Escrito por Norma Guevara de Ramirios. 01 de Febrero. Tomado de Diario Co Latino.
Uno de los problemas estructurales que afecta a nuestro país es el acceso de la población a uno de los servicios esenciales para la vida, el agua potable; este problema endémico se ve agravado por el desarrollo desordenado en el uso del suelo, que convierte cualquier zona cafetalera, cause de ríos, suelos apropiados para cultivo en una lotificación, desde la cual se demanda servicio de agua, energía, y alcantarillas. Pero gran cantidad de familias que carece de agua en sus hogares, o las que la tienen bajo la administración municipal o de juntas ciudadanas esta fuera de los afectados en la distribución y cobro del servicio de agua a través de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA).
Como es del conocimiento público, o de grupos sociales altamente interesados en el manejo del agua para consumo humano; la empresa pública obligada a velar por el cumplimiento de ese derecho humano ha sido tratada en el pasado como un botín para usufructo y lucro de sus administradores y quizá de otros estafadores; poner en pie esa institución es una tarea titánica a la cual el gobierno de Mauricio Funes dedica esfuerzos y faltan muchos más.
La reciente aplicación de un nuevo pliego tarifario que se aprobó por el órgano Ejecutivo el pasado noviembre buscando que el subsidio aplicado por ANDA se enfoque a las familias más desprotegidas, y que el uso excesivo del agua que hacen otros se pagado adecuadamente, vale decir, con menos o sin ningún subsidio. Se dice que hasta 20 metros cúbicos se tiene subsidio abundante; que hasta 40, tiene subsidio a medias, pero después de ese consumo, la tarifa es comparativamente más cara que antes.
Si el precio justo, sin subsidio, contribuye a auto educarnos en el consumo razonable, el agua producida puede servir para que familias que hoy no tienen acceso, o que tienen mal servicio, reciban lo esencial; es pues, una lógica correcta, para que quien tiene capacidad económica de tener una piscina, pague lo que su capacidad económica le permite, y ese pago justo se invierta en desarrollar la capacidad de servicio.
Si el problema que el propio Presidente de ANDA ha señalado como boicot en la aplicación de la tarifa se resuelve pronto, los otros problemas deben enfrentarse a fondo y de cara a la gente, para que cada medida, sea conocida a profundidad, y la ciudadanía apoye y aporte crítica y propositivamente.
Se deberá tener en cuenta el tipo de viviendas o zona de servicio, además del consumo, la propiedad individual o colectiva derivada de un contador; no es lo mismo un condominio, un mesón, una comunidad o asentamiento humano precario que tenga a varias familias conectadas a través un solo contador; que el uso abundante en una casa unifamiliar con su propio contador.
Deben sin duda haber mecanismos de alerta para saber establecer tarifas y comparaciones que permitan advertir a una familia si su contador está malo o tiene fugas que debe reparar. La revisión del Pliego Tarifario debe servir para atender esta variedad de circunstancias que originan problemas a las familias y problemas a la institución encargada, ANDA.
Pero la verdad del estado en que esa institución se encuentra debe transparentarse; baste recordar que uno de sus presidentes está preso, condenado por el manejo delictivo de fondos que la institución debió invertir para desarrollar el servicio de agua, para comprender que la cola de los problemas de ANDA es larga y vieja, requiere atención de choque, con voluntad política y participación para avanzar en la solución de los mismos.
Se dice por ejemplo que allí la mayor parte de operaciones propias están concesionadas a personas o empresas que siempre ganan aunque falten soluciones. En estos días se ha conocido que es otra empresa Correos, la que lee los contadores, la que aplica el precio, factura, distribuye y sólo se queda fuera del cobro. Ya el gobierno anunció que esto cambiará de tajo en dos meses, y con ello la institución podrá generar nuevos empleos.
Se dice que la apertura de hoyos, la realiza una empresa, otra aplica las supuestas reparaciones, otra supervisa y en esa dispersión de empresas, la responsabilidad se pierde y quedamos los ciudadanos y ciudadanas peleándonos con ANDA por los hoyos sin cerrar que afectan el trafico, extienden las fugas y en todo caso crean justo malestar contra ANDA. Ayudemos a la solución de estos problemas, el gobierno quiere, los trabajadores deben poner su parte y la gente también.
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