Escrito por Juan José Dalton. 05 de Febrero. Tomado de Contra Punto.
Hacer del cambio un éxito o algo así como que una montaña parió un raton…
SAN SALVADOR – Durante las negociaciones entre el gobierno y la guerrilla escuché frases magistrales de los protagonistas y de los mediadores de las Naciones Unidas.
Una vez en México DF en el Hotel Radisson, donde se celebraba uno de los primeros encuentros de las negociaciones de paz; después de varias horas, de largas esperas, de incertidumbres y de tensiones; horas enteras sin poder movernos los periodistas del lugar; días creo… Salió el Dr. Manuel Ungo al pasillo.
La “jauría” de reporteros, camarógrafos, fotógrafos, corrimos a encontrarle y a consultarle qué era lo que estaba ocurriendo y a qué acuerdos habían llegado.
Dijo algo así como: “El acuerdo a que hemos llegado se parece a algo así como que una montaña parió un ratón… Es decir, hemos quedado que nos vamos a reunir otra vez en una fecha no precisa…”
Con las mismas, Ungo pidió permiso y se perdió del lugar. La espera y la incertidumbre fueron mayores todavía. Y así pasaban los días.
Pero con el avance del tiempo los resultados fueron saliendo, hasta que llegó el acuerdo de paz, después de dos años.
Días, quizás semanas antes de la firma de la paz, recuerdo otra frase memorable, esta vez de Alvaro de Soto, el mediador entre el FMLN y el gobierno de Alfredo Cristiani. Alguien le preguntó a de Soto si las negociaciones tenían alguna posibilidad de fracasar o retroceder y dijo simplemente: “Las negociaciones de paz están condenadas al éxito”.
Transportando los procesos históricos siento que ante la nueva realidad que vive El Salvador, tenemos, quizá, dos disyuntivas: el cambio será igual a un ratón parido por una montaña o hacer del cambio un verdadero e indiscutible éxito. ¿Por cuál apostar?
El éxito no lo definirá sólo el presidente ni la cúpula del FMLN, ni siquiera estas dos partes juntas que hoy parecer “perros y gatos”, ridícula y absurdamente peleando, cuando hay tantas cosas en las que deberían ponerse de acuerdo para beneficio de la sociedad entera. En fin, el cambio es una responsabilidad de todos los que quieren el progreso de la sociedad.
Es absurdo estarse “jalando” de los pelos cuando 13 personas mueren a diario abatidas por la violencia. El presidente debe ordenar lo que tenga que ordenar desde el gobierno y la dirigencia del FMLN debería estar estudiando e impulsando medidas para resolver problemas en el legislativo y en las municipalidades, en vez de estar gastando “pólvora en zopes”.
¡Señores: condenen el cambio al éxito! Los sobrevivientes de esta vorágine se lo pagaremos…
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