El partido izquierdista, ahora en el poder, se plantea continuar en el gobierno, para lo cual prepara sus cuadros, que deberán tener una formación política definida, claramente en línea con su ideario político: instaurar una sociedad socialista como lo estipulan sus estatutos. Según la escuela de formación, los funcionarios no deben participar en la dirigencia partidaria. Entonces, Sánchez Cerén y Centeno tendrían que renunciar.
07 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.
Lo dice sus estatutos, el ideal es alcanzar el socialismo en El Salvador; cada vez más sus principales líderes anuncian que el próximo presidente "tendrá que ser rojo", pero sobre todo, preparan sus cuadros políticos para garantizar "la pureza" del pensamiento socialista.
En este sentido, el FMLN reformó sus estatutos para "obligar" a sus militantes a tener de nuevo formación política, además han puesto en marcha los centros de capacitación ideológica la cual certifica la preparación de los nuevos cuadros.
Tal como lo sostiene uno de los pilares en el adoctrinamiento socialista, que requiere el uso adecuado del marxismo, José Luis Merino "Ramiro Vásquez", plantea que la formación tiene que estar complementada en la "lucha de calle".
Aprovechando las diferencias con el gobierno del Presidente Mauricio Funes, los nuevos cuadros del FMLN, los más jóvenes, han "salido" a las calles y manifiestan su oposición a algunas medidas del actual jefe gobierno, siendo una muestra de la doctrina aplicada en centros como la Escuela de Formación de Cuadros Feliciano Ama.
Creada en 2004, la escuela sentó sus bases dentro del lema "un FMLN organizado bajo principios leninistas". Doctrina que pretende, según un documento redactado por Héctor Acevedo Moreno (Oktavio Martínez) —quien figura en el informe sobre las computadoras de Raúl Reyes, líder fallecido de las FARC—, la configuración de cuadros (simpatizantes) "cuya fidelidad está probada y cuyo valor físico y moral se ha desarrollado al compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que está dispuesto siempre a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha de la Revolución".
Esta semana, hizo su "aparición pública" el Movimiento de la Juventud Popular de El Salvador (JPS), el cual marchó desde la Universidad de El Salvador hasta Casa Presidencial, donde fue custodiado por un pelotón de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO). La protesta que paralizó el tráfico en varias arterias fue para entregar un pliego de reclamos a Funes.
Los jóvenes aseguraron que la marcha fue parte de un evento de tres días del JPS, y dentro de sus demandas se encuentra retirar de las calles al Ejército, no reconocer al gobierno hondureño de Porfirio Lobo, y exigen que se abstenga de un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE).
"No queremos un gobierno de unidad sino un gobierno popular", fue una de las demandas de una de las cabecillas del grupo.
Este movimiento se suma a la Unidad Juvenil Anastasio Aquino (UJA), un grupo marcado por la doctrina marxista, y el radical Bloque Popular Juvenil (BPJ), una organización vinculada a los sindicatos y que trabaja en la organización de masas.
Según el BPJ, "en la lucha revolucionaria de El Salvador los jóvenes siempre estuvieron en la primera línea de batalla. El partido Bolchevique cuando dirige a la clase obrera al poder estaba compuesto en su inmensa mayoría por jóvenes. Somos los jóvenes quienes más resentimos los ataques de la burguesía como la falta de lugares de recreación, la represión cotidiana del Estado, el desempleo, la falta de estudio, la explotación capitalista, la migración".
"Hacemos un fuerte trabajo de lucha en los barrios, las fábricas y las escuelas. En la Universidad de El Salvador dirigimos a Fuerza de Acción Universitaria (FAU) y a nivel bachillerato dirigimos a Fuerza de Estudiantes Revolucionarios de Secundaria (FERS-20), con fuerte presencia en el Inframen (Instituto Nacional General Francisco Menéndez). Dirigimos luchas como la del Movimiento de Estudiantes No Aceptados (MENA), que defiende el derecho a estudiar para los hijos de los trabajadores del campo y la ciudad. Somos consientes que la lucha por la educación para los hijos de los trabajadores no terminará sin una transformación socialista de la sociedad. Como dijera alguna vez León Trotsky: no puede haber educación socialista sin socialismo".
Muchos de estos planteamientos son los mismos de la Escuela de Formación de Cuadros del FMLN, el primer escaño de los simpatizantes antes de pasar, si el "Partido" así lo estima a la Escuela de Formación Política-Ideológica Farabundo Martí.
Algunos de los documentos de la escuela están respaldados en declaraciones de Merino, uno de los máximos dirigentes del partido y diputado del Parlacen.
