Luego de reunirse con un amplio grupo de dirigentes medios del partido, el presidente arenero llegó este martes a la Asamblea Legislativa a reunirse con los diputados que se han rebelado y que piden espacios en la cúpula de Arena. Ahí les dijo lo que ya había adelantado la noche del lunes: "Esto no se trata de negociaciones". Y los disidentes, entonces, insisten en que crearán su agenda legislativa paralela.
Escrito por Carlos Martínez y Sergio Arauz.13 de Octubre. Tomado de El Faro.
Después de casi tres horas de reunión, el presidente del partido Arena, Alfredo Cristiani, abandonó la noche de este martes la Asamblea Legislativa aclarando a la prensa que su cita con los 12 diputados amotinados no tenía el propósito de negociar nada con ellos, sino de escuchar sus puntos de vista y él exponer las ideas del Coena.
"Esto no se trata de negociaciones, hemos venido a escuchar sus visiones y nosotros hemos expuesto nuestros puntos de vista", dijo el dirigente máximo del partido de derechas, quien la noche del lunes ya había sentado posición al reiterar que el Consejo Ejecutivo Nacional (Coena) no tenía cupos para los diputados y que las razones ya las conocían los ahora rebeldes.
"Ellos expresaron su malestar, y vamos a seguir reuniéndonos", dijo Cristiani, quien antes de esta cita había recibido una serie de respaldos de parte de dirigentes medios del partido, que llegaron al cuartel central arenero a expresar su apoyo al Coena y su desacuerdo con la actitud de los 12 legisladores que acusan a la dirigencia de intransigencia por no querer darles dos espacios en la dirección.
A la salida de la reunión, en la que estuvieron los 12 amotinados, Cristiani y el jefe de la bancada legislativa fiel al Coena, Donato Vaquerano, Walter Guzmán -uno de los rebeldes- admitió que la sesión fue infructuosa. "No se arregló nada y nosotros seguiremos con la planificación de nuestra agenda paralela", dijo a los periodistas.
Cristiani había llegado a la Asamblea Legislativa en representación del Coena a las 5:15 p.m. A las 8 de la noche acabó la reunión y se rehusó a dar detalles de lo conversado argumentando que era una cita privada y que no tenía por qué ventilar públicamente lo que ahí se había tratado.
Antes de eso, desde la mañana y hasta las 4:45 p.m., el Coena había tenido una jornada de reuniones con los representantes territoriales del partido. En estas comparecencias, Cristiani recibió el respaldo de alcaldes, directores departamentales y municipales, para hacerle frente a los 12 diputados areneros que el lunes se rebelaron.
Dos fuentes que participaron en la reunión aseguraron a El Faro que hubo consenso entre los dirigentes locales, al valorar que el Coena no puede ceder ante las peticiones de los rebeldes. El grupo de legisladores disidentes demanda dos plazas dentro del Coena, so pena de desconocer los lineamientos del partido.
Los legisladores, dirigidos por el ex jefe de fracción, Guillermo Gallegos, rechazaron acudir a la sede del partido y demandaron al Coena trasladarse a la Asamblea Legislativa para reunirse. Acusan a la dirigencia de ser intransigente, de no escuchar sus demandas y de ser tibia con el gobierno del FMLN.
La noche del lunes, Cristiani había dejado claro que iba a buscar el diálogo, pero solo para tratar de desactivar lo que llamó la "amenaza" de rebelión de los disidentes, quienes en general están vinculados con el ex presidente Antonio Saca. En sus reuniones de este martes, la opinión generalizada de los alcaldes y directores del partido fue no ceder a la presión.
“Don Fredi incluso dijo que a esa reunión no se le puede llamar una negociación, porque él no va a ir ahí a negociar nada con ellos”, aseguró un miembro de la dirigencia del partido, que pidió no ser identificado, al referirse al tono que tendría la reunión entre el presidente del partido y los 12 legisladores, que comenzó aproximadamente a las 5:15 p.m. en la Asamblea Legislativa.
Según las fuentes, durante la reunión, algunos alcaldes y funcionarios locales sugirieron incluso la posibilidad de expulsar a los 12 diputados, aún cuando esto restaría relevancia a la bancada arenera dentro del congreso.
Esto lo confirmó por la noche el mismo Guzmán, después de haber recibido a Cristiani. "Hay alcaldes que están hablando de que nos expulsen, pero son personas que están hablando con el hígado".
Después de la reunión en el cuartel central de Arena en San Salvador, tres alcaldes coincidieron en que fue un paso en falso el de los disidentes al desafiar la autoridad del partido como lo hicieron. "La mayoría de alcaldes estamos en desacuerdo con lo que hicieron los diputados, que lo hicieron en el momento más inadecuado", dijo Guadalupe Serrano, alcaldesa de Cojutepeque.
Sin embargo, la búsqueda de la prudencia al parecer fue un consejo que abundó en esta reunión. "La mayoría de nosotros recomendó dialogar para que los diputados vuelvan al redil, no para expulsarlos, porque eso le haría más daño al partido", mencionó Santos Tejada, de Agua Caliente, Chalatenango.
Aun así, hubo quienes se atrevieron a sugerir que se valore la posibilidad de suspender o expulsar a los disidentes, con el fin de evitar pugnas posteriores y cortar de raíz el problema. Una de las fuentes que pidió el anonimato y que participó en las sesiones reveló que hubo voces que consideraron que el mejor camino es el de la separación. "Fueron unos cinco o seis alcaldes, además de algunos dirigentes de sectores y algún fundador quienes dijeron que lo mejor es que los disidentes se vayan. Así ya nos quedamos solo los que somos".
Arena tiene una bancada de 32 escaños, lo que le permite asegurarse de que ninguna de las decisiones más importantes -que se toman con el concurso de 56 de los 84 diputados- en la Asamblea se tome sin su consentimiento. Si se le van los 12 legisladores rebeldes, perdería esa llave y de paso la posibilidad de hacer mayoría simple en el parlamento con su tradicional aliado, el PCN.
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