LA NOTA DEL DÍA Ahora más que nunca debemos defender la libertad

ANEP no puede dejar de participar, con toda la fuerza de sus convicciones, en el análisis y discusión pública de políticas y actos de gobierno que menoscaben o pongan en peligro, la seguridad jurídica.

Editorial. Lunes 26 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

Para finales de la semana se anuncia la elección de la directiva de ANEP, la que muchos esperamos sea el punto de partida para nuevas y vigorosas iniciativas en defensa de nuestras libertades. Trascendió durante el fin de semana que el actual presidente, ingeniero Federico Colorado, manifestó que no presentará su candidatura este año, lo que abre las puertas a una renovación de la dirigencia.
Son nuevos tiempos y muy diferentes retos los que enfrenta ANEP, incluida una general ofensiva propagandística contra la economía de mercado, las libertades individuales y el Orden de Derecho, tres fundamentos de las democracias contemporáneas y del bienestar de las naciones. Reiteradamente cabecillas del partido en el gobierno proclaman su intención de implantar "el socialismo", lo que no definen pero que opone la propiedad privada, los principios jurídicos en los que se basa nuestra institucionalidad y las libertades individuales, incluido el derecho de las familias de escoger y tutelar la educación de sus hijos. Asimismo, en diversos momentos la extrema izquierda ha intentado limitar el derecho de propiedad a una imprecisa "función social" que colocaría en manos de funcionarios disponer sobre los bienes de los ciudadanos, incluyendo la vivienda propia.

Como dijo Jefferson, cuando un gobierno es tan grande para darte lo que necesitas, es también lo suficientemente grande para quitarte todo lo que tienes.

ANEP no puede dejar de participar, con toda la fuerza de sus convicciones, en el análisis y discusión pública de políticas y actos de gobierno que menoscaben o pongan en peligro, la seguridad jurídica y el derecho de personas y grupos a emprender cualquier obra o esquema para producir bienes y brindar servicios. Las experiencias previas de negociar a puertas cerradas y aceptar promesas en cuanto a rectificación de iniciativas de gobierno, no dio resultado; El Salvador es menos libre económicamente ahora que hace cinco años.

Previo al anuncio del presidente de ANEP de que no presentaría candidatura, se supo que tanto personeros del presente gobierno como allegados al ex presidente Saca estuvieron llamando a presidentes de diversas gremiales para insistir que "en estos momentos era inconveniente un cambio de directiva". Pero decidirlo no es de la incumbencia de un gobierno o grupo de poder; es tarea de muchos definir lo que es bueno para la gente.

Tiempos terribles en que todo está amenazado

Es inequívoco lo que deben ser las posiciones, los principios y las finalidades de una institución que tiene como principal y casi único objetivo asegurar que en nuestro suelo impere la libertad económica, se acate el orden moral y se defienda el Estado de Derecho. No hay nada que inventar porque se trata de los fundamentos de las sociedades libres, las más preciadas conquistas del hombre en su inmensamente largo e inmensamente doloroso paso por la Tierra.

ANEP no tiene nada que negociar –no se puede ceder libertad ni ceder la seguridad jurídica y física de nuestra gente—pero tiene mucho por lo cual luchar, considerando que vivimos en un mundo imperfecto y, lo más espantoso, en un mundo bajo acoso de enloquecidos, de criminales y de corruptos.

La pasividad no tiene lugar cuando se sufre una avalancha de torpezas, de violencia y de agresión a la democracia y está en juego el interés de la gente --de los salvadoreños— la seguridad de sus empleos, de su sustento y de sus vidas, ahora amenazadas en cada instante.