A mediados de mayo de 2006, Merino y Salvador Arias participaron en un seminario del Bloque Popular Social (BPS), en donde el dirigente subrayó que "el reto que tenemos como revolucionarios salvadoreños es como devolverle su carácter pleno de destacamento revolucionario a este FMLN. En eso estamos desde hace algunos años. Lenin nos enseñó que en primer lugar, debe ser un partido con ideología, con identidad de clase, con posición de clase. Todavía hay compañeros en nuestro partido que niegan la lucha de clases, y por eso rechazan la lucha de calle. Dicen que eso es una cosa del pasado".
Las declaraciones del integrante de la cúpula de izquierda parecían haber quedado en el olvido como otras tantas con el arribo del FMLN al poder, pero han cobrado fuerza con los insistentes llamados a sus bases para que confronten al gobierno de Funes.
El documento explica que "el movimiento popular se organiza y con él aumenta la lucha de calle, las protestas son cada vez más frecuentes, en muchos casos en forma espontánea, los motivos son múltiples, es claro que este pueblo se prepara para batallas más fuertes y, por ende, nuestro partido debe a la vez prepararse para conducir este pueblo en las batallas decisivas".
En este sentido, Merino sostiene que el FMLN debe ser un partido orgánico y que "cada militante debe pertenecer a un comité de base. De tal forma que las orientaciones de la dirección se trasladen a la base y las orientaciones de la base se trasladen a la dirección".
Más reciente, Merino, en el marco de 18 años de los Acuerdos de Paz, planteó que el FMLN debe aprovechar al máximo el tiempo para construir fuerzas y fortalecer la organización del pueblo.
"Debemos generar y construir una fuerza imposible de vencer hacia el 2012. La batalla por la organización del pueblo y fortalecimiento del partido debemos enfrentarla con responsabilidad. Los comités de base, directivas municipales, departamentales y diputados tenemos que reunir ese tejido y tener actividades político-organizativas. No podemos parar, no podemos descansar", argumentó.
Dentro de los principios de la dirección colectiva, el FMLN plantea que deben "recuperar el modelo de partido de cuadros, altamente organizado, disciplinado, armado ideológicamente y con amplios vínculos en la sociedad".
Las condiciones actuales el partido —según se plantea en el documento— tiene todas las posibilidades de montar escuelas en todo el país, y buscar apoyo internacional, no se justifica este abandono, porque en condiciones de clandestinidad y guerra el FMLN desarrolló múltiples y exitosos esfuerzos por la preparación militar, política y formación política e ideológica y con grandes dificultades se formaron en esas escuelas gran cantidad de compañeros que después realizaron con éxito las tareas encomendadas.
Para los dirigentes del FMLN, una escuela sólida para la instrucción y la educación de los cuadros, debe estar vinculada a la escuela de la vida, al trabajo directo con las luchas de las masas, y en ese proceso de enfrentamiento cotidiano con las dificultades y los esfuerzos para su superación, se forman las características del militante del partido.
Y, "para cumplir a cabalidad sus tareas, el militante debe formarse como revolucionario en sus más diversos aspectos: ideológica, política, organizativa, militar, técnica y moral, según sea la tarea encomendada".
La inconformidad sobre el modelo desarrollado en el país es que cuestiona Merino, quien insiste en una transformadora agitación social.
"Para transformar la realidad de El Salvador necesitamos un partido que siga fiel a la misión revolucionaria de cambiar este sistema. Su composición, su organización y funcionamiento deben ser coherentes con esa misión", aseguró en el documento.
En este sentido, Merino recordó en una frase trotskista que afirma que "la clase obrera no puede actuar como clase contra el poder mancomunado de las clases poseedoras, más que organizándose y formando un partido político propio frente a todos los viejos partidos fundados por las clases poseedoras".
La disciplina partidaria quedó plasmada en la reforma del Estatuto del FMLN, realizado en diciembre anterior. Uno de los artículos que se reformó fue el 11, el cual describe que ahora "será obligación de todos los miembros del partido e integrantes de sus estructuras, participar sistemática y permanentemente en los programas de formación política e ideológica que defina el partido en sus diferentes niveles".
Otra de las reformas fue para garantizar la permanencia de los actuales dirigentes. El artículo 81, ahora reza que los periodos de mandato de los organismos de dirección nacional, departamental y municipal serán por un periodo de cinco años, y el 83 los amplía asegurando que aquellos que por tres períodos consecutivos han sido integrantes del Consejo Nacional, puedan optar a un nuevo periodo. Es decir, hasta 20 años.
elsalvador.com :.: El FMLN saca a las calles a sus escuelas de formación
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