EDH-Editorial-Gran noticia para el hampa: desarmarán a los honrados

 Si la intención es disminuir la criminalidad, el primer paso debe ser el acordonamiento de las zonas de alta peligrosidad y el decomiso no sólo de armas, sino también de droga y materiales peligrosos

14 de Febrero.Tomado de El Diario de Hoy.

 

La vieja propuesta roja del "desarme total" para combatir la delincuencia volvió a aparecer, esta vez en boca del Director de la PNC. Un desarme, agregamos, sería exitoso si pudiera hacerse de un día a otro, pero siempre que cuchillos de cocina, venenos, somníferos (las dormilonas), piedras, sogas, cadenas, machetes, trabucos, garrotes, manoplas, granadas hechizas, varillas de hierro, picahielos, punzones, abrecartas, corvos y hasta bolígrafos se pudieran decomisar. Bolígrafos como el usado para matar a un hombre en la película Casino, de Robert De Niro.

Por ahora, aunque nuestra vocación es pacífica, las armas de fuego son la defensa de la gente honrada, mientras los mortales implementos que mencionamos están siempre al alcance de los delincuentes, como se demostró con el asesinato de un estudiante perpetrado por un menor de edad, de nombre Jonathan.

Muchísimas familias tienen armas de fuego en sus casas para repeler asaltos, proteger su propiedad y llevarlas cuando hacen pagos o tienen que volver muy entrada la noche después de un viaje. Las llevan los agricultores cuando les toca pagar planillas, así como comerciantes cuando trasladan objetos de valor.

Es en extremo raro que el dueño de un negocio, ejecutivos de empresas, profesionales, vendedores y burócratas ataquen con armas de fuego a otros, lo que inclusive nunca hacen militares cuando gozan de licencia, ni policías. La mayoría de personas de trabajo se cuida mucho de no tener que usar un arma por las durísimas consecuencias que ello le causaría, inclusive cuando es atacada o tiene que rechazar un asalto.

Sin armas ni seguridad privada

Aunque no dudamos de la buena intención del Director de la PNC en proponer "el desarme total", los efectos serían gravísimos, pues se dejaría en indefensión a las personas de trabajo en el país, sin lograr lo que se quiere o se dice querer, que es quitar las armas a los criminales. Comenzando, repetimos, con que a un asesino le es suficiente una varilla de hierro o una piedra para matar a alguien. Tres personas fueron lapidadas hace poco; ninguna arma de fuego se utilizó.

Hay además un horripilante caso que contradice la propuesta del desarme: el asesinato de miembros de la familia Torres, en la colonia Utila, perpetrado con la mayor saña imaginable pero sin usar armas de fuego.

A lo anterior se agrega un repugnante antecedente: el cateo que fuerzas policiales intentaron hacer en las residencias de un número de personas honorables, como la captura del ex Fiscal General de la República "por portar armas no autorizadas".

Por si fuera poco, desde el Ejecutivo se propone suprimir o disminuir la vigilancia privada de las personas, para que toda la seguridad quede en manos del gobierno. Se pretende quitar a la gente sus armas y, al mismo tiempo, encarecer la protección que dan vigilantes y guardaespaldas privados, con el agravante de que tampoco la seguridad privada podrá portar armas si el "desarme total" que plantea la Dirección de la PNC se llevara a cabo.

Por más vueltas que se le dé al asunto, es inevitable preguntarse cuál es la ulterior intención de una medida que puede ser bastante efectiva contra las personas honradas y de trabajo, pero en absoluto inefectivas contra el crimen organizado, los hampones y los asesinos, que disponen de muchas otras alternativas a las armas de fuego para asaltar y matar.

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