El fulgurante futuro del Alba que se viene pregonando, marca la antesala de la catástrofe económica, social y política. Es cosa de corto tiempo…
Editorial. 05 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.
Entre las inescapables realidades del mundo actual hay una contundente: no existe pueblo que caiga en el socialismo que no se hunda en la miseria. Ese es el espanto de Cuba, el horror de China bajo Mao y la tragedia de la Europa del Este sometida por los sóviets. Venezuela, expone un análisis publicado por el Wall Street Journal, no es una excepción. El país ya comenzó a hundirse en el desastre. El fulgurante futuro del Alba que se viene pregonando, marca la antesala de la catástrofe económica, social y política. Es cosa de corto tiempo…
A principios de enero, señala el periódico, Chávez devaluó a casi la mitad el valor del bolívar, reduciendo en esa proporción los ahorros y los salarios de todos los venezolanos. La medida afecta con especial crudeza a las clases pobres en cuyo beneficio el grotesco dictador dice gobernar.
La inflación venezolana, la más alta del Hemisferio, por sí sola redujo en los últimos doce meses, el poder adquisitivo del bolívar en un veinte por ciento. A ello se agrega otro golpe: que los productos de primera necesidad, lo que la gente come, usa y viste, escasean notablemente; estantes vacíos es lo que ven los clientes de almacenes y supermercados en todo el país, como era el usual espectáculo en la Europa comunista.
El análisis del periódico lo comparte el director de inteligencia de los Estados Unidos, Dennis Blair: el régimen se ha debilitado pero continúa manteniendo su política de apoyar a gobiernos hostiles a su país. De manera directa o indirecta Chávez colabora con movimientos subversivos y con el tráfico de drogas.
No todo se cura tirándole dinero encima
Los males no llegan solos a Venezuela, comenzando por el propio Chávez. La devaluación fue acompañada por apagones de varias horas, pues los enormes ingresos del petróleo se vienen usando para evitar el colapso de Cuba y financiar a sediciosos en América, no para cuidar la infraestructura. Hay dinero para la "revolución" pero no para mantener y ampliar la capacidad venezolana de generación de electricidad.
Los apagones han afectado el normal desarrollo de la vida, perjudicando gravemente a enfermos en hospitales, niños prematuros, fábricas y oficinas, gente que iba en ascensores, peatones en zonas peligrosas de las ciudades que quedan en tinieblas. Lo último es en particular horroroso considerando que Caracas sufre uno de los índices más altos del mundo de homicidios y atracos. Pero cuidar la seguridad de la gente no es prioritario para el "bolivariano".
Chávez está quedando sin dinero porque los ingresos por petróleo de la PDVSA, se han reducido de manera sustancial a causa de la ineptitud del régimen para manejar la industria. Antes del "bolivariano", Venezuela producía 3.3 millones de barriles de crudo al día; en la actualidad se estima que la producción es inferior a 2.2 millones. Lo es, sobre todo, porque Chávez despidió de un día a otro a veinte mil técnicos los que luego sustituyó con extranjeros, que a duras penas trabajan en equipo.
El desplome de la industria, acotamos, debe hacer pensar al gobierno salvadoreño: despedir de golpe a gente capacitada para colocar individuos que carecen de experiencia, tiene sus terribles costos.
Chávez ha caído en el error de creer que el dinero, aún a borbotones, es lo que se requiere para sostener un gobierno corrupto e incapaz.
elsalvador.com :.: Ya comenzó a hundirse la dictadura chavista
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.