Escrito por Miren Ayesa. Octubre de 2009. Tomado de ContraPunto.
Un estudio del Iudop detalla las prácticas religiosas de los y las salvadoreñas. De entrada se ve que la feligresía católica está perdiendo terreno frente al avance de las iglesias evangélicas, entre ellas la del polémico “Hermano Toby”. Los cristianos “ofrendan” entre 10 y 18 dólares mensuales a su iglesia, ya sea católica o evangélica, entre otros hallazgos.
BARCELONA - Si la religión es el opio del pueblo, como lo dijo el viejo Marx, la salvadoreña es una sociedad de drogadictos: el 97.3% de todos y todas cree en la salvación; el 94.7%, en los milagros y el 92.8%, en el cielo o paraíso.
Las cifras provienen del estudio “La religión para las y los salvadoreños”, elaborado por el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), publicado la semana pasada.
El sondeo, realizado con el propósito de conocer la afiliación y práctica religiosa entre las y los salvadoreños, se llevó a cabo entre el 12 y el 26 de junio del corriente, con una muestra nacional de 1,260 adultos y con un error muestral de 2.8%.
Católicos en caída libre
Que la Iglesia Católica está perdiendo seguidores y seguidoras en todo el mundo no es nada nuevo. Alguien podría pensar que se debe a que la gente ya no cree en Dios o por falta de fe, por lo menos eso dice el Papa.
Sin embargo, lo que la Iglesia Católica no quiere reconocer es que otras religiones le están ganando terreno.
Los hallazgos del estudio señalan que, a pesar de que el catolicismo continúa siendo la principal religión del país, con un 50.4% de la población, el cristianismo evangélico le está ganando terreno con un 38,2%. Según el mismo informe, el evangelismo ha pasado de tener un 20,6% de adeptos y adeptas a un 38,2% en tan sólo 11 años.
Las razones por las que la gente profesa una determinada religión pueden ser variadas, pero lo cierto es que más de la mitad de los y las católicas respondieron que esa es la religión en la que le criaron y porque “es la tradicional”.
Sin embargo, casi la mitad de los y las evangélicas mencionó como principal razón “porque le gusta y porque su iglesia predica la verdad”.
La máquina registradora de la fe
Por otro lado, a pesar de que en El Salvador existen distintas iglesias evangélicas por todas las esquinas, lo cierto es que la encuesta reveló que son principalmente cuatro las que se llevan a más de la mitad de los y las evangélicas: las Asambleas de Dios (21,3%), La Iglesia Bautista Amigos de Israel, mejor conocida por Iglesia del Hermano Toby (11,5%), la Iglesia Elim (9%) y la Iglesia de Dios (7%).
Podría deducirse que son esas cuatro iglesias, además de la católica, la que más dinero se lleva al bolsillo, las que acaparan los negocios de Dios en El Salvador. Ocho de cada 10 personas que profesan una religión dijeron ayudar económicamente con su iglesia.
11,1 dólares mensuales por familia para la Iglesia Católica y 17,6 dólares para las iglesias evangélicas, que al ser más se tienen que repartir el botín. Extrapolar estos datos al beneficio global de las iglesias en El Salvador podría asustar al más avisado, más aún teniendo en cuenta el nivel de pobreza del país.
El 78,6% de los y las salvadoreñas encuestadas creen que las iglesias deberían preferir a los pobres.
“Orar a Dios y ayudar a los más necesitados son las principales tareas que las iglesias deben asumir en estos momentos de crisis”, es una de las afirmaciones que destaca el Iudop.
Otro de los datos que destaca el Instituto es que “los resultados no revelan que la pertenencia a una religión está directamente relacionada con su nivel socioeconómico”.
El 61,6% de los y las consultadas dijo estar desempleado y 48,8% tiene unos ingresos por familia de entre 0 a 291,64 dólares repartidos en: de 0 a 145.82 dólares el 24,2 % y de 145.83 a 291.64 dólares el 24,6%.
Sólo un 2,9% de los y las encuestadas tiene un ingreso de más de mil dólares mensuales.
El Diablo, el Espíritu Santo y la política
Mucha gente conocerá la canción del cantante venezolano Ali Primera que dice “no basta rezar para conseguir la paz”. Puede que esta frase se aleje bastante de la realidad dado que el 84,2% de los y las entrevistadas dijeron haber tenido la sensación de que Dios lo había sanado alguna o muchas veces. Y el 80% haber tenido la experiencia de sentirse lleno del Espíritu Santo.
Aunque no todo es positivo, ya que el 68% dijo haber sido tentado por el Diablo y 32,5% fueron castigados por Dios.
A la pregunta de si las iglesias deberían meterse en política, el 52,1% dijo que sí mientras que el 45,5% respondió todo lo contrario. Según el Iudop, “esta división se explica en buena medida por el rol que la población le asigna a las iglesias en la actual coyuntura económica y social”.
En opinión de tres cuartas partes de la población, los problemas del país son cada vez mayores porque la gente está alejada de la religión. Afirmación curiosa si se toma en cuenta que el 91,1 % de los y las encuestadas pertenecen a alguna religión.
En Suecia, por ejemplo, el 85% de la población es atea, según un estudio de la Universidad de Cambridge, de Inglaterra, y la sueca es una de las naciones más ricas del mundo, y de las más tranquilas. Su tasa de homicidios es del 2,39 por cada 100.000 habitantes, según Geneve Declaration on Armed Violence and Development. En El Salvador, esa tasa es escalofriante: 52 homicidios por cada 100,000, según la cifra del 2007, pero se teme que en 2009 será aún más alta.
Claro que Suecia es un país del norte con cientos de bancos y multinacionales como Ericsson, Electrolux o Volvo repartidas por todo el mundo.
¿A la diestra o a la izquierda del Padre?
En cuanto a la pregunta de si las iglesias deberían tener una orientación política, casi la mitad dijo que no y el restante la repartió entre derecha o centro derecha (16,1%), izquierda o centro izquierda (14,4%) y centro (15,1%).
Aunque a la hora de votar por algún candidato político que no procede de su misma religión, al 66% de los y las preguntadas dijo no importarle y el 63,9% que “es posible ser un buen cristiano y votar por un partido de izquierda”.
Según el Iudop, se pudo observar que al menos la mitad de los y las entrevistadas mencionó que “los líderes de sus iglesias animaron mucho u algo a sus miembros para que hicieran uso de su derecho al voto”. Además el 26,4% confirmó que algunos líderes lograron tener algún grado de influencia en la orientación de su voto.
La encuesta ha sido reveladora, según el Instituto, en el sentido de conocer el grado de importancia que tiene la religión para la población y en las similitudes tanto de creencias básicas como en las experiencias transcendentales de tipo religioso que dicen haber tenido tanto personas católicas como evangélicas.
Aunque gracias a este informe ahora se sabe más sobre la religión en El Salvador, algunas preguntas se quedan sin resolver: ¿la gente rica del país es católica o evangélica?, ¿cuánto dinero ganan anualmente las iglesias gracias a las contribuciones de los y las feligresas y cuánto reinvierten en ayudas?, ¿votarían los y las salvadoreñas por una persona que no cree en Dios?
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