No se puede ni se debe ser indiferente a los problemas que se están dando en los centros educativos. La amenaza está frente a la nariz. Por el bien de todos espero que el Plan de Seguridad contemple medidas excepcionales en estos centros educativos.
Escrito por Sandra de Barraza.19 de Febrero. Tomado de La Prensa Grafica.Las noticias del jueves 11, del viernes 12, del martes 16 y del miércoles 18 de febrero tienen un denominador común: Estudiantes en centros educativos. Las motivaciones parecen las mismas. No están de acuerdo con las medidas administrativas. Y como no están de acuerdo con lo que otros deciden, hacen paros de labores. Como otros deciden lo que ellos (¿una minoría?) no quieren, simplemente se toman los edificios, se toman las calles y destruyen cuanto encuentran a su alrededor. Hay encapuchados y están con uniforme escolar o están de civil, demandando oportunidad para “continuar sus estudios” de educación superior. Y además, cuando los enfocan para la foto o para el video, las señales que hacen a los periodistas son las que vemos en las cárceles. Vemos la comunicación que se da entre pandilleros.
¿A qué se asiste a los centros escolares? Tengo entendido que el sistema educativo está estructurado para enseñar y aprender a vivir en democracia y esto supone, conocer, cumplir y hacer cumplir las normas de convivencia. Esto exige reconocer la autoridad porque la democracia demanda organización, jerarquía y responsabilidad. Me guste o no me guste, en una institución no todos somos iguales. Hay distintas responsabilidades y deben asumirse. Lo que cualquiera puede observar es que personajes que amenazan la estabilidad social y que son potenciales clientes de alguna de las cárceles del país están en los centros escolares. ¿Exagerado? Como dicen... ¡el venado le tira a la escopeta!
Allí están “los estudiantes” y hacen lo que quieren con la indiferencia e incapacidad de los responsables en la escuela y en el ministerio. “Los alumnos tomaron la decisión de parar las clases”, “los directores no tienen suficiente autoridad para establecer disciplina”, “hay una pérdida del sentido de lo que le corresponde a cada actor, docente, alumno y director”. Estas fueron las declaraciones registradas en LPG. ¿Qué es esto? ¿Es la muestra de la debilidad en los criterios y el marco legal en la organización escolar? ¿Es la expresión y el escudo ante la incapacidad de tomar decisiones?
A los directores se les ha contratado para organizar el centro escolar en función del aprendizaje de los alumnos. Esto exige disciplina y respeto a las normas. Se les ha contratado para asegurar que los alumnos estén en los centros y aprendan ¿a tirar piedras? ¿A destruir la propiedad pública y privada? ¿A cubrirse la cara como maleantes? El contrato de los directores no es para esto. Entonces ¿están en la dirección de los centros escolares aquellos que tienen el perfil, la capacidad, la voluntad y el compromiso laboral para el que son contratados? Disculpe, Sr. viceministro de Educación, si los directores no son capaces de establecer disciplina en los centros escolares ¿por qué los tienen allí? ¿Por qué no los cambian? ¿Qué se está gestando en los centros escolares? ¡Cría cuervos y te sacarán los ojos! se dice popularmente.
“No está en manos de la escuela resolver el problema de la violencia. A la escuela llegan los problemas de afuera”, fueron declaraciones registradas en LPG. Disculpe. Si no se da tratamiento a los problemas en donde se expresan y cuando deben resolverse, se deja que los problemas de hoy y las amenazas futuras se conviertan en problemas mayores. En la actualidad estamos viviendo a lo que se dejó de hacer hace 10 o 15 años... Si no se hace algo excepcional en los centros educativos ¿en manos de quiénes estaremos en 2021?
No se puede ni se debe ser indiferente a los problemas que se están dando en los centros educativos. La amenaza está frente a la nariz. Por el bien de todos espero que el Plan de Seguridad contemple medidas excepcionales en estos centros educativos. ¿Deberían tener otro perfil los directores? Si se reconoce que en los centros escolares hay reclutamiento de pandillas ¿cómo es posible no tener postura y propuesta?
Los centros educativos son el principal recurso para una estrategia de prevención a la violencia y la delincuencia juvenil. Dicen y se reconoce, que los directores son incapaces de hacer lo que deben hacer: imponer disciplina a docentes y estudiantes. ¿Por qué no darles apoyo? Los militares se retiran muy temprano del ejercicio profesional. ¿Por qué no involucrarlos para que asistan a los directores con la elemental y necesaria disciplina escolar? La dimensión del problema rebasa a todos. No dudo que hay 500 militares retirados, con experiencia en organización, que podrían colaborar en los centros escolares “más emblemáticos” de lo que estamos viviendo: una sociedad sin reglas, sin valores y sin respeto alguno. ¿Cómo revertir esta realidad?
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