Para bien o para mal, los salvadoreños estamos siendo testigos de una conmoción sin precedentes al interior del partido que gobernó el país durante los últimos 20 años. Creo que lo que le está pasando a los señores de ARENA es el resultado lógico de ese ensimismamiento extremo en que estuvieron hundidos durante todos estos años, que los llevó a convencerse a sí mismos que su partido era el único que podía transformar el país y, además —bajo un invento por ellos—, hacerlo en democracia.
Escrito por Juan Héctor Vidal.Lunes 26 de Octubre. Tomado de La Prensa Grafica.
En lo personal, nunca procesé la idea de que el partido tenía entre sus principales atributos reinventarse con cada elección para salir fortalecido. En realidad, ARENA se estrujaba cada vez que perdía escaños en la Asamblea Legislativa o algunas alcaldías. De ahí surgían las consabidas purgas en el COENA, pero el partido solo en apariencia volvía a su “figura” anterior, al estilo de esos androides que salen en las películas de extraterrestres que se recuperan después que un arma letal de un terrícola los ha convertido en una especie de desecho gelatinoso. En cuanto a las elecciones presidenciales, los créditos los compartían por igual tirios y troyanos. El FMLN llevando candidatos de segunda —excepto Schafik, aunque disminuido por una campaña destructiva a la cual contribuyó su mismo partido— y ARENA con activistas disciplinados, una maquinaria idónea para producir resultados a corto plazo y, además, cuidadosa y generosamente aceitada para servir mejor a determinados intereses.
Así pasó ARENA encerrado en sí mismo, ingeniándoselas algunas veces para dar la imagen de modernidad para desorientar al electorado y utilizando los recursos del Estado para mantenerse en el poder. Obviamente, sin asimilar la idea de que la democracia necesita, hoy más que nunca, oxigenarse permanentemente para no flaquear, donde los partidos políticos ya no pueden seguir como meros instrumentos electoreros, con propuestas de cambio que no van más allá de simple discurso.
Recurrir al antiguo expediente de echarle la culpa de todo a los demás ya no funciona. Hay toda una historia de 20 años donde la gobernabilidad democrática se confundió con la paciencia de una sociedad estoica, la prosperidad económica con la emulación perversa de hábitos de consumo propios de sociedades avanzadas y el combate a la pobreza con darle a los menesterosos peces en vez de enseñarles cómo sacarlos del agua.
La dirigencia de ARENA si lo pensó, dudosamente se atrevió a desafiar el mismo cambio. Esto replicaba aquellas expresiones de inmovilismo que han hecho colapsar imperios, sociedades enteras y sistemas universales que se consideraban inconmovibles. Se puede colegir entonces que nada que sonara a cambio y menos a transformación fue incorporado en la búsqueda de un equilibrio dinámico que mantuviera al partido a la altura de las circunstancias nacionales y mundiales.
Algunos piensan que esto es simple y llanamente el resultado lógico de que ARENA nunca funcionó alrededor de un proyecto. Algo de eso se dio en el primer gobierno, pero en los siguientes tres se perdió el norte para deambular en el terreno escabroso de una causa que no respondía a las exigencias de la transformación integral del país. La ausencia de un permanente ejercicio de renovación en el plano político tuvo su correlato en la economía, la corrupción y el desdén por los aspectos sociales del desarrollo. Y todos sabemos que si el grueso de la población —aunque no sea instruida— se percata de los desmanes que se cometen en esos planos, termina por pasar la factura.
No sé si ARENA todavía está a tiempo de hacer un ejercicio de contrición alrededor de estos temas. Sin embargo, la interrogante más importante es si son capaces de convencer a la población de que el arrepentimiento lleva la impronta de su propia redención.
Interesantes los puntos de vista..super interesantes y muy bien formulados. Pero no deja de opacarse lo brillante por la ingenua insinuacion de que es el castigo del pueblo el que los ha llevado adonde estan y de que arena en algun momento estubo convencida de poder cambiar al pais. Tan profundos no son , ni nunca han sido. El principal motivo de existencia de arena es el de que la izquierda no llegue al poder para a la libre poderse garantizar un capitalismo primitivo sin reglamentos ni responsabilidades. La crisis por la que pasan es producto de su naturaleza: mantenerse en el poder para reguardar sus interes economicos. No veo yo por que adjudicarles vision de estado cuando lo que son es un grupo de vulgares vivianes dispuestos a pasar por cuanto cadaver sea necesario para mantener su estado ofensivo de riqueza. Habiendo perdido el poder salen en desbandada pues cada quien tiene diferentes niveles de intereses economicos asi como tambien diversas maneras de mantenerlos. Sin poder deben algunos grupos rebuscarse de otra manera ...nuevas alianzas.. nuevos buitres... y quizas ...quizas si tenemos suerte... salga de todo este relajo un grupo de derecha moderado, responsable libre del instinto de devorador irresponsable derechista.
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