Contra Punto-No Más Cheques en Blanco para el Gobierno - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Por Carlos Glower.18 de Febrero. Tomado de Contra Punto.

El gobierno mantiene un insostenible  modelo de endeudamiento con entidades internacionales, sin revertir la dolarización 

SAN SALVADOR-Con el inicio de la crisis económica internacional en el 2008, las vulnerabilidades económicas y sociales de El Salvador salieron a relucir. De repente, el nuevo Gobierno de Funes, se encontró en Casa Presidencial pero sin dólares ni cacao y mucho menos con el “con qué”. El país se encontraba insolvente, sin banco central propiamente dicho, sin reservas internacionales propias del país, un abultado endeudamiento y, para colmo, los acreedores acosándolo todos los días.  Y por si eso fuera poco, los empleados públicos sin saber si les iban a pagar el mes siguiente.
Por su parte, el sector privado se encontraba recluido en sus retiros sin estar al tanto sobre qué hacer.  El nivel de riesgo percibido era tal, que la inversión se había contraído a niveles de hacía una década.  Las ventas caían a un nivel del 50% y todavía continuaban cayendo.  La inversión extranjera se había casi esfumado de los exiguos niveles de otrora. El sector prácticamente se encontraba paralizado y espantado.
Los trabajadores y consumidores se topaban en medio del torbellino. Mientras las cifras oficiales de inflación eran las más bajas de la región, los bienes de su canasta básica se incrementaban y zigzagueaban con incrementos de casi un 100%. El desempleo aumentó a niveles no registrados en décadas, y el subempleo desbordaba con sus nuevos afiliados. Ni el maná del cielo que eran las remesas suavizaba las penurias que se estaban viviendo.
Las falacias, las movidas chuecas y las malas políticas económicas de gobiernos anteriores se habían todas dado cita para hacerle la vida insostenible y desesperante al nuevo gobierno. La luna de miel en Casa Presidencial era un espejismo y a penas indicaba lo profundo que era el dilema en que se encontraba, y se encuentra, El Salvador.
En este ambiente es que comienza la rueda de caballitos del acelerado endeudamiento financiero que estreno el Gobierno para confrontar la crisis. Como si fuera un comodín salvavidas, el Gobierno desfiló al Fondo Monetario Internacional para solicitar su apoyo pero solo encontró un espaldarazo de apoyo, sin desembolsos financieros, pero con condiciones draconianas fiscales que le imponía sin titubeos este ente internacional.
El Gobierno pensó que con este indiferente espaldarazo, y que el FMI se lo da a todos los pordioseros internacionales que le ruegan, se podría capear la crisis.  La apuesta del Gobierno fue equivocada.  La crisis se mantuvo, se mantiene y se mantendrá.  Dentro del proceso, el Gobierno está  dándose cuenta que sus fuentes de financiamiento se agotan y se hacen más caras. Las clasificadoras de riesgo delicadamente han ofrecido sus buenos oficios declarando la deuda pública salvadoreña de calidad chatarra.
En todo este enjambre, los supuestos apoyos financieros ofrecidos al país han estado atados a una sola condicionante: ¡Mantengan la dolarización!
¿Por qué se ufanan los entes internacionales en que el país se mantenga dolarizado? La misma crisis ha disminuido su circulante (el dólar), engendrando una camisa de fuerza que no solo agobia al país, lo asfixia, lo paraliza, lo estanca y elimina toda posibilidad de comenzar aunque sea una tímida reactivación económica.  Salir del hoyo del atasco económico se ve cada día más lejos. El hoyo se hace más y más negro y parece no tener fin.
El endeudamiento del país  ha proseguido a pasos inagotables y ha sido facilitado por la Asamblea Legislativa que es la que aprueba todo préstamo al Ejecutivo del Gobierno. Casa Presidencial, como juez y parte, sostiene que el problema es temporario. Y, la Asamblea sumisamente le cree. Asimismo, el tal Pacto Fiscal es solo un show.  El país no tiene política monetaria y la política fiscal ya está dispuesta por el Acuerdo con el FMI.
Lo que no se dan cuenta los servidores públicos del Ejecutivo y del Legislativo es que  el endeudamiento solo posterga el inevitable colapso de la economía, pero con mayor deuda, mas grande será el estallido del esquema dolarizante del país. Simultáneamente a este proceso, los ciudadanos vemos incrédulos lo que se le está haciendo a nuestro país. Vemos como el estupor cubre las mentes de nuestros servidores públicos y no les permite utilizar argumentos racionales para detectar que sus esfuerzos son absolutamente fútiles en este campo.
Es hora que la Asamblea Legislativa descontinúe proporcionándole  cheques en blanco al Ejecutivo. Ya es hora que al igual que los entes financieros internacionales imponen condiciones que solo debilitan mas a la agonizante economía salvadoreña, la Asamblea Legislativa imponga sus condiciones. La primera condición debe ser que el Ejecutivo someta a su consideración un Anteproyecto para enmendar la Ley de Integración Monetaria – la tal ley de la dolarización.  En caso contrario, la misma Asamblea debe tomar la iniciativa. Parte de esta condición es que se le restablezca al Banco Central de Reserva su función original de banco central con la autoridad de establecer, crear y guiar las políticas monetarias, crediticias y cambiarias del país.
Mantener el dilatado proceso de los cheques en blanco para que el Ejecutivo endeude más al país solo atiza el fuego. Además, el Ejecutivo se encuentra incapacitado y no tiene ni los fondos financieros ni los instrumentos de política económica que podrían reactivar la economía de su penetrante y prolongado letargo. La creciente deuda se la chupa el hoyo negro de la dolarización, la cual como un vampiro, exige más y más deuda y compromisos innecesarios.  

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