a una batalla en la que sólo cuenta ganar usando incluso medios inmorales.

Los valores de la solidaridad, de la ayuda mutua, de la justicia en todos los ámbitos de la vida, de la lealtad, del respeto a las generaciones anteriores que con aciertos y errores lucharon por un país mejor, son atacados como si fueran valores trasnochados, por útiles para el tiempo que vivimos.

En este contexto, Con sueños se escribe la vida narra cómo la gesta revolucionaria en El Salvador tuvo una dimensión colectiva, de pueblo, de infinita solidaridad. En ella se dieron cita muchas épicas que, juntas vienen a formar la historia de esos años difíciles. Esas épicas nos han llevado hoy al Gobierno, como paso de un proceso histórico que aún no ha dicho la última palabra; lo ya logrado es fruto de realidades anteriores sumamente duras, tan duras que eran a vida o muerte. De tal manera quiero transmitir a los jóvenes a través de mi libro la importancia de que valoren justamente el sacrificio de sus mayores, y de cómo las conquistas alcanzadas como resultado de un doloroso parto, hay que cuidarlas y consolidarlas.

Recuerdo ahora con especial emoción las palabras de nuestro poeta Roque Dalton, cuando en medio de un país reprimido, castigado, torturado, encarcelado, asesinado, tuvo la fuerza moral y profética de decir: “Todos juntos tenemos más muerte que ellos; pero todos juntos tenemos más vida que ellos”. Así es, en nuestra reciente historia la vida gana a la muerte, hemos sepultado a la dictadura y hoy gobierna la fuerza política que antes estuvo perseguida y obligada a defenderse haciendo la guerra.

Pero, permítanme que me centre ahora en Con sueños se escribe la vida. Al hacerlo no quiero dejar de agradecer a la editorial Ocean Sur que presentó una primera edición de esta obra en El Salvador en enero del 2008, en los albores de la campaña electoral que finalizó con la victoria electoral del FMLN, siendo electo el periodista Mauricio Funes como presidente de la República y mi persona como vicepresidente. También doy las gracias a Ocean Sur por las facilidades dadas a la Editorial José Martí para la edición cubana.

Muchos me preguntaron por qué tomé la decisión de terminar mi libro, editarlo y darlo a conocer en pleno período de precampaña. Fue la tarde de un domingo de 2006 que el secretario general de nuestro partido, el compañero Medardo González, me invitó a tomar un café a su casa de habitación. Allí también encontré a David, presidente de la editorial Ocean Sur; ambos me plantearon la necesidad de escribir un libro sobre mi vida. Conocíamos la experiencia de la campaña electoral del 2004, la campaña sucia, engañosa en contra del compañero Schafik Hándal y la imagen negativa que se presentó por parte de la maquinaria mediática del poder de la derecha.

Pensamos en las ventajas y desventajas y decidimos que era necesario dar nuestra versión de lo ocurrido en el país en la segunda mitad del siglo pasado. Así comencé a trabajar esta autobiografía que de hecho, una vez publicada en su primera edición en 2008 y una segunda en 2009, se convirtió en el inicio de lanzamiento de mi candidatura como integrante de la fórmula presidencial hacia el 2009.

Con sueños se escribe la vida también presenta la forma en cómo el pueblo hizo suya la causa libertaria y cómo construyó su partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) a partir de la unidad de las organizaciones político-militares, surgidas en el año 1970. El FMLN es la unión de cinco organizaciones político militares: el Partido Comunista Salvadoreño (PCS), las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí” (FPL), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), el Partido Revolucionario de los Trabajadores Salvadoreño (PRTC), y la Resistencia Nacional (RN).

Me detengo en esta parte para concluir que en la nueva etapa de Revolución Democrática en que se encuentra el FMLN, la lucha electoral sigue siendo un escenario de enfrentamiento político. Son dieciocho años que han transcurrido desde que nos transformamos de fuerza guerrillera en partido político; hemos tenido que aprender y seguimos acumulando experiencia en el enfrentamiento con la oligarquía y sus aliados, para dominar el arte y la técnica de la política electoral y saber construir los instrumentos necesarios para avanzar en este nuevo escenario.

La historia de El Salvador como la de todos los pueblos es una lucha permanente y constante; de ella nutrimos nuestra ética e ideas. Farabundo Martí, fundador del Partido Comunista de El Salvador y líder de la Primera Insurrección de 1932 es fuente de nuestra inspiración, lo mismo que nuestros antepasados autóctonos que opusieron una férrea resistencia contra los invasores españoles; asimismo nos impulsan a seguir nuestros próceres patriotas, entre ellos José Matías Delgado, quienes lucharon por independizar a nuestro pueblo del yugo español. Nos inspira, además, el unionista centroamericano Francisco Morazán y el pensamiento revolucionario de nuestro hermano y camarada líder SHAFIK HÁNDAL.

Este libro relata, a partir de mi vida, la etapa de los años setenta, ochenta y parte de los noventa. Hay situaciones y hechos históricos que sucedieron que no están abordados. Recuperarlos para nuestra memoria es nuestra tarea.

Y no puede faltar en un libro y especialmente en mi vida, mi familia, mi esposa y mis hijos, que me acompañaron y se incorporaron a la lucha de todo un pueblo. En el capítulo denominado “Margarita”, relato nuestro amor y el privilegio de seguir con vida, compartiendo y trabajando por nuestros ideales.

Hoy presento este libro en la Universidad de La Habana, como dirigente de mi partido el FMLN, como Vicepresidente de la República de El Salvador y Ministro de Educación Ad honorem. Quiero reiterar mi agradecimiento a la Editorial José Martí, por la edición de mi libro en Cuba, patria y pueblo con la que me siento identificado. A nuestros pueblos nos unen historias y luchas comunes, nos une el espíritu latinoamericanista de José Martí, del comandante Ernesto Che Guevara, del comandante Manuel Piñeiro.

Quiero aprovechar este acto para enviar un fraternal saludo a nuestro querido comandante Fidel Castro Ruz. Las oportunidades que tuvimos para intercambiar con él fueron sabias enseñanzas para interpretar mejor nuestra realidad, evitar cometer errores y avanzar hacia nuestras metas y objetivos que nos trazamos en la lucha revolucionaria.

Nuestro partido el FMLN, representante legítimo del pueblo salvadoreño agradece infinitamente al comandante Fidel Castro el reconocimiento a nuestra lucha y en especial el respeto que siempre a mantenido a nuestro pueblo. Su ejemplo y la lucha ejemplar del pueblo cubano nos ayudaron a enfrentar con sabiduría y audacia los retos que se nos plantearon y nos ayudaron a conducir la revolución.

Fue un factor clave de nuestro triunfo la unidad de las fuerzas revolucionarias de El Salvador; juntar las fuerzas políticas y militares fue siempre un sabio consejo que recibimos desde Cuba. Sobre bases de unidad el surgimiento del FMLN fue la decisión clave en esa etapa y las etapas posteriores de nuestra historia.

Con sueños se escribe la vida, es mi primer aporte público a la recuperación de la memoria de una gesta que tuvo una dimensión colectiva, de todo un pueblo. De manera especial es mi deseo que las nuevas generaciones conozcan nuestro pasado reciente, doloroso, para que de este modo sepan que en nuestro país muchos hombres y mujeres se alzaron contra la dictadura, para ser libres, y se sientan orgullosos de ser salvadoreños. La memoria es una poderosa vacuna contra la muerte de los ideales y alimento indispensable para la vida. Por eso, quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida. Recuperando la memoria podemos emprender la hermosa tarea de construir el presente y el futuro.

Muchas Gracias

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