Escrito por Geovani Galeas. Martes 27 de Octubre . Tomado de La Prensa Grafica.
El día de ayer, el segundo de a bordo de la máxima dirigencia arenera, Jorge Velado, reiteró en una entrevista televisiva que no le consta que el ex presidente Saca esté desde la sombra moviendo los hilos de la rebelión en su partido. Sin embargo, reveló un dato sumamente sugerente.
La mañana del pasado 30 de agosto tuvo lugar una reunión de sinceramiento entre Antonio Saca y Alfredo Cristiani. Saca habría asegurado dos cosas al número 1 de ARENA: que no tenía intención de tomarse el partido y que no estaba interesado en presentarse de nuevo como candidato presidencial.
Antonio Saca llevó a la reunión un testigo de honor: su primo Herberth Saca. Según Velado, pocas horas después Herberth Saca se reunió en la Asamblea Legislativa con un grupo de diputados areneros. Esa misma tarde, 23 de esos legisladores presentaron al COENA una carta manifestando una serie de malestares y exigiendo dos plazas en la dirigencia partidaria.
Las informaciones posteriores sitúan a Herberth Saca, con nombre y apellido, en el centro de la crisis arenera, pero de manera indirecta, sin mencionarlo, colocan a Antonio Saca como la verdadera mano oculta detrás de todo el problema.
Pero el ex presidente Saca ha guardado silencio y no ha negado ni confirmado lo que en torno a él se dice, ni ha fijado su postura ante los hechos. Como es natural, ese silencio genera toda suerte de conjeturas, y uno puede preguntarse si efectivamente tiene Antonio Saca un proyecto político personal, y en qué consiste.
El ex comandante guerrillero Dagoberto Gutiérrez, poseedor de un instrumental analítico bastante sofisticado y generalmente bien fundado, fue quizá el primero en advertir desde la izquierda las consecuencias de los desencuentros entre Mauricio Funes y el FMLN, evidentes ya desde la pasada campaña electoral.
Lo primero que Dagoberto Gutiérrez señaló fue que el nuevo gobierno no sería del FMLN, sino específicamente de Mauricio Funes. Después comenzó a poner en duda el carácter de izquierda de la actual administración presidencial. Finalmente, ha postulado la idea de que entre el nuevo gobierno y la derecha no existen contradicciones fundamentales.
Paralelamente, los hechos han ido marcando un progresivo distanciamiento entre el presidente Funes y el partido que lo llevó al poder. Ese distanciamiento en curso ¿puede terminar en una ruptura?, y si fuera así, ¿qué alternativas tendría el presidente Funes para hacer viable su gestión en término de respaldo político a la misma?
Para ganar, Mauricio Funes agregó desde su propio esfuerzo un aproximado de 500,000 votos al caudal electoral del FMLN. Es un capital político considerable, pero no es suficiente por sí solo ni para garantizar la gobernabilidad ni la posible continuidad de un proyecto político centrista.
Según Dagoberto Gutiérrez, los problemas de la derecha expresan un divorcio entre la clase dirigente (el gran capital) y la entonces clase gobernante (el grupo liderado por Antonio Saca); es decir, entre la derecha económica y la derecha política.
Si entendemos como considerables, pero no suficientes, los respectivos capitales políticos de Mauricio Funes y de Antonio Saca, y agregamos el dato de que, según las últimas encuestas, ambos son por ahora los líderes políticos más aceptados en el país y tienen en común un problema con sus respectivos partidos, ¿no resultaría casi natural una aproximación entre ambos?
Estaríamos hablando de la fusión de esos dos liderazgos para construir una alternativa entre los extremos: el poder oligárquico y la ortodoxia comunista. No sé si eso está ocurriendo en realidad, pero algunos datos y algunos signos indican que se trata de un escenario posible. ¿Qué papel juega entonces la denunciada relación entre Herberth Saca y José Luis Merino? No lo sé y ni siquiera alcanzo a imaginarlo.
No se si seran ya puros prejuicios pero no puedo dejar de pensar en que a estos babosos ya les dio por cobrar por sembrar teorias de conspiracion. Pregonan, como siempre, el derrumbe de la izquierda formal salvadoreña sin darse cuenta que a todas luces es su deseo. Evitan hablar del fracaso derechista. Podridamente evitan hablar del desastre en el que la ambicion sin sentido derechista y el voluntarismo izquierdista han metido a ES. No les importa el rumbo nacional ni sus victimas, lo unico que quieren es un poco de dolares para poder vivir bien.
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