Escrito por Ricardo Esmahan (resmahan@hotmail.com ).02 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.
Durante la última década, tanto en USA como otros países se tomaron malas decisiones en políticas financieras. Se permitió que los bancos se apalancaran excesivamente y crecieran de forma desproporcionada, quedando al descubierto el alto riesgo de sus carteras y lo que ello conllevó.
Los créditos fueron otorgados sobre balances firmes, pero por encima del valor real de activos, poniendo al sector financiero global en riesgo. Se tomaron hipotecas de personas que no podían pagar sus compromisos y se dieron en desembolsos tan grandes que el sistema requirió de impresionantes recursos de los contribuyentes para salvarse de la quiebra y la iliquidez.
Aparte de no regular los mercados hipotecarios, la década finalizó con grandes y crecientes déficits gubernamentales. No se ahorró lo suficiente y se ha permitido que las agencias de calificación degradasen sus índices. Los aspectos que caracterizan esta crisis son muchos más, pero los señalados dan cuenta de la creciente deuda pública y los altos índices de desempleo.
Hoy en día, existen propuestas que buscan solucionar esta situación, algunas proponen remedios para curar la enfermedad de tajo sin tomar en cuenta los adversos efectos secundarios. La Escuela Austriaca propone una teoría económica, basada en la obra de Ludwig Von Mises y Friedrich Hayek. En el campo austriaco hay quienes argumentan la necesidad de acabar con la Reserva Federal, retornar al patrón oro. Permitir que los bancos que ahora son considerados demasiado grandes y de alto riesgo, quiebren al igual que empresas mal gestionadas, como General Motors y Chrysler. Proponen dejar en el terreno nuevos emprendedores pero garantizando un entorno disciplinado y la aplicación de políticas y gestiones más adecuadas.
En este modelo, el gasto gubernamental se debe reducir a lo mínimo posible, al igual que los impuestos. La ventaja es que, en teoría, se recibe todo el dolor de una sola vez y puede entonces comenzar la recuperación de lo que sería una recesión muy profunda. La mala noticia es que se corre el riesgo de tener un 30% de desempleo y un tiempo muy largo para salir de la recesión. Además, siendo prácticos, el remedio no tiene viabilidad en los congresos.
Otra solución posible es el caso europeo, especialmente el período posterior a la caída del Muro de Berlín. Las economías del este europeo comenzaron con una reingeniería de sus economías y gobiernos en un período relativamente corto de tiempo y las privatizaciones y la disminución de los impuestos estaban a la orden del día.
Europa del Este, simplemente empezó de cero a construir nuevos sistemas. Tenían la ventaja de que hubo consenso general, luego de la experiencia fallida del régimen soviético, lo que dio más margen para el cambio.
¿Cómo se puede permitir que los bancos lleguen a ser demasiado grandes para fracasar? Si vamos a permitir que los bancos grandes existan, su influencia se debe reducir hasta el punto que su fracaso no ponga en peligro el sistema global y tener que solventar con dinero de los contribuyentes. Nuestro paisito no estuvo exento de este fenómeno en el pasado. No importa si esta política de limitación hace menos rentables los bancos. Las enormes instituciones financieras están teniendo grandes beneficios porque tienen a los contribuyentes de manera implícita detrás de ellos, contribuyentes que no reciben el pago de dividendos que ellos ganan.
Estas mega-instituciones se vuelven peligrosas si se les permite convertirse en un mercado demasiado grande y de influencia. Si se permite que el zorro establezca las normas para el funcionamiento de la casa de las gallinas. Qué vergüenza para todas las naciones del mundo si permiten que esto siga ocurriendo.
elsalvador.com :.: Urge un límite al sistema financiero mundial
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