Escrito por Juan A. Valiente.3 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.
Cuánto más tendremos que esperar para decir que efectivamente el cambio se siente? A los salvadoreños nos han vuelto cínicos los políticos, la Asamblea Legislativa, el sistema judicial, los partidos políticos, los corruptos, los abusadores y tantos otros. Necesitamos volver a creer en la administración pública.
Un reto importante que tiene este gobierno es el de revivir la esperanza que podemos ser mejores y que para el Estado no hay nada más importante que servir a sus ciudadanos. "Viene el cambio. Nace la esperanza," decía el principal lema de la campaña del entonces candidato Mauricio Funes. Ya van ocho meses y la paciencia puede empezar a acabarse.
Fue obvio al inicio que el partido en el gobierno no se había preparado para gobernar. Quizás sí se prepararon para ganar y lo hicieron, pero no para gobernar. Nos han recetado mensajes contradictorios, mucho discurso y poca acción durante ya muchos meses, en medio del incremento de la delincuencia, de la existencia de agendas políticas diferentes entre el Presidente Funes y el FMLN, de la fragmentación del trabajo en el Ejecutivo por falta de claro liderazgo y del involucramiento inefectivo del sector privado para aparentar consultas más que para concretar cambios.
Le hemos tenido paciencia. Pero a ocho meses de gobierno no es aceptable que no haya un horizonte claro y, peor aún, que haya discrepancias importantes entre los aliados políticos que ganaron la presidencia. Anunciaron que a inicios del año se presentaría el Plan Quinquenal y todavía lo esperamos. Ya es hora de conocerlo para que pueda dar inicio un proceso de enriquecimiento colectivo a través de su discusión. Ya es hora, Presidente. Le queda escasamente un poco más de cuatro años para hacer la diferencia.
La falta de esperanza y el cinismo, sin embargo, lo alimentan más otras instituciones del Estado. Entre los últimos escándalos está la aplicación del nuevo pliego tarifario de ANDA y la infinidad de errores que se cometieron en la facturación del mes de diciembre. Hasta el presidente de ANDA habla ahora de un posible sabotaje.
Era necesario disminuir el subsidio, dado que le costaba al Estado ya en julio de 2008 alrededor de $50 millones de dólares al año. Aplaudimos la iniciativa, a pesar que nos duele a muchos, si puede garantizar que todos en el país tengamos acceso a agua potable. Lo que ya no podemos aceptar son las arbitrariedades, las ineficiencias y los malos tratos a los confundidos y tal vez abusados consumidores.
No terminábamos de asimilar la noticia de las nuevas tarifas de ANDA, cuando comenzó la crisis de los DUI por la falta de capacidad o de deseo de hacer bien las cosas de DOCUSAL y el RNPN. Miles de compatriotas han perdido miserablemente horas productivas haciendo cola y buscando las partidas ahora necesarias para sacar nuevamente el DUI que ya tenían. Es un proceso de renovación.
¿Cómo es posible que haya sucedido? No es primera vez que DOCUSAL atiende a la población salvadoreña. ¿Por qué dispuso el RNPN agregar el requisito de una partida de nacimiento ya entregada? ¿Por qué DOCUSAL no reubicó los DUICENTROS para atender a las miles de personas que llegarían y permanecieron en sus instalaciones con capacidad para apenas unos cien? ¿Por qué se les permite atendernos de esa manera? Agradecemos el gesto de la Asamblea Legislativa de ampliar el plazo para los que cumplen años en enero, pero DOCUSAL no sólo no acepta su rol protagónico en el desorden, sino que amenaza con demandar al Estado por las prórrogas. Algo no huele bien.
Una revista en la Internet recientemente narraba la travesía de sacar el DUI y decía: "La mala atención de la empresa DOCUSAL es herencia de otros gobiernos y negligencia del actual, se explica a sí misma la población, ante la falta de explicación por parte de las autoridades del RNPN y otras instituciones como la Defensoría del Consumidor". Y entonces debemos preguntarnos, ¿por qué no funcionan las instituciones del Estado? ¿Por qué todos los salvadoreños debemos seguir soportando que se nos trate así cuando debemos ser el centro de la acción del Estado?
Y encima de la ineficiencia y la burocracia que nos lleva de encuentro, vienen los políticos de izquierda, de derecha y de quién sabe dónde a "endulzarnos" la situación financiera con uniformes y zapatos que no llegan y que no eran tan necesarios para mejorar la calidad del sistema educativo, con leyes populistas sin cargo básico de telefonía y con aguinaldos sin renta, pero hasta que toque pagar en el mes de abril. Hay que comenzar a hacer bien las cosas. Hacerlas sólo una vez y de forma correcta. Apenas nos alcanzan los recursos del Estado para que estemos acostumbrados a despilfarrarlos. Hagamos consciencia y comencemos ya.
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