El último informe: Indicadores de Ciencia y Tecnología Estadísticas sobre actividades científicas y tecnológicas sobre educación superior y gobierno 2008 de CONACYT, una vez más, nos deja ver un preocupante escenario estático; uno de sus párrafos señala: “Se concluye que el objetivo socioeconómico de las actividades de ciencia y tecnología y de investigación y desarrollo no ha cambiado desde hace diez años...”.
Escrito por Óscar Picardo Joao. 03 de Febrero. Tomado de La Prensa Grafica.
El presupuesto del CONACYT de 2008 equivale al 0.01% del Presupuesto General de la República de $4,558.3 millones, es de decir, $455,830 anual; ¿qué se puede hacer con esto para impulsar un modelo de desarrollo sustentado en la ciencia?: poco y nada...; lo más valioso y relevante que hace CONACYT es el informe de indicadores de Ciencia y Tecnología, fuera de ello –con este presupuesto– no se conoce otra proyección, ni se cuenta con un sistema que estimule el desarrollo científico; al final, paradójicamente, el informe es muy caro...
De los 7,600 docentes registrados para Educación Superior, solo el 33.54% está contratado a tiempo completo, siendo una cifra estática; el rubro que ha crecido es el del docente hora clase; los investigadores plenos son 141 equivalentes al 1.86%, docentes investigadores son 368 equivalente al 4.84%. A escala de país, trabajando en educación superior tenemos 229 doctores, 1,166 Masters. No obstante, Ciencias Sociales y Humanidades –como áreas científicas– triplican el monto (44%) de lo que se invierte en Ciencias (20%) o ingenierías (11%), y para colmo crean un nuevo Centro Nacional de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades (CENICSH), no conformes con lo que produce FLACSO, la UCA, el CICH, FIECA, entre otra docena de instituciones sociales... incluyendo además otro proyecto similar que se gesta en la Secretaría de Cultura.
El Presupuesto de todo el sistema de educación superior ascendió a $192,414,694.90; y la inversión en I+D representó un 12% del presupuesto global de las IES, y ha crecido menos del 1%, pasando de 18 millones a 24 millones, dato seguramente menor a lo que se gasta en publicidad...; el bajo porcentaje de inversión y crecimiento evidencia la pobre vinculación del sector académico con el sector productivo; también es de destacar que un 42% del monto destinado a investigación es consumido por salarios, siendo además un gasto orientado a inversiones de capital y consumibles, con porcentajes marginales para asuntos estratégicos.
La mitad de las publicaciones académicas (46.21%) de 145 revistas no cuentan con registro de ISSN; y 59.28% de publicaciones formales –de 167 libros publicados al año– no cuentan con registro de ISBN. La relación de publicaciones serias, rigurosas y de reconocido prestigio a escala nacional e internacional es muy limitada, siendo optimistas una o dos revistas podrán estar indexadas en cardex internacionales en inglés, y esto el reflejo de lo que sucede al interior de la mayoría de universidades, la cuales se dedican a profesionalizar ciudadanos con conocimientos poco pertinentes y poco relevantes.
La conectividad interna se encuentra en un 62.86% y el 80% de las IES cuenta con internet inalámbrico; la relación de PC por estudiantes de 8.1 por 100, y el acceso a internet es de 6.78 por 100; 65.7% de las instituciones posee un ancho de banda de 1 a 2 Mb; para qué lo utilizan es la pregunta: ¿ciencia o imagen?
Así inicia esta gestión de gobierno desde la perspectiva de la ciencia y tecnología; veamos qué cambios se producen que no impliquen más de lo mismo; el reto y las necesidades están claras en exigir más desarrollo de Matemática, Ciencias exactas e ingenierías; un parque científico-tecnológico; mejores presupuestos, tanto a escala universitaria como gubernamental; más y mejores programas de Doctorado; intercambio científico; entre otras iniciativas.
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