La nota del día: Con el amanecer de cada día llega un nuevo asombro

Se dice, desde la Antigüedad, que la más efectiva manera de derrotar a los rivales es dividiéndolos y alguien, o el primo de alguien, está cabalmente empeñado en eso

Editorial. Miércoles 14 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

La mitad del país está asustada, una gran porción aterrorizada pero pocos se aburren: cada día hay motivos para asombrarse. Si algo no hemos perdido es nuestra capacidad de asombro: casi al despuntar el alba, "la Aurora de sonrosados dedos" de Homero, nos enteramos de sucesos todavía más estrafalarios o absurdos que los sucedidos el día o la semana anterior.
El asombro de anteayer fue la pataleta de un grupo de diputados de ARENA, un aspaviento al que no le queremos conceder mayor vida, pues equivaldría a que ellos mismos se acomoden en la silla en la que Vlad, Drácula, sentaba a sus víctimas. Se dice, desde la Antigüedad, que la más efectiva manera de derrotar a los rivales es dividiéndolos y alguien, o el primo de alguien, está cabalmente empeñado en eso.

Hoy más que nunca, ARENA y la derecha amplia -- la gente sensata, que cree en Dios, que se rige por principios morales, que cuida a sus familias y se sostiene con el sudor de su frente-- debe mantenerse unida por el espantoso costo que la división traería consigo. Las diferencias entre amigos, conmilitones y aliados se resuelven hablando y negociando, lo que no es siempre posible con adversarios que ni creen en la democracia ni se desvelan por lo que es honesto, propio y decoroso.

Lo transitorio no se debe confundir con lo esencial. Las divergencias sobre tácticas y posiciones son siempre una cuestión menor, ante los efectos que acarrearía no buscar una salida sensata y pronta a lo que asemejan pleitos de comadronas. Y lo que algunos ahora podrán recibir se los quitarán a la vuelta de la esquina.

Vendiendo mucho por unas lentejas

Hay que poner sobre la mesa, para ver el panorama completo, lo que está en juego. Y aquí enumeraremos los pendientes que la contraparte quiere validar en una legislatura bajo su control:

Romper los candados constitucionales a la reelección y, más grave todavía, al sistema de gobierno democrático y respetuoso del Orden de Derecho;

el derecho a la propiedad, que se pretende responda a una "función social" definida al arbitrio por el régimen en el poder. Los bienes de todos los ciudadanos, incluyendo sus viviendas, quedarían sujetos a disposiciones burocráticas;

el control de las familias sobre sus hijos, desde ahora amenazados por el anuncio de una reforma educativa que no se define pero que encajaría con la cubana y venezolana;

las libertades individuales, incluyendo el derecho al tránsito, a disponer libremente sobre el producto del propio trabajo, a la asociación y militancia en partidos opositores;

la libertad de expresión, que es el fundamento esencial de toda democracia. La izquierda radical no tolera órganos de opinión independientes ni información objetiva; lo que se oye y se lee es sólo la propaganda oficial;

un régimen tributario que confiscaría la mayor parte del fruto del trabajo individual. O como lo expresó uno de los cabecillas de la izquierda, el cabecilla más igual que los otros cabecillas, "que los empresarios produzcan y nosotros repartamos".

La independencia de los jueces, los pesos y contrapesos institucionales, la separación de poderes públicos y los procesos electorales se convierten en una farsa, en grave detrimento de las libertades y la calidad de vida de los pobladores.

Los disidentes deben recordar el pasaje bíblico del que entregó su primogenitura por un plato de lentejas.