El factor que más desconfianza genera es la composición del gabinete de gobierno y de las figuras y políticas que mueven mucho en ese gabinete.
Editorial. 19 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy
F USADES considera que no hay un claro rumbo para el país, lo que es una forma cortés de decir que las cosas andan mal pero que podrían estar peor. No conocemos a nadie que pueda, con la mano en el corazón, decir que estamos en Jauja o que de aquí en adelante todo irá mejorando.
El entorno internacional no ayuda, pero mucho de positivo se pudo haber hecho para reactivar la economía o al menos detener su descenso. Sin embargo, como en todo lo humano, las expectativas, lo que se percibe, el sexto sentido, el olfato son decisivos para que la gente sienta confianza y arriesgue su dinero o algo de su futuro para construir.
Hay más señales negativas que positivas, la primera es la poca efectividad para combatir el crimen. Si la seguridad es la tarea primordial de un Estado, lo que permite al hombre salir de la selva y vivir en forma civilizada, las prioridades de la acción estatal están arrevesadas, comenzando en que más se está haciendo para perseguir fiscalmente a los salvadoreños que para protegerlos de la delincuencia. Y además se persigue para financiar programas que nos dejan igual o peor de lo que estamos, como los repartos de cuadernos mal hechos o las simbólicas entregas de subsidios a los viejos.
Como lo señalan algunos personeros de ARENA, el equipo económico no parece preocuparse mucho por el descenso del empleo y la puesta en marcha de "la fábrica de desempleo". Tampoco ha captado una realidad vital en esto de que sin inversión no habrá empleo y que sin confianza no habrá inversión. El factor que más desconfianza genera es la composición del gabinete de gobierno y de las figuras y políticas que mueven mucho en ese gabinete.
Fisco, extorsión, corruptela y contrabando
Más todavía: si el gabinete aflige, más afligen las alianzas externas de algunos de sus miembros, que no vacilan en fotografiarse con gobernantes de dos de las enajenadas dictaduras del Hemisferio. Y peor todavía la adhesión a la "internacional socialista", que es la internacional del antinacionalismo, la internacional que combate e intenta aniquilar los rasgos y fortalezas propias de cada pueblo. Las leyes dejarán de hacerse acá para importarlas y maquilarlas del exterior; como en la historia de Procustes, de la mitología griega, a los salvadoreños van a estirarnos o a cortarnos un pedazo para que quepamos en la cama que está armando don Hugo.
No hay que inventarse nada en esto de lograr el desarrollo, pues ejemplos de países que superaron la pobreza o la destrucción en poco tiempo, abundan. Inclusive los salvadoreños pudimos, en veinte años, reconstruir la devastación causada por la guerra. Y los mejores ejemplos son lo realizado por los alemanes occidentales, los japoneses y los coreanos, con sus territorios en escombros. Para no ir más lejos, veamos lo que hizo la economía de mercado en Chile, nación que el comunista Allende había hundido en una terrible pobreza.
Hay un ingrediente en todas esas historias de éxito que no se puede hacer de lado: mucho sudor, sea físico o mental. Habrá sudor en la medida que la gente esté segura en su trabajo y además esté segura de que otros, incluyendo el fisco, no va a despojarles del fruto de su esfuerzo. Al hombre de trabajo lo persiguen el fisco, los extorsionistas y el contrabando.
elsalvador.com :.: Del rumbo se puede decir que no es para arriba
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