Escrito por Marvin Aguilar.01 de Febrero. Tomado de La Página.
El Arzobispado menosprecia a La Página, la considera un blog. Lo cierto es que la línea de información y análisis de este periódico digital puede haber molestado a muchos. La decisión ha sido encerrarse en sí mismos y confiar en otros medios más seguros. Se teme qué la ascendencia moral desaparezca a medida que se fortalece la sociedad democrática, qué el debate que combata el dogma perverso del albedrio no libre, por el sano y cristiano libre albedrio vulnerará la autoridad del poder. ¿Volvemos a la barbarie y la utopía?
Hay de blogs a blogs.
La bloguera cubana Yoani Sánchez ha recibido el premio de periodismo Ortega y Gasset, seleccionada por la revista TIME como persona influyente, y está entre los mejores 25 blogs del mundo: combate un sistema con lo que ella cree eficaz, la palabra escrita. En Cuba en una ocasión esbirros la atacaron a golpes cuando caminaba por la calle. Como vemos el periodismo digital puede incluir a los blogs. Pensar que solo lo que se imprime, ve y escucha es periodismo, es seguir creyendo que Galileo Galilei está condenado al silencio perpetuo aun.
El Salvador es un país triste, ¿qué desean? qué disimulemos. Las visitas que este periódico digital recibe se cuentan por cientos de miles al mes, un número nada despreciable para un anatema, eso sí, los estilos de escribir o de informar es posible que a muchos no les guste, pero no pueden acusar de publicaciones sin calculo, mesura, reflexión, equilibrio o de igual que existe mala fe o chantaje.
La principal idea cuando se escribe es la valentía y decisión de cuestionar al poder, esta categoría no solo la ostenta Mauricio Funes, políticos o, los militares en alguna época, los jefes policiales ahora, la clase dominante, artistas y celebridades, capos de los cárteles, crimen organizado, pandillas, grupos armados con motivación política o de limpieza social sino que además, mire usted: las iglesias y sus jerarcas, ya que según entendemos Dios sabiamente no los creo infalibles.
En el México del PRI, había un acuerdo no escrito entre los medios y periodistas, nadie hablaba de tres cosas: el ejército, el presidente y su familia y la Virgen de Guadalupe. Las cosas han cambiado, diferentes medios sostienen que: los zetas son resultado de malos miembros de las Fuerzas Armadas; Los Salinas de Gortari aun andan aclarando sus desmanes políticos; y se ha planteado la duda desde diversas publicaciones sobre las apariciones del Tepeyac. Hay que comenzar a reconocerlo: los medios digitales están cambiando el periodismo salvadoreño.
La teoría de los límites del Arzobispo
Si tenemos una iglesia que se declara cerca del pueblo, la fuerza de la opinión pública será cada vez más determinante y, cualquier medio de comunicación –por otro lado- está en la libertad de ejercer el derecho de oposición que la democracia liberal consagra a cualquier estamento de la sociedad.
Las conferencias dominicales del Arzobispo son interés público porque representan la voz y opinión política de un representante de buena parte de la población salvadoreña: la comunidad católica. De allí la obligación periodística de La Página de cubrir esa fuente que se empeña en hablar de sucesos y eventos del acontecer nacional. Por eso el argumento de ser este un acto privado del Arzobispo no es válido, es innegable el peso que esas opiniones tienen, fue esa misma tradición la que motivó el asesinato de Romero para silenciarlo, esa costumbre de opinar desde la jerarquía católica detuvo la lectura de la Biblia en las escuelas. Conceder una exclusiva o una entrevista es su derecho, pero las declaraciones que se hagan sobre la vida nacional o que afecten a sus feligreses son, repito: de interés público.
Todos venimos predispuestos biológicamente al miedo, vergüenza, felicidad, culpa, tiene mucho que ver entonces el comportamiento de los dirigentes y su discurso, ya que el salvadoreño en su estructura biológica es influenciable, por eso mismo las declaraciones del Arzobispo se tornan en la práctica materia mediadora entre el individuo y Estado, sociedad y poder, es esta una de las bases que sostienen a la iglesia en el mundo: el poder político que sobre los ciudadanos ejerce, con la diferencia que ahora debe equilibrarse con las tendencias del democratismo y no con actitudes de un absolutismo monárquico ya superado desde Martín Lutero.
No pretendo que se entienda que defendemos una opinión pública sin ponderación, esto terminaría destruyendo la democracia. Pero ni los hombres ni los pueblos pueden sobrepasar impunemente los límites de la razón. Y esta nos dice que: se requiere de Dios para gobernarse democráticamente. En nuestra era esto no requiere límites o actos privados, menos unilaterales sino que demanda técnicas y compromisos mediáticos y comunicacionales que son la expresión y signos de hombres, de esta manera si vivimos en un hedonismo de los excesos en la calle, mal presagio es la ausencia de humanismo político en los templos, ya que tan triste actitud transgrede la decisión y el derecho de las personas católicas o no de escoger informarse a través de La Página sobre las posturas del Arzobispo en turno, y ellas de ejercer la potestad de comentar para apoyar o no estás declaraciones. ¿Qué insultan en los comentarios? Sí, pero recordemos que no nos quema el fuego que no encendimos.
Es absurdo que alguien que opina sobre los acontecimientos dle país no esté de acuerdo con que otros opinen...es una actitud basante custionable, de dos caras. Es como que alguien compre un dulce, se lo coma frente a otros y critique a los que decidan comprar el dulce para ingerirlo...DOBLE CARA.
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