Comentarios mas recientes

2010/02/23

EDH-Lo de alfabetizar es sólo pretexto para domesticar

La regla en toda democracia es simple: nadie tiene derecho a imponer obligaciones o tareas a otros, a menos que se les pague por ello y sean aceptadas de manera voluntaria

Editorial.23 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.

No hay justificación moral, jurídica, práctica o económica para obligar a la gente a integrarse a "contingentes alfabetizadores", como pretende un proyecto de ley presentado por los rojos a la Asamblea Legislativa. Una legislatura no puede disponer de la vida y patrimonio de las personas, ordenarles tareas, forzarlas a pasar tiempo en lugares que para ellas pueden ser desagradables o peligrosos, dejar temporalmente sus empleos porque así lo dispone un funcionario.

Lo de la alfabetización es un pretexto, el juego para iniciar la regimentación forzada de los salvadoreños. El proyecto está calcado de las brigadas para cortar caña en Cuba y de las jornadas de reeducación en Camboya bajo los jemeres rojos. Es el mecanismo que desde 1917 emplean los comunistas para doblegar voluntades, indoctrinar grupos sociales, quebrar el espinazo de pueblos enteros. Es uno de los métodos para domesticar y someter a jóvenes y mayores.

Es de esperarse que los partidos políticos tradicionales no muerdan el anzuelo y rechacen ese repugnante intento de meterse en la privacidad de las familias y de la gente en general.

En nuestro El Salvador --sigue siendo nuestro mientras haya personas que piensan y estén dispuestas a luchar por sus libertades y derechos-– todos hacemos lo que estimamos que nos conviene mientras no nos metamos en la vida y los derechos de otros. La regla en toda democracia es simple: nadie tiene derecho a imponer obligaciones o tareas a otros, a menos que se les pague por ello y sean aceptadas de manera voluntaria. Como en los votos de un matrimonio, se toma la responsabilidad del nuevo estado por decisión propia, libremente. En caso de guerra o catástrofes un gobierno puede ordenar actuaciones a sus ciudadanos, pero pasada la emergencia se vuelve a la situación previa de respeto a la libertad individual.

Un esquema para hostigar a opositores

Querer impulsar programas de reforestación, cuidado de parques, salud pública y, en este caso, alfabetización, es lo de todo el tiempo. Al señor Duarte se le ocurrió un plan para sembrar árboles empleando a escolares, pero la gran pensada se le vino abajo al preguntársele adónde se iban a sembrar, quién cuidaría los árboles después de sembrados, cómo se alimentaría a los escolares, de dónde saldría el dinero para llevarlos de un sitio a otro, qué protección se les daría a los niños en esos lugares… estas mismas preguntas vale hacer a los que parieron la idea alfabetizadora, recordándoles, de paso, que el problema del analfabetismo se deriva en gran parte de la destrucción de las escuelas por la guerrilla en los Ochenta.

El proyecto no establece criterios para definir quién sería "escogido" y quién no, para irse a Morazán o a las zonas más remotas de Sonsonate a alfabetizar, por lo que las designaciones se harían a dedo: los hijos o colaboradores de personas que se oponen al régimen o no cambian sus ideas y hábitos burgueses serán las primeras en ser nombradas como "voluntarios". Que tengan capacidad para enseñar es otra cosa; el programa se convertiría, aun suponiendo que lo mueven buenas intenciones, en un colosal despilfarro de recursos, comenzando por el tiempo y la productividad de la gente a la que le caiga el palo.

El genocidio de Camboya se perpetró bajo el pretexto de reeducar a los pobladores urbanos, de abrir sus mentes al socialismo.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=4544223

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